XIII.

Estación de Shibuya. Parte abandonada.

Solo la luz de la Luna iluminaba aquel lugar oscuro. Aquel sector abandonado de la estación. Se podía observar algunas vías, y vagones desechados, llenos de polvo por el pasar de los años.

Y en el centro de todo siendo alumbrados por la luz del satélite, gracias al enorme agujero arriba de ellos, estaban Naruto y Sukuna.

- (Lo único que cambio en él, fueron sus ojos)- pensó Sukuna.

- (Estoy muy agradecido)- reconoció en sus pensamientos Naruto.

¡Shp!

El Rey de las Maldiciones levanto su brazo derecho con dos de sus dedos extendidos.

- (Agradecido con todo lo que hizo posible este combate)- sonrió el hechicero con un pequeño brillo en sus ojos.

Naruto ladeó su cuerpo levemente hacia la derecha. Un enorme tajo apareció en el pilar detrás suyo.

- (¡¡Lo ha esquivado!! ¡¿Acaso puede verlo?! ¡¿Este humano puede ver mi ataque?!)-

Una expresión nunca vista apareció en el rostro de Sukuna.

El Rey de las Maldiciones levanto sus brazos defendiéndose de un ataque por su lateral derecho. Aquella palma dorada comenzó a presionarlo con más fuerza.

¡Wham!

Sukuna salió disparado hacía atrás atravesando una columna, saliendo por detrás de esta.

¡Wham!

Siguió su curso traspasando una segunda.

¡Fush!

Finalmente, Sukuna quedo incrustado en una tercera columna, dejando un agujero en ella.

¡Fiuu! ¡Fush!

Naruto descendió su brazo derecho volviendo a acertar un golpe con su Boddhisattva.

Sukuna rodó por el suelo hasta clavar con fuerza las plantillas de sus pies en el frío piso, deteniendo su vuelo.

Alzó ambos brazos esta vez. Cuatro cortes invisibles salieron de sus dedos yendo contra el hechicero.

Naruto, incluso antes que llegaran a el, ya se encontraba dando una vuelta en el aire, esquivandolos.

El Rey de las Maldiciones apareció a la derecha de Naruto en un ataque sorpresa. Sin embargo, una palma dorada lo enterró contra el suelo antes de tocarlo.

Otro corte sorpresa salió del polvo tratando de tomar desprevenido al hechicero. Naruto, sin mirar, se agachó dejando que el ataque siguiera su curso.

De la nube de polvo, Sukuna salió yendo de frente hacia Naruto.

- (¡Te tengo!)-

El Rey de las Maldiciones extendió unos de sus brazos tratando de tocar a su oponente.

¡Pump!

Dos palmas doradas encerraron a Sukuna a centímetros de Naruto, aprisionandolo con fuerza.

El Rey de las Maldiciones usó toda su fuerza haciendo retroceder las palmas, simplemente, para que otro ataque lo golpeará de frente.

Sukuna volvió a salir disparado hacia atrás para acabar chocando contra otra columna.

- ¿Eh?-

La maldición enfoco su mirada hacía adelante viendo a su oponente frente a el.

Naruto, en el aire, llevo sus manos hasta su pecho en forma de rezo, nuevamente.

En ese segundo en el que la técnica maldita de Naruto aparecía, una sola emoción recorría el cuerpo de Sukuna.

Admiración por su oponente.

Otra palma dorada enterró aún más al Rey de las Maldiciones entre los escombros.

Sukuna salió del polvo yendo a toda velocidad contra su oponente. Su mirada estudiaba todos los movimientos del humano.

Los ojos zafiros de Naruto volvieron a brillar.

- (Eso es)- pensó Sukuna.

La maldición volvió a salir disparada hacia atrás producto de otro ataque.

- (Sus ojos pueden ver el futuro)- analizo Sukuna dando vueltas en el aire, recuperándose-. (Por eso mismo ve mis ataques, y esquiva por más que ataque desde su punto ciego)-

Otro ataque detuvo los pensamientos de Sukuna. La maldición choco con fuerza contra otro pilar produciendo una nube de polvo enorme.

¡Tap! ¡Tap! ¡Tap!

Naruto, sereno, se quedo observando la cortina de humo por donde aparecería su oponente a pasos lentos.

- De todos los hombres, maldiciones, y hechiceros a los que me he enfrentado en estos 1000 años- exclamó Sukuna-. Tú. Eres de los más interesantes-

El hechicero se relajo levemente.

- (Después de todos esos golpes, solo tiene unos rasguños)- pensó sin sorprenderse-. (Aunque no esperaba algo diferente)-

- Bravo- felicito Sukuna-. Tienes mis alabanzas-

Aquel comentario venía acompañado de un tono burlón, como si se tratase de un adulto mofándose de un niño.

- (¡Una maldición no debería menospreciar a los humanos!)-

Naruto volvió a llevar sus manos hacía su pecho.

Otra palma dorada, en forma horizontal, ataco a Sukuna.

El Rey de las Maldiciones uso una columna como soporte y se abalanzó a toda velocidad contra su oponente.

Otra palma "cacheteo" a Sukuna evitando su ataque.

La maldición impacto con fuerza sobre el techo levantando otra nube de polvo.

¡Fush! ¡Fush!

Sukuna se movía a toda velocidad tratando de encontrar un punto ciego en su oponente. De sus manos salían disparados cortes que Naruto esquivaba moviéndose, o agachándose.

El plan de Sukuna era fácil. Atacar hasta que la energía maldita de Naruto se terminara.

- (Su energía maldita no es infinita. Tarde o temprano se le acabara)- pensó Sukuna.

El Rey de las Maldiciones volvió a impactar con fuerza contra el suelo, producto de otro ataque.

- (No hay ninguna duda. Si yo fuese el de aquella vez)- pensó recordando su poder cuando solo tenia un par de dedos, específicamente su pelea contra Fushiguro Megumi-. (Hubiera sido exterminado)-

Naruto entrecerró su mirada sabiendo lo que se vendría en aquel instante.

- (¡Tendré que ir más allá de mis limites para detenerlos todos! ¡Aquí viene!)-

- Ryõiki Tenkai (Expansión Territorial): ¡Relicario Maldito!-

Sukuna activo su expansión empezando a pelear enserio.

Decenas de cortes salieron disparados contra el hechicero que los recibió desviandolos con las cien palmas de su Boddhisattva.

¡Fush! ¡Fush! ¡Fush!

Los cortes impactaban contra las palmas que se movían a toda velocidad defendiendo a su usuario.

Tras la expansión territorial de Sukuna, la pelea no duró ni un minuto.

Lo único que se podía ver, eran cientos de cortes ser desviados por las palmas del Boddhisatvva.

Al estar cerca de su limite, los sentidos físicos y mentales de Naruto aumentaron, produciendo una ráfaga de cientos de golpes que encendió un incontable número de luces entre los combatientes.

Y entonces, llego el limite.

¡Flush!

Naruto desvió su mirada hacía un costado viendo como su brazo izquierdo caí al suelo tras un corte limpio.

Sukuna se quedo a metros de su oponente deshaciendo su expansión territorial.

- Uzumaki Naruto, sin lugar a dudas, eres el pináculo de la fuerza humana. Fue una batalla magnifica-

Naruto llevo su único brazo hasta su muñón tratando de detener la sangre que salía sin freno.

- Perdiste por ser humano, por ese limite en sus fuerzas. Su raza ha dejado de evolucionar. No pueden contra la constante evolución de las maldiciones-

Naruto solo miraba al suelo con los mechones de su flequillo ensombreciendo su mirada.

- Esa fue la diferencia en esta batalla-

El silencio se apodero del lugar tras aquel breve discurso. Naruto entreabrió sus labios dejando escapar un suspiro, para luego convertirse en una risa atronadora que inundo todo el sitio.

- No subestimes a la raza humana, Sukuna-

Naruto levantó su cabeza dejando ver que sus ojos aún tenían aquel patrón de flor de loto.

- Sukuna, Rey de las Maldiciones. No entiendes nada-

Una sonrisa terrorífica se extendió por el rostro del hechicero.

- El potencial humano para evolucionar es infinito-

Sukuna cambio rápidamente su mirada. Un sentimiento que parecía habérsele olvidado con los años lo ataco.

Miedo.

Una simple mirada al rostro de Naruto, le hizo darse cuenta a Sukuna que aquel humano no mentía. Y sobretodo, aún guardaba algo más.

- Oye- llamó Naruto riendo un poco-. ¿Crees que necesito ambos brazos para activar mi ritual?-

Aquella pregunta sarcástica activo todas las alarmas internas de Sukuna.

Las plegarias venían del corazón.

El rostro del Boddhisattva apareció detrás del Rey de las Maldiciones.

- Zero no Te (Mano Zero)-

Dos palmas cubrieron gentilmente a Sukuna encerrandolo.

El Boddhisattva abrió su boca cargando una especie de rayo de luz usando toda la energía maldita de Naruto. Soltandolo, en un rugido inmisericorde.

Sukuna trato de liberarse usando toda su fuerza, dándose cuenta que era imposible.

- Ryõiki Tenkai (Extensión Terriorial): ¡Relicario Maldito!-

Por segunda vez en el día, Sukuna tragándose su orgullo, extendió su territorio contratacando.

El rayo de luz del Boddhisattva salió de la boca yendo contra la maldición.

Por un último segundo, Sukuna conecto su mirada con la de Naruto, quien comenzaba a caer al suelo inconsciente por todo el esfuerzo.

- (Ya veo...)- pensó el Rey de las Maldiciones-. (Lo planeaste todo desde el inicio. Desde el principio... fue jaque mate)-

¡Boom!

Una enorme explosión sacudió los cimientos de Shibuya.

Fin del capítulo.

Espero que les haya gustado.

¡Nos leemos en otro capitulo!

Bye-bye~

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