Capítulo 32
Para exorcizar una maldición, el hechicero debía de usar la energía maldita en sus golpes o en su herramienta maldita. Un simple movimiento bien dado, terminaba con la vida de cualquier maldición estándar a la que un hechicero se enfrentaba. ¿El problema real? Las maldiciones de grado especial no morirían con un golpe bien dado, ni siquiera parecían sentir los golpes que afectaban a las maldiciones a las que un hechicero estaba acostumbrado. Eso había quedado a la vista cuando Naruto golpeó a Hanami con una lluvia de golpes imbuidos en energía maldita, encontrándose con que no lastimo ni levemente a la maldición; sin embargo él terminó levemente herido cuando la misma maldición hizo uso de su técnica maldita, la cual parecía permitirle el control sobre la flora, o la vegetación...el adolescente aun no había discernido el límite del control que Hanami tenía sobre las plantas, pero era el suficiente como para poder ser una amenaza si él mismo lo deseaba.
Por ello, ahora hechicero y maldición se miraban con una distancia de campo neutro entre ambos. A lo lejos, los sonidos de batalla continuaban, dando indicaciones de que la Brigada Khaos y los compañeros del rubio estaban enfrascados en sus propias batallas, lo que le dejaba a él solo contra la maldición de ramas por ojos. Aunque, para ser justos, él mismo había querido tomar a la maldición de grado especial por sí mismo, para ver que era capaz de pelear sus propias batallas.
En la mano derecha, la "Espada Romana" esperaba las órdenes de su dueño, sedienta por la sangre de la maldición que tenían delante. Sería mucho más útil usar la Nube Itinerante, pero el enorme nunchaku de tres secciones estaba situado a la espalda de la maldición, complicando que pudiera tomarla en un solo movimiento. Si intentaba enfocarse en recuperar la herramienta maldita, probablemente recibiría una herida fatal por alguna de las ramas de su enemigo, o por el puño/árbol del mismo. Era extraño ver una rama convertida en una extremidad, pero el chico había visto cosas más extrañas.
Sin la capacidad de usar una técnica maldita y habiéndose separado de Rika, Naruto estaba solo frente a Hanami, mirando el rostro de la maldición con una sonrisa ciertamente burlesca.
―Cuando quieras, podemos iniciar este "vals".
El estudiante meció la espada en un gesto despectivo hacia la maldición, quien respondió inclinando levemente la cabeza hacia la derecha, sobre su hombro diestro, como si mirara con confusión al hechicero e intentara comprender de lo que le estaba hablando. Si bien Hanami había notado la burla en el tono del aprendiz de hechicero, no comprendió la parte que había mencionado sobre "vals". ¿Qué era un vals?
―No comprendo tus palabras, humano―flexionó los dedos de ambas manos, produciendo leves crujidos de ramas cuando lo hizo con la mano/árbol―. ¿Qué es "vals"?
Naruto parpadeó ante la pregunta de la maldición y rio divertido por la misma, cayendo en la cuenta de que las maldiciones eran eso: maldiciones generadas por la energía negativa de los humanos. ¡Por supuesto que no sabrían lo que era un vals! Meneó la cabeza y colocó la espada contra su hombro.
―El vals es un baile elegante de salón, siendo la evolución de una danza antigua del siglo XII. Es ese tipo de baile que llega a conquistar a los ricos, como lo hizo con la nobleza en el 1760―señaló a Hanami con la punta de su arma―. ¡Y es ese tipo de baile el que más deseo llevar a cabo con esta batalla! ¡Bailemos!
Hanami reaccionó sintiendo la negatividad del joven rubio, moviendo su cuerpo en consecuencia y bloqueando con el brazo izquierdo el tajo de su enemigo. Había usado el hombro para impedir que la "Espada Romana" bajara completamente, colocándolo de tal forma que golpeó el pomo de la misma y obligó a Naruto a saltar hacia atrás ligeramente, lanzando una patada circular contra el rostro de Hanami; patada que la maldición desvió haciendo uso de su brazo derecho. Pero cuando los pies del estudiante tocaron el suelo, este se lanzó, agazapado, hacia el torso desprotegido de Hanami con la espada en ristre, tomándola con ambas manos y lanzando una puñalada contra su enemigo.
Una explosión de ramas y zarzas obligó a Naruto a derrapar hacia atrás cubriéndose el rostro ligeramente, sintiendo como algunas pequeñas ramitas se clavaron en su cuerpo, sobre todo en la mano izquierda, la cual usó para proteger su cara de aquella invocación de su rival.
Hanami había obligado a las plantas a protegerlo, creando un pequeño muro que, debido a la sorpresiva aparición, causó que el hechicero retrocediera con leves heridas cuando trozos de madera se clavaron en su mano izquierda y en su antebrazo, dejando algunos regueros de sangre que pintaron su piel.
"Técnica de Manipulación de Plantas" o también conocida como la "Técnica de Manipulación de la Naturaleza" era la técnica maldita de Hanami. Esta le permitía el control de las plantas en su totalidad, usándolas como su defensa o como su ataque cuando lo requería haciéndole la vida imposible a sus enemigos. Pero Hanami no solo dependía de las plantas para pelear, como había demostrado cuando recibió los ataques directos del estudiante de Kuoh. También era fuerte físicamente, con una fuerza equiparable a veinte personas, tal vez algo más. Y todo sin empujar la energía maldita dentro de su cuerpo para mejorarse físicamente. Si lo hacía, el multiplicador de su fuerza se disparaba hacia el cielo y podría terminar con su enemigo de un golpe. Sin embargo, Hanami encontró divertido aquella pelea. No era como pelear contra Satoru Gojo o contra aquellos dos estudiantes tan extraños. ¡Aquello era emocionante porque iba a ganar! Ningún hechicero sin técnica maldita, había ganado jamás a una maldición de grado especial, y mucho menos a una que fue mejorada como lo había sido él.
Hanami respiró por la boca dejando que vaho saliera entre sus labios. El Rey de las Maldiciones había sido demasiado claro desde la muerte de Dagon: quería toda la información sobre los hechiceros que lo mataron, y el chico que tenía delante era uno de ellos. Por ello, Hanami se había prometido manejar al muchacho hasta obtener todo de él y ahora que conocía sus capacidades, podía vencerlo sin problema. ¡Él no era el peligro! ¿Entonces quien venció a Dagon? Resoplando, levantó el brazo y desvió el tajo de espada. Guio su brazo izquierdo y golpeó el pecho del rubio y lo envió a volar.
―No vas a ganar con esa fuerza, humano―saltó hacia el cielo, donde aun estaba suspendido el Uzumaki―. ¡Ni siquiera sé cómo sobreviviste a Dagon!
Un golpe de martillo. Hanami juntó las manos y golpeó a Naruto enviándolo a estrellarse contra el suelo creando una explosión de tierra y polvo, con fragmentos de roca volando por el cielo y creando una cortina.
Era por cosas como esa que los estudiantes sin técnica maldita eran retirados del campo de batalla. Las herramientas malditas estaban bien, si se contaba con la experiencia y el entrenamiento adecuados. ¿Pero hacían una diferencia contra una maldición de grado especial? ¿Contra una mejorada? No. Las herramientas malditas eran solamente las armas de aquellos que no podían defenderse por sí mismos, de aquellos tan cobardes como para lanzarse a la batalla solamente con los puños. El chico podía manipular la energía maldita, pero no había más en él para que lo miraran dos veces.
Reaccionó aun estando en el aire. Hanami echó el cuerpo hacia atrás y evadió un corte de aire que lo hubiera partido en dos si le hubiera dado. Aquel movimiento, lo obligó a mirar a su causante, el cual lo estaba apuntando con la espada mostrando una sonrisa llena de burla y decisión, como si no acabara de ser superado.
―Mocoso.
Hanami cayó. Cuando sus pies tocaron el suelo, salió disparado contra el Uzumaki a una velocidad sorprendente para su tamaño. El chico lanzó la "Espada Romana" al cielo y recibió el primer puñetazo de Hanami con su puñetazo propio, generando una onda de viento que sorprendió a la maldición. Segundos después, ambos estaban enfrascados en un intercambio de golpes que hizo apretar los dientes a Hanami. ¿Cómo un humano podía tener tanta fuerza? ¿A caso fue alguien marcado por una Restricción Celestial como aquella Zenin? Porque no sentía que el chico moviera su energía maldita...
Puño izquierdo y puño derecho chocaron por enésima vez y ambos se separaron. Naruto levantó la mano y atrapó la espada sintiendo el peso de la misma obligando a su brazo a moverse. Hanami solamente miró al muchacho, intentando comprender lo que el chico era en aquel momento.
―No soy un mocoso, ¿sabes?―guardó la espada en el interior de la Maldición Almacenadora―. Tengo casi dieciocho años. ¡Soy un adulto en toda regla!
―Actúas como mocoso, llorando en todo momento.
―¡¿Y me lo dices tú?! ¡Tu voz es de mujer y es raro de un monstruo que podría querer comerme!
Hanami resopló.
―No voy a responder a las preguntas idiotas de un adolescente. Manipulación de Plantas: Semilla Maldita.
Hanami relajó su cuerpo y aplaudió con fuerza, provocando que Naruto parpadeara. Semillas salieron disparadas contra el chico a una enorme velocidad, impidiendo que este pudiera evadirlas, por lo que las recibió directamente...y rebotaron en su cuerpo como si estuviera hecho de acero o diamante.
―¿Qué se supone que iba a hacer eso?
―Así que, ¿no usas energía maldita?
―Según No-chan no tengo apenas de esa cosa, por eso uso mis herramientas malditas. Bueno, las que me dio el maestro―Naruto hizo crujir su cuello―. Es sorprendente que pueda usar algo como el "Puño Divergente", pero eso desgasta toda mi energía maldita. Y apenas estoy aprendiendo a manejarlo para una lluvia de golpes como el que te di. ¡Espero no haberte decepcionado!
Hanami hundió sus hombros. Si hubiera estado en otra situación distinta, se habría reído. ¿Un hechicero sin apenas energía maldita? ¿Y pretendía vencer a un grado especial? Resopló con diversión nada fingida y cerró ambas manos formando dos puños. Iba a intentar divertirse con el mocoso, pero no prometía no romperlo. ¡Eso iba a ser después de solamente golpearlo!
―Pero...espero que no me subestimes.
Si hubiera tenido ojos, Hanami los abría abierto como dos platos. Naruto se había desvanecido y ahora estaba pegado a su espalda, mirando hacia la otra dirección. Había sido solamente una fracción de segundo, un pestañeo humano o de alguien que tuviera ojos para poder pestañear. El chico se colocó detrás de él y ni siquiera pudo percibir cuando o como lo hizo. ¡Ni siquiera sintió la energía maldita burbujear en él o cambiar!
―¡¿?!
Levantó los brazos y giró el cuerpo a tiempo. Recibió la patada circular y salió disparado, estrellándose contra la barrera con un "prof" demasiado sonoro. Si aquella barrera hubiera podido ser rota por un impacto, Hanami estaba seguro de que habría sido con el golpe de su cuerpo tras aquel golpe. Fue uno con una fuerza realmente monstruosa, como si fuera una tonelada de hierro golpeándolo.
―¿Qué? ¿No te lo esperabas?―una nueva espada estaba en la mano del adolescente. Esta tenía la hoja negra y era conocida como la "Espada China" dado a su semejanza con un sable chino―. Eso pasa cuando la gente me subestima, ¿sabes? No entrené para ser un simple saco de boxeo. Y menos cuando me necesitan en otro lado. Aunque Rika protegerá a los demás si se da el caso, pero no quiero que se revele. No aún.
Hanami comenzó a erguirse, sintiendo como su cuerpo se regeneraba levemente. Sus costillas volvieron al sitio indicado y su abdomen lastimado ya no lo molestaba.
―...
―Entonces, tipo planta, ¿tercer y último round? Este es mío por derecho.
―Mocoso―plantas se removieron bajo el suelo. Hanami dejó que la ira y el resentimiento llenaran su voz, volviéndola gruesa―. Voy a matarte en nombre de mi rey.
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