Capítulo 43

El Clan Zenin era uno de los tres grandes clanes de la Sociedad de Hechiceros, junto al clan Kamo y al clan Gojo, fomentando a la historia de la hechicería con su propio granito de arena. Pero no todo era oro a ojos de las personas dentro del clan. Mientras que los Kamo no fueron demasiado lejos con sus propios miembros y los Gojo se fueron reduciendo hasta quedar solamente unos pocos, pero siendo extrañamente amigables con los suyo, los Zenin siempre velaron por la integridad del más fuerte, por tener al líder del clan más capaz y poderoso, aumentando la rivalidad con los otros clanes y, siempre, queriendo tomar la cabeza colocándose por encima de los otros dos.

Dentro del clan había dos ramas: la primera, de la cual venían todos aquellos que contaban con energía maldita y poseían talento y poder para lideras el clan y la segunda, aquellos que solamente eran sirvientes, meros sacos de boxeo para los miembros de la primera rama. A la segunda pertenecían, lastimosamente, todos aquellos miembros del clan que no tuvieran energía maldita, aquellos que no podían aumentar su estatus dentro de la Sociedad de Hechiceros y, siendo un clan donde el poder lo era todo, eran rechazados y maltratados. Aunque algunos tenían la oportunidad de ser usados como soldados por los miembros con energía maldita, dándoles la oportunidad de pertenecer a un grupo que estaba formado por jóvenes sin energía maldita.

Pero, igualmente, solo eran como perros con correa.

Naoya Zenin limpió la sangre que goteaba de su mentón con el dorso de su mano, mirándola con los ojos entrecerrados. ¿Aquel chico lo había golpeado en un segundo? ¿Y tenía poder muscular para ello? Mientras caminaba hacia el cementerio, había estudiado al chico. No había rastro de energía maldita y, por lo que supo de Kenjaku, no contaba ya con la maldición de grado especial que denominaron como la "Reina de las Maldiciones" y, sin embargo, allí estaba, parado a unos metros frente a él tras haberle golpeado un derechazo cargado de intención y fuerza. Y, aunque le daría el crédito por el golpe, estaba lleno de resentimiento por ser golpeado por un simple humano, por alguien peor que su prima muerta y el adefesio quemado.

―Ah, vamos a tener que enseñar algunos modales entonces, ¿no crees, Mai?

Los ojos de Mai Zenin se abrieron. En una fracción de segundo, Naoya estaba hundiendo su puño en el estómago de Naruto y, empujando el brazo, lo lanzó para que se estrellara con diversas lápidas.

―¡Bigotes!

―No te preocupes mucho por él, prima―Naoya rio, haciendo crujir su brazo cuando comenzó a estirar―. Ni siquiera necesito mi forma de maldición para vencerlo. Puedo superarlo con mi técnica innata y dudo que pueda igualarme en velocidad.

Como su padre, Naoya contaba con la "Técnica de Proyección", que le permitía modificar el ángulo de visión para ralentizar el movimiento del enemigo, llegando a poder congelar los movimientos de su rival por un tiempo limitado; tiempo que él usaba para golpear a su enemigo y causarle las lesiones propias.

―Y ese golpe fue reforzado con energía maldita. Dudo que pueda ponerse de pie por unos instantes.

―*Cough*―escupió sangre sobre la hierba húmeda. Haciendo un poco de esfuerzo, Naruto se puso de pie y miró con sus ojos azules la figura de Naoya―. Tú, ¿lastimaste a Maki-chan? ¿Insultaste a Mai-chan?

―¡Si! Si es lo que quieres oír antes de morir. ¡Si, yo golpee a esa perra e insulté a esta otra!―un segundo después, Naruto se estrelló contra el suelo tras un demoledor derechazo―. ¡Y lo haría de nuevo! ¡Ambas son una deshonra, son asquerosas para nuestro nombre!

―¡Naruto!

―Y-ya veo―los ojos de Naoya se abrieron ligeramente. Cuando intentó moverse, un jab directo conectó directamente contra su estómago y lo desplazó unos metros hacia atrás―. Ahora comprendo, en una imagen, las palabras de Mai-chan. Puedo comprender el odio, la frustración y lo que sufrieron. ¡Ambas! Denigradas por el mero hecho de ser gemelas, por el mero hecho...de nacer con diferencias―respiró hondo; fijó sus ojos en Naoya; se posicionó, extendiendo un brazo hacia el frente y otro retraído hacia sí mismo―. Eres asqueroso, ¡Naoya Zenin!

―¡Deja de joderme, muchacho! ¡Y muere con este golpe!

"Las artes marciales...¿por qué siempre me dices que te enseñe y nunca te decides por algo a seguir? ¡Nunca has sido decidido, chico!"

Kyokushin Karate.

"Pero maestro, yo...no sé, solo quiero saber y entender eso que haces"

Arte Secreto de los Cuatro Dioses Guardianes.

"Aaaarhg, eres más molesto, muchacho. ¿Quieres saber lo que hago, lo que practico? ¿Para qué lo usaras?"

Naoya estaba a centímetros de tocar a Naruto. Su sonrisa arrogante aumentó, sus ojos brillaron como un depredador que ya estaba mordiendo la yugular de su presa, un lobo sobre una gacela.

"¡Para proteger a Rika! ¡Para protegerte a ti, maestro!"

"Entonces...supongo que puedo enseñarte un poco"

―¡Primera Etapa: El Puño de la Tortuga Negra!

Los ojos de Mai y Naoya aumentaron de tamaño por unos segundos. Los de la chica mostraron satisfacción, asombro y una sorpresa que brilló con intensidad. Los del chico mostraron sorpresa, miedo y un dolor lacerante que lo golpeó como un relámpago. El puño de Naruto se movió, superando la técnica de Naoya, y golpeó su estómago con una fuerza demoledora que lo envió a estrellarse contra el bosque de bambú, quedando sepultado entre estos.

"Maestro Han Daewi. ¡Muchas gracias por sus enseñanzas!"

Retrajo el brazo a su posición inicial, dejando que el aire escapara de su boca y sus pulmones. Naruto hizo crujir su cuello con un movimiento y reajustó su hombro.

―Supongo que esa es tu técnica. He contado hasta 24. Después de eso, incluso yo puedo lidiar con algo como eso sin energía maldita. Eres el tipo más débil que he visto...en toda mi vida.

―¡Tú, maldito niño!

Naoya escupió las palabras completamente lleno de ira. ¿Qué había sido aquello? ¿Qué fue aquel golpe? Había estado cargado de fuerza. Como un remolino, aquel movimiento le revolvió todo y lo envió a volar como si no pesara nada, como si no tuviera órganos o un peso decente, como si simplemente fuera papel.

―Puedes dejar lo de niño a un lado―los ojos de Naoya se abrieron. Flexionando las piernas, saltó hacia la derecha, viendo como el puño de Naruto destrozaba el lugar donde había estado antes―. Hace mucho que dejé de serlo.

El chico movió el brazo izquierdo y bloqueó una patada circular de Naoya, la cual estaba cargada de energía maldita. Cualquier persona ordinaria habría perdido el brazo en aquel golpe y Naoya y Naruto lo sabían, pero el Uzumaki permaneció inamovible, moviendo el brazo derecho con la intención de tomar la pierna del Zenin, lo que lo obligó a retraerla y lanzar una patada frontal, la cual fue bloqueada.

―¡Voy a matarte!

Naoya descargó una patada descendente con la que golpeó el hombro izquierdo de Naruto, haciéndolo hincar la rodilla izquierda en tierra y quedar agachado frente a Naoya.

―Veo que comprendes tu lugar. ¡Si besas mis pies y haces la propias reverencias, podría perdonarte!

Lenta, una risa comenzó a escucharse en aquel cementerio. Segundos después, Naruto estaba rodando por el suelo y señalando a Naoya, no pudiendo decir nada porque su garganta estaba carcajeándose de las palabras del Zenin.

―¡JAJAJAJ! Ay, dioses, no me había reído tanto desde hacía mucho tiempo, ¿sabes? Si que eres un ególatras, hombre―Naruto bloqueó el rodillazo de Naoya con sus manos. Haciendo fuerza, empujó la pierna del hombre hacia abajo, lo que obligó a Naoya a caer, y golpeó su mentón con un codazo veloz que destrozó su nariz, haciéndolo trastabillar, con sangre goteando de su nariz―. No me subestimes, Naoya Zenin. He peleado con los mejores, he sido entrenado por el hombre que ha inundado el sistema nervioso de todos los Zenin con "miedo". Kenjaku, Sukuna, Mahito...todos creéis que he sido derrotado porque Rika me ha dejado por culpa de un cerebro parlante―usando el pulgar, Naruto se golpeó la sien derecha―. ¡Pero ni cerebro tenéis si pensáis que por no tener energía maldita voy a rendirme, cabrones! Tú has lastimado a Mai-chan―los ojos de la chica se abrieron ligeramente―. ¡Has golpeado a Maki-chan!―el aire se arremolinó alrededor del estudiante de Toji Fushiguro―. ¡Y OSAS DECIR QUE BESE TUS PIES!

Naoya reaccionó cubriéndose a tiempo. La pierna derecha del Uzumaki se movió a una velocidad desorbitada, golpeando al Zenin y enviándolo hacia atrás.

―¡¿?!

Naruto había recorrido la distancia que lo separaba de Naoya en menos de un segundo, superando la técnica del hechicero maldito y superando la congelación temporal de la técnica.

―¡Segunda Postura: Patada del Fénix!

Frenó usando la pierna izquierda y giró sobre esta, pisando con fuerza con el pie derecho generando un torbellino de viento que obligó a Naoya a afianzar sus pies en el suelo para no salir volando, lo que cortó su ropa levemente y, poco después, su piel desnuda. Pero no pudo hacer nada. Cuando intentó reaccionar, Naruto lo golpeó con un "Puño de la Tortuga Negra" que hizo que su esqueleto temblara, que su cuerpo vibrara como si hubiera recibido un rayo directamente contra sí mismo, lo que lo dejó estático.

―Toji y Maki demostraron poder superar tu técnica innata, Naoya Zenin. ¿Esperabas que su estudiante no pudiera superarte, cuando ha entrenado sin energía maldita desde que era un niño? Me estas subestimando y hacerlo solo será tu muerte.

―Me tienes arto―Naoya limpió la sangre de su boca con su manga rasgada. Clavó sus ojos en el muchacho durante varios segundos y torció la boca en una sonrisa cruel―. Si no puedo vencerte con mi forma humana...¡entonces lo haré con mi forma maldita!

Una poderosa onda de viento y energía maldita obligaron a Naruto a cubrirse por unos instantes, Cuando pudo mirar hacia donde debería estar Naoya...no había nadie. No sentía nada, no veía ni oía; pero sabía que Naoya estaba allí. Lo presentía.

"Maldita sea. ¡Las gafas de Ma-chan!"

Un crujido a la derecha. Naruto se cubrió y salió disparado, escupiendo sangre. Rodó por el suelo y se puso de pie de un salto.

―¡Arriba!

Siguiendo el grito de Mai Zenin, Naruto saltó hacia atrás y la zona que estuvo ocupando hacía unos instantes, estalló en fragmentos de tierra y trozos de lápidas.

―¡No vas a vencerme! ¡No vas a hacerlo, niño!

Naruto respiró hondo.

Naoya sonrió oscuramente.

La pelea entre una maldición de grado especial proveniente de un hechicero del clan Zenin y un estudiante de hechicería sin energía maldita, iba a dar comienzo en el cementerio oculto de Kioto.

Y aquella batalla estaba siendo observada.

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