Capítulo 5
La muerte de Raynare se había extendido entre los miembros de Grigori, legando a los oídos del equipo que se había encargado de la "vigilancia" del posible portador de un Engranaje Sagrado. Esto había abierto una única vía que los caídos habían tomado como posible: que los demonios se habían dado cuenta de su participación y se habían desecho de Raynare de una forma grotesca para enviar un mensaje. Los demonios eran crueles y salvajes. Tal vez podrían haber usado a algunos de los más violentos para asesinar a su compañera y lo había logrado a pesar de contar con poderes de luz.
Debido al tratado entre las Tres Facciones Bíblicas, aquello podía tomarse como un tipo de atentado contra el Grigori, como un intento de ataque por parte de los demonios. Algunos de los altos mandos del Grigori así se lo tomaron. Pero no era algo sencillo que los caídos podían tomar. Kuoh, según el acuerdo que tenía el Infierno con el Shinto, pertenecía a la facción de los demonios y estaba bajo el cuidado del clan Gremory y el clan Sitri, haciendo que cualquier persona de otra facción fuera un "intruso" dentro de los límites de la ciudad y eso hacía que el incidente se volviera contra el Grigori convirtiendo a los caídos en los que rompieron el pacto de paz entre las facciones.
La situación se había vuelto delicada, pero era de conocimiento público que el clan Gremory y el clan Sitri no tomarían represalias sin fundamentos detrás de la presencia de Raynare dentro de los límites de la ciudad y que primero lanzarían una investigación sobre la misma presencia de la mujer caído.
Eso daba al Grigori un tiempo limitado para crear una excusa con la que escapar del entuerto y poder mantener la calma entre los distinto bandos, todo ello sin saber sobre la traición de uno de los altos mandos del Grigori, del verdadero perpetrador de las acciones de Raynare y de la presencia de los distintos caídos en la pequeña ciudad de Kuoh.
El miedo era un arma contundente que los poderosos usaban para hacer lo que querían, para presionar a aquellos con un menor rango para que hicieran lo necesario para que ellos se alzaran. Y en el mundo sobrenatural la presión se volvía asfixiante hasta un punto verdaderamente insuperable, pues la fuerza detrás de las palabras era una fuerza que usualmente era real, demostrable y que acompañaba a los nombres de aquellos que amenazaban.
―Desde la muerte de Raynare, hemos estado detrás de la mocosa del Engranaje Secreto: Twilight Healing.
La misión de los caídos dentro de Kuoh se había mantenido a pesar de las insistencias de algunos altos mangos por retirar la operación. Los miembros del equipo se mantuvieron observando a los que ellos creían que portaban un Engranaje Sagrado especial y poderoso, uno que pudiera hacer completamente la diferencia en un enfrenamiento.
―¡Oh! No es como si una mocosa pudiera hacer mucho. No es una peleadora y cree que ha sido enviada por la iglesia a esta remota ciudad nipona. ¡Y no es como si alguien fuera a cuidarla, en primer lugar!
Los Engranajes Sagrados fueron armas creadas para que los humanos pudieran defenderse de aquellos seres sobrenaturales que quisieran hacerles daño. Había dos tipos: los Engranajes Sagrados y los conocidos como las Trece Longinus, los trece engranajes más poderosos con un poder que podría matar a "dios". Aunque con esto último, hacían una referencia a cualquier dios, no a aquel perteneciente a la facción bíblica de nombre Elohim.
Twilight Healing pertenecía a los primeros según los registros obtenidos sobre el Engranaje Sagrado y no entraba dentro de los Trece, de los más poderosos. A pesar de no pertenecer a este grupo, el Twilight era poderoso en las manos adecuadas, pudiendo alargar los enfrentamientos entre dos bandos a causa del poder que tenía: curar a aquellos que la usuaria quería, aunque con sus limitaciones.
―Tal vez―observando a la monja descarriada, el caído suspiró―. Esto sintiendo una sensación de "extrañeza" al mantener un ojo sobre esta mocosa, ahora que Raynare no está.
―¿Eres un gatito miedoso, Dohnaseek?
Los ojos de Dohnaseek se entrecerraron ante la pregunta de su compañera. El caído era un hombre que ocultaba su cuerpo con una enorme gabardina y la mitad de su rostro era oscurecido por su sombrero de ala ancha.
―¿Miedoso? Mittelt deberías mantener tu pequeña boca completamente cerrada, ¿te parece?
Vestida con una extraña vestimenta de "maid", una pequeña chica de cabello rubio atado en dos coletas miró los oscuros ojos de Dohnaseek desde su posición más baja en el tejado, convirtiendo sus ojos en dos dagas.
―¿Yo? ¡Raynare ya te protegió los suficiente, miedoso! ¡Voy a...!
―Basta, ustedes dos―la severa voz de una mujer detuvo la discusión entre ambos caídos―. Mantener los ojos sobre Asia Argento es todo lo que debemos hacer. Todo para lo que "él" nos ha ordenado. No debemos trabajar de más ni presionar un poco. Dudo que Gremory intervenga si no presionamos o alguno de sus "lacayos" interviene en lo que hacemos. Aunque trabajar con ese exorcista pícaro, puede ponerse un poco demasiado molesto para mí.
De cabello atado en una cola larga de color azul marino y unos ojos llenos de arrogancia, Kalawarna era una mujer con cintura de reloj de arena y dos turgentes pechos. De mirada arrogante, la mujer había tomado el cargo de aquella pequeña operación tras la muerte de Raynare y debía mantener el control sobre todo lo que estuviera pasando en aquella iglesia medio derruida.
―...
―¡Pero Kalawarna!
―Obtener el Twilight es un punto crucial ahora―la mujer cruzó los brazos bajo su pecho y tomó su mentón con la mano derecha, observando a la joven Asia tumbada en el altar de sacrificio―. Raynare quería para sí el Engranaje Sagrado. En cambio, nosotros lo usaremos para apaciguar la ira de nuestro señor.
Arrancar el Engranaje Sagrado sería fatal para la joven Asia Argento. Ella perdería la vida y quedaría postrada en aquel altar, convirtiéndose en un recuerdo de sus seres queridos y en un invernadero para las larvas que devorarían su carne según pasara el tiempo. Pero el señor al que ellos servían, había pedido expresamente el Twilight como una ofrenda de su parte, como un "juramento" de la lealtad a su causa. Y Kalawarna no iba a dejar pasar esa oportunidad; no cuando las posibilidades de ser asesinados por él eran demasiado elevadas.
―Debemos hacer que esto salga bien, incluso si Freed Sellzen es nuestro compañero en esto.
Kalawarna no tenía respeto por los humanos. Eran seres inferiores que debían ser usados como simple objetos, como carne de cañón en las guerras. Pero a los que ella más odiaba, eran a los tipos como Freed: arrogantes, pervertidos y llenos de ego hasta hincharse hasta la misma muerte. A pesar de ello, sabía que el exorcista impío era habilidoso y útil para los futuros planes que su señor estaba hilando detrás de escena, oculto de los ojos de los demás. Era por eso por lo que no había atravesado la garganta de Freed cuando casi abusó de Asia, cuando la miró con desprecio y cuando escupió sobre la muerte de Raynare. Eran traidores del Grigori, pero respetaba a su propia compañera.
―No es como si algo fuera a salir mal. ¿Por qué intervendría Gremory en nuestro juego?
Dohnaseek veía el mismo camino que Kalawarna y no estaba completamente del lado de Raynare cuando quiso tomar el Twilight para sí misma. Sin embargo, el caído se permitía ser un poco "optimista" en la ocasión. Gremory y Sitri no estaban atados a Asia y no había forma de que ellos intervinieran sin crear un cisma entre las facciones. Había altos mandos del Grigori que querían una guerra, no solo el señor al que servían y podían usar eso para iniciarla y atar a Azazel en su trono.
―Nunca se sabe que es lo que harán. Mataron a Raynare y Azazel no hizo nada. ¡Nada! Es lo que más enerva mi sangre, lo que me hace odiarlo mucho más. ¡Su pasividad es asquerosa!
Mittelt expresó sus sentimientos sobre la situación. Azazel era un obsesionado con los Engranajes Sagrados y, al mismo tiempo, era la cabeza visible del Grigori, papel que no estaba desempeñando demasiado bien desde hacía tiempo. Era ese el motivo principal por el que se habían puesto de parte de uno de los líderes del Grigori que estaban en el lado opuesto a Azazel. Y habían estado satisfechos con los resultados.
―Él siempre fue pasivo a la hora de tratar los conflictos entre las facciones. Nuestro señor, sin embargo, se ha artado de permanecer bajo la bota de Azazel y del resto de líderes de las otras facciones. ¿Paz? Eso es un sueño que realmente no se puede obtener cuando mantienes a un león hambriento con una pequeña correa ligeramente sujeta, a punto de romperse. Y la de nuestro señor se ha roto hace ya el tiempo necesario para que nos preparemos. Azazel no mantendrá su liderazgo por mucho más tiempo si los planes salen como deberían―un sonido seco detuvo las palabras del caído. Dohnaseek se movió y miró hacia atrás, hacia el linde del bosque―. ¿Eso ha sido un ruido de ramas rotas?
―¿Te vas a asustar por un conejo? ¡Ja! ¡Miedoso....!
Después de las palabras, de la burla, la sangre salió de la boca de Mittelt goteando hacia el suelo, hacia sus pies. La chica llevó la mano hacia su garganta, mostrando el miedo en los ojos cuando notó la perforación donde debería haber estado su nuez.
―¡¿Qué mierda?!
Ninguno de los otros dos pudo detener la sangre que emanaba de la perforación en el cuello de la chica. Lo que hicieron fue convocar cada uno una lanza de luz, mirando hacia el bosque.
―¿Qué ha sido eso? ¿Perforó el cuello de Mittelt en un solo segundo para llevarla a la muerte?―Kalawarna entrecerró los ojos. No podía mirar el "arma" que había causado la muerte de su compañera, pero debía elogiar la habilidad del atacante―. Debemos tomar esto un poco...¿en serio?
Una figura envuelta en sombras apareció frente a Kalawarna y Dohnaseek. Parecía vestir una extraña vestimenta negra que simulaba las sombras que lo habían estado envolviendo en todos aquellos minutos que había observado a los caídos.
―...
―¡¿Quién mierda eres?!
No hubo respuesta a la pregunta de Dohnaseek. Lentamente, el hombre tomó la máscara que había cubierto su rostro y echó la capucha hacia atrás. Un cabello dorado como el mimo oro sorprendió a ambos. Ojos azules, llenos de burla, hicieron que los dientes de Kalawarna rechinaran.
―Parece que vuestra amiga se ha "ahogado" ante mi belleza, ¿eh?―la tela cayó al suelo junto a la máscara. Naruto ajustó los guantes segundos después de deshacerse del kimono que cubría su torso, revelando una camiseta sin mangas pegada a su pecho―. Pero vosotros aun podéis hablar. ¡CREO YO!
Dohnaseek fue el primero en actuar. Pisó con fuerza y salió disparado hacia Naruto a una velocidad inhumana, revelando el par de alas oscuras que emergieron de sus omoplatos, sacando una sonrisa arrogante del muchacho.
―¡Ataque frontal! ¡ME GUSTA!
Si Kalawarna se sorprendió cuando Naruto bloqueó la lanza de Dohnaseek, su rostro no lo demostró. Sus ojos se mantuvieron fijos en el combate, en el rostro del espadachín y en como había resistido la embestida de su compañero sin moverse un solo centímetro de su posición, convirtiéndose en un muro.
―¡¿?!
―¡Ni siquiera uso solo la espada!
La pierna cortó el aire velozmente. El pie se hundió en el pecho del caído y este salió disparado hacia atrás, viéndose obligado a utilizar una espada echa de luz para frenar su movimiento. El hombre mostró un rostro sorprendido segundos antes de que sangre saliera de su boca en una cascada carmesí.
―Ups. Creo que me pasé un poco con la fuerza, ¿no crees?
Su maestro había sido demasiado claro: no debía usar el poder de Rika en ninguna circunstancia a menos que él le diera permiso, declarando que ella era un "Grado Especial" que podía devorarlo si quería y aun no estaba listo para tomar algo como la Reina de las Maldiciones. Por ello, Naruto solo contaba con una fuerza mayor y un enorme número de herramientas malditas con las que acosar a sus objetivos.
―¡T-tú bastardo!
Los ojos de Dohnaseek se movieron hacia el rubio mostrando toda la hostilidad posible. Esto no afectó al adolescente. Naruto clavó la katana en el suelo (entre una fisura que dividía dos losas) y alzó la mano, moviéndola para invitar al caído a que fuera a por él, a que envolviera su mente en la ira que sentía.
Y picó.
Invocando dos espadas de magia ligera, Dohnaseek se lanzó hacia adelante, rugiendo por la muerte de su compañera y las provocaciones de un simple humano.
Derecha.
Izquierda.
Abajo.
Arriba.
Siguiendo el patrón de las espadas del ángel caído, Naruto se movió dejando que su cuerpo lo guiara par evadir los intentos de su adversario por cortarlo. Esto dio el resultado que los ojos de Kalawarna capturaron: Naruto bailó alrededor de su katana clavada sin dejar que las espadas de Dohnaseek lo tocaran, como si estuviera en alguna extraña danza que solamente el conociera, como si los estuviera provocando...
―¡Je! ¡Engreído!―el aire abandonó los labios de Kalawarna. Pisó con fuerza y lanzó la lanza directamente hacia su objetivo en el momento preciso en el que le daba la espalda. Era una diana de un solo disparo―. ¡¿?!
―¿Ugh?!
―¡Je!
Había distintos escenarios que podían ocurrir una vez la lanza de magia ligera abandonó la mano de su invocador. El primero de ellos terminaba como se esperaba: a lanza atravesando a su objetivo. El segundo era un poco desalentador: la lanza no atravesaba a su objetivo y se perdía entre los densos árboles. Y l tercer escenario, era el que había ocurrido, el que los ojos de Kalawarna no podía procesar: su propia lanza atravesaba el cuerpo de Dohnaseek.
Este último escenario, detuvo todo por diversos segundos. Paró el tiempo por un momento. Kalawarna mostró una mirada desorbitada, con una gruesa gota de sudor escurriendo por su sien hasta manchar levemente la parte superior de su uniforme. ¿De verdad había matado a su compañero en un solo segundo? ¿Cómo había sido eso posible? Kalawarna no podía encontrar la respuesta; no hasta que unos ojos azules la miraron fijamente, a unos centímetros, por lo que saltó hacia atrás.
―¡¿Qué eres?!
―¿Qué...soy?―el chico inclinó la cabeza mostrando una mirada confusa, de incomprensión ante una pregunta sencilla que los ojos de la misma chica podían responder―. Soy un humano, por supuesto.
Aquella simple respuesta, destrozó la psique de la mujer. Sus ojos perdieron la visión y se volvieron blancos. Las piernas le temblaron, perdiendo la fuerza que la había mantenido de pie, y cayó sobre sus propias rodillas con la mirada hacia el cielo.
―¿U-un humano?
―Creo que el juguete se ha roto, exorcista.
Naruto movió su atención hacia Freed mientras señalaba a Kalawarna, mostrando una sonrisa llena de burla y veneno que fue respondida por el mismo exorcista.
―¡Hahaha! En otro momento y lugar, te habría dado las gracias por lo que le has hecho a esta perra―Freed tomó del cabello a Kalawarna―. ¡Son tan arrogantes! Pero mi papel aquí es tomar el Twilight y llevárselo a esa persona precisamente. ¡Y ya tengo el Engranaje!
Los instintos de Freed gritaron. Gracias a su experiencia y locura, bloqueó el movimiento de Naruto con un veinte por ciento de éxito. Debido a la longitud del arma y la fuerza detrás dl movimiento, el exorcista salió disparado hacia atrás y se estrelló contra una columna.
―Voy a ser un poco serio aquí―el cabello cubrió los ojos del rubio. Lentamente, el enorme nunchaku de tres secciones se enroscó alrededor del cuello del joven―. No soy muy dado a molestar a las mujeres. No me gusta que un perro las hable con una boca tan sucia―la sangre había manchado el hábito de Freed―. Hay una multitud de actitudes en mí. Muchas "personalidades" si quieres llamarlo de esa forma. Pero mi maestro me enseñó a simplemente jugar con la psique de mis adversarios. Si, soy arrogante, pero empujar a tus compañeros ha sido mi objetivo―estiró su cuerpo en toda su altura, mostrando que había crecido, dejando que los extremos del nunchaku descansaran en su pecho―. Contigo voy a ser "yo" en todo mi esplendor, en toda la extensión de la palabra.
―Eres un bastardo arrogante.
―¡Ey! ¡Tengo a un maestro arrogante, pequeña mierda!
El polvo se elevó levemente cuando Naruto cayó a unos metros del derribado y herido Freed. Su brazo estaba destrozado y podía sentir como la piel palpitaba, como los huesos habían quedado astillados tras el golpe del nunchaku.
―Tendré que degollarte, arrogante chico de secundaria.
―Seguro. He lidiado con la misma mierda desde que era pequeño, sacerdote. ¿Intentas intimidar a alguien que ha superado el bullying y se ha convertido en una bestia? He de aplaudir tu estupidez. No puedes doblegarme, idiota.
La hoja se movió. La espada buscó el corazón de su objetivo con ahincó y estuvo a punto de obtenerlo. Para la mala suerte del exorcista, una de las secciones del nunchaku se interpuso entre la punta de la espada y su objetivo, sorprendiendo a Freed.
―¿Me escuchaste?
―¡¿?!
La segunda sección del arma se movió siguiendo las órdenes de su dueño golpeando el rostro del sacerdote, destrozando su mandíbula y generando un crujido grotesco que fue acompañado de un quejido y un sonido líquido cunado la sangre cayó al suelo.
―¡Oho! Creo que no vas a poder comer demasiado en estos días. Tal vez algo de puré, ¿no crees?
―¡Nghña!
-Si, si. ¡No voy a entenderte!
Lanzando una patada contra el mentón del exorcista pícaro, Naruto sonrió cuando la sangre manchó sus zapatos.
―Es un poco asqueroso jugar con los objetivos que me ha designado el maestro―Naruto revolvió su cabello sonando exasperado...hasta que un sonido de ruptura lo hizo girarse―. Esto realmente se va a revolver un poco, creo―murmuró, observando los ojos aguamarina de la heredera de los Gremory.
*Nota de Autor: Harem pensado
1. Maki
2. Nobara
3. Sona
4. Irina
5. Le Fay
Aun estoy abierto a cambio, pero el número no pasará de cinco, ya que creo que es el límite de lo manejable.
PD: Naruto tiene muchos "cambios" de personalidad. Su personalidad real, su Naruto real, es como el mostrado hacia el final del capítulo: serio, directo y corto en tonterías. Literalmente podría partirle la mandíbula a una persona solo por mirarlo mal si es necesario, aunque todo será explicado a su momento. Pero como él mismo dice: usa la mentalidad y la psique para jugar con sus enemigos.
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