Horizonte del Skandha Cautivador era el territorio innato creado por a energía maldita de Dagon alrededor de los tres individuos que estaban peleando actualmente: Dagon, Megumi y Naruto, envolviéndolos en una creación paradisíaca que había eliminado la tormenta de Kuoh y había transportado a los dos hechiceros a una playa tropical con arena caliente y el sol brillando en lo alto con los árboles tropicales moviéndose ligeramente ante el ligero viento veraniego.

El agua era azul, clara por la luz del sol, brillando con intensidad ante el cielo azul y despejado de cualquier nube que hubiera podido estar presente para tapar el astro que observaba la batalla, aunque fuera un sol completamente artificial, creado por la energía maldita de la maldición especial, la cual estaba en medio del agua, mostrando solamente la parte superior de su cuerpo, mirando a ambos hechiceros, quienes estaban en la playa, sorprendidos.

Los shikigami creados por la técnica maldita de Megumi fueron eliminados cuando la expansión tomó forma, deshaciéndolas y dejando desarmado al joven hechicero de segundo grado, quien se mostraba afectado con los gestos de su rostro. Para lo poco expresivo que solía ser el adolescente, estaba dejando ver el miedo que sentía al no tener acceso a sus shikigami, viendo cómo iban a ser devorados. Aunque esto no era así...completamente. Megumi no quería usarlo a "él", el único shikigami que podría darles la victoria. Si lo invocaba, probablemente moriría junto con Naruto y la maldición especial.

Sin embargo, alguien no estaba asustado.

Aquel punto de ruptura que superó, le dio la fuerza a Naruto para volver a ponerse de pie. No tenía a la Nube Itinerante en sus manos, había usado la energía maldita para golpear a Dagon y rompió un limitador de los hechiceros: el "Black Flash", aunque el mismo rubio no parecía comprenderlo que había hecho. Aun así, el Uzumaki se había puesto de pie, mostrando una sonrisa demasiado amplia como para creer que estaba dentro de una "Expansión Territorial" a merced de la maldición que los observaba desde el agua.

Maki y Nobara le dieron las nociones suficientes como para comprender lo que Dagon había hecho y la carta que había usado para detenerlos cuando lo presionaron lo suficiente. Una "Expansión Territorial" era el último movimiento para los hechiceros por las desventajas que le daba: solo podía usarse una vez al día y, después de ser usada, las técnicas malditas del usuario se verían afectadas volviéndose inestables. Entonces ¿por qué Dagon la había usado? Naruto vio en el aumento del poder de Dagon el factor que la maldición quería, además de haberlo empujado usando un "Black Flash" directamente contra él sin llegar a matarlo por no tener el control necesario.

Y él no sabía una expansión para contrarrestar la de Dagon.

Estaban atrapados en el mundo moldeado por Dagon, rodeados por una manifestación estructural de la energía maldita de la maldición, quedando apartados en una dimensión completamente distinta y sin las armas para salir.

Fue en ese momento en el que la sangre salpicó la arena y el gesto de dolor apareció en el rostro del aprendiz. ¿Qué había sido eso? Naruto bajó la cabeza y miró hacia su costado. La tela y la piel fueron cortadas y la sangre comenzó a convertir lo blanco en un rosado ligero que se mezclaba con la humedad.

Una figura se hizo presente durante unos instantes y el chico la captó por el rabillo del ojo, no entendiendo lo que había visto durante unos instantes. Fue el grito de Megumi lo que le hizo moverse, moviendo los brazos y separando las fauces de un inmenso animal marino que intentó devorarlo, siendo empujado unos metros por la fuerza de dicho shikigami que intentaba comerlo.

"¡Esta cosa intenta comerme!"

Naruto respiró hondo. Los músculos crecieron unos centímetros por el esfuerzo y empujó las fauces del animal causando un grotesco sonido de crujido y desgarro, haciendo que la mandíbula superior del animal marino se dislocara y saliera despedida, soltado gotas de lo que parecía ser sangre de la invocación, la cual desapareció cuando Naruto empujó al shikigami marino con un derechazo descendente que estrelló la destrozada cabeza de su enemigo contra el suelo.

Y un segundo shikigami lo atacó pasando a través del cuerpo de su compañero.

Energía maldita brotó de las extremidades superiores del aprendiz de hechicero. Sorprendiendo a Megumi, Naruto golpeó al segundo y tercer shikigamis al mismo tiempo, causando que estallaran por la fuerza y densidad de la energía maldita, generando un segundo golpe discordante que envió los restos a volar.

"¡Es...como Itadori!"

Por la mente de Megumi pasó el recuerdo de un joven de cabello corto y rosado, con sus ojos llenos de energía y alegría. Al mismo tiempo ese rostro se distorsionó y se convirtió en uno de cuatro ojos, de marcas oscuras cubriendo su rostro y torso.

Dagon golpeó sus palmas fuertemente causando una vibración sobre el agua que generó pequeñas ondas. Entrelazó las manos y formó un sello de mano. Segundos después, una lluvia de shikigami que salieron de detrás de la maldición, fue directamente hacia lo hechiceros.

Naruto separó las piernas. Dejó que el aire saliera de su boca. No le importó que su ojo fuera empañado por la sangre y el sudor. Tomó su propia mano con la mano contraria y echó hacia atrás el brazo derecho, torciendo el torso en esta dirección.

Lo había visto en un manga.

Tipo de emisión. Expulsar la energía maldita en un torrente moldeado que barrería con los shikigami como si fueran hojas caídas por la llegada del otoño. Iba a probar si eso podía ser real, si podía empujar y moldear su energía maldita en un ataque de emisión sobre sus enemigos y eliminarlos como si jamás hubieran existido.

Veinte metros.

Quince metros.

Diez metros.

Naruto dejó que la energía maldita corriera. Cuando mente llegó a lo que serían cinco metros, solamente elevó el brazo en un gancho atronador y generó una hoz cortante de energía maldita que parecía estar sombreada, golpeando al shikigami en el centro de la formación, dañando a los que estaban a su alrededor y avanzando hacia Dagon con intensidad, aunque este último la deshizo con un movimiento de su brazo y miró con desinterés al aprendiz.

―Esperaba que eso no fuera una clara idiotez. Pero lo es. Estas en mi "Expansión Territorial", en mi "dominio". Estas bajo mi control completo ahora, chico. Estas rodeado por shikigami infinitos que terminarán devorando tus entrañas.

Un quinto shikigami fue derribado por un derechazo de Naruto, quien no parecía estar presando atención a las palabras de su enemigo. Sin embargo, el chico miró a la maldición tres derribar al décimo shikigami con un izquierdazo.

―¿Ah? Si, eso lo he comprendido porque Ma-chan y No-chan me lo han explicado. "Expansión de Dominio" y todas sus cosas positivas como negativas. ¡Estoy en tu jaula, en tu hogar!―levó la mano hacia su hombro izquierdo. Lentamente una espada fue saliendo de la "Maldición Almacenadora" que perteneció a su mentor―. Aunque me tengas bajo tu pie, no me detendré. ¡No es como que me hayas partido en dos, bastardo!

La espada se movió siguiendo los designios de su dueño. Sangre y trozos de shikigami salpicaron la arena ante los atónitos ojos de Megumi, quien estaba intentando buscar una manera de escapar de allí. ¡Se suponía que los shikigami de Dagon deberían estar golpeando al chico de forma segura!

―No comprendes que vas a morir, muchacho. Estas en "mi" dominio, en mi territorio ahora. Si no has muerto, es solamente porque no he ido a matar. Ahora, sin embargo, voy a matarte y devorarte completamente, chico.

―¡Bla, bla, bla! No me interesa eso ahora mismo―la hoja se movió a una velocidad vertiginosa, superando el sentido de la vista de Dagon por una milésima―. Estoy lleno de "energía" y quiero hacer mi propio dominio ahora. ¡Por que suena divertido!

―¡¿?!

En este punto Dagon fue sorprendido. Un dominio no podía ser alcanzado por cualquiera y no podía crearse si el hechicero no era innato, como el caso de algunos hechiceros fuera de las líneas principales. ¿Un aprendiz iba a lograrlo? Incluso Megumi encontró una incongruencia en las palabras de su compañero.

―Expansión de Territorial―Naruto movió el brazo hacia su portador de armas personal―. ¡Maldición Almacenadora: dame esta arma que se llama como sea!

―¡¿Pero que mierdas dices, Naruto?!

Un shikigami cayó hacia el aprendiz. Con una sonrisa, Naruto cortó a la invocación moviendo la "Espada Romana" que sacó de su Maldición Almacenadora, siendo pringado por la sangre de la invocación.

―Ten, Megumi―el chico atrapó una espada de hoja negra―. Es la "Espada China". Espero que la cuides bien, porque Ma-chan me matará si se la daño.

Burla. Dagon vio la burla en los gestos del aprendiz y eso le hizo hervir de ira, sintiendo la energía maldita burbujeando dentro de él como si fuera un volcán. Y, por supuesto, esta estalló enviando olas hacia el mar que lo volvieron embravecido.

―Voy a matarte ante la burla, chico―formó otro sello distinto con las manos. Burbujas comenzaron a aparecer alrededor de Dagon acompañadas de espuma blanca―. Has provocado mi enojo y deseo que mueras. ¡Quiero que lo hagas!

―Megumi―tomando con su mano izquierda a parte derecha de su cuello, Naruto provocó un crujido―. Realmente ha sido un honor conocerte y esas cosas. ¡Ha sido muy divertido!

―Eres un idiota.

La energía maldita desbordaba. Una inmensa figura apareció detrás de Dagon con la forma de una inmensa serpiente de fauces normes, con dientes sobresaliendo de sus mandíbulas. Era inmensamente grande, probablemente con cientos de metros bajo el agua y de la vista de los hechiceros que observaron aquellos completamente atónitos, pues la parte superior del cuerpo del shikigami ya medía al menos unos veinte o treinta metros.

―¡Voy a mataros!

El aura de Naruto cambió, seguido de la de Megumi. Ambos adolescentes se posicionaron para enfrentar al enorme shikigami que se movió hacia ellos con la inmensa boca abierta.

―Vamos a ser comidos. Esto era de esperarse.

―Si, eso es de esperarse. ¡Pero vamos a formarle una indigestión!

Megumi podía ver la decisión en los ojos de Naruto. Estaba lleno de voluntad, demasiada voluntad. Y estaba sonriendo como un maniático que no temía a la muerte.

―¡¿?!

Una onda distorsionó el dominio de Dagon. Una segunda onda, hizo que el shikigami se deshiciera y desapareciera. Una tercera, generó fisuras en el mundo creado por la maldición especial y a la cuarta el dominio se deshizo como si jamás hubiera existido, devolviendo a los tres a la fría y húmeda calle de Kuoh con la lluvia volviendo a caer sobre los tres en un instante.

―¿Esto...?

―Alguien ha destrozado el dominio de Dagon desde el exterior―Megumi escaneó el área buscando al culpable, intentando localizar el foco de su energía maldita―. Lo han destrozado sin más, por lo que la fuerza es realmente desgarradora.

Dagon dejó caer sus brazos presa de la sorpresa. Un sudor frío recorrí su espalda y perló su frente al comprender que su mejor técnica fue derribada por una mayor la suya, por alguien que lo superaba en poder por un amplio margen.

―¿Vaya, vaya! Con lo que me he encontrado al venir a visitar Kuoh y conseguir unos dulces.

Los ojos de la maldición se agrandaron. Megumi y Naruto giraron sus cabezas y miraron detrás de sí para ver quien había hablado, quedando impactados.

Una venda oscura se deslizó por un cuello pálido. El pelo, de un color blanco como la nieve, se movió como una cascada plateada ante la incipiente luz del sol, el cual había comenzado a salir cuando las nubes se despejaron, como si hubiera sido la presencia de aquella persona quien terminó la tormenta.

Ojos azules observaron la escena, relucientes como dos zafiros golpeados por la luz del sol y se fijaron únicamente en la figura de Dagon, quien reculó ante aquello.

Lentamente, una delicada mano se levantó y el dedo apunto a la maldición.

―Te has portado mal, seguidor de Cthulhu―suave, la voz llegó a los oídos de Dagon―. Vamos a exorcizarte.

Envuelta en ropajes oscuros, la mujer de ojos azules y cabellera blanca sonrió.