XII.

¡Flush!

El puño de ambos conectaron con la quijada de su oponente. La onda expansiva detrás del impacto mando hacia atrás al par.

- Nada mal- halago Sukuna moviendo su mandíbula de izquierda a derecha, reduciendo el leve dolor.

- Lo mismo digo- respondió Naruto moviendo su cuello haciendo tronar varios huesos.

Ambos se encontraban ahora a metros de distancia mirándose.

Sukuna puso en su rostro una expresión de confusión. Frente a el, Naruto llevo sus manos hasta sus pies comenzando a quitarse sus zapatillas.

- Perdón. Supongo que será una batalla difícil, quiero estar lo más cómodo posible~

Naruto termino su acción quedándose sin su calzado, cubriendo sus pies con solo un par de medias.

¡Tap! ¡Tap! ¡Tap!

El hechicero dio un par de pasos hasta detenerse de nuevo por completo.

¿Habría mucha diferencia entre su poder y el de Sukuna? Era hora de averiguarlo.

El Rey de las Maldiciones, abrió sus párpados impresionado al ver como el tiempo alrededor de su oponente parecía disminuir en velocidad.

Las manos de Naruto viajaron hasta su pecho en forma de rezo. Una pequeña luz dorada nació dentro de ellas, para enseguida viajar hasta su espalda.

La luz se expandió formando un gran domo detrás de Naruto. Y aquel mismo domo tras escasos segundos, comenzó a tomar otra forma. Un enorme Boddhisattva se alzaba en todo su esplendor.

- Hyakushiki Kannon (Guanyin Boddhisattva de 100 tipos)-

Sukuna se quedo observando aquel espectáculo con una sonrisa en su rostro.

- Ichi no Te (Primera Mano)-

Descendiendo su brazo derecho, la marioneta detrás del rubio imito su movimiento golpeando a Sukuna con un golpe en forma de chopp.

Una pequeña nube de polvo se genero en el lugar.

¡Stup!

Sukuna escupió una pequeña cantidad de sangre al suelo. El Rey de las Maldiciones se encontraba de rodillas en el suelo, dentro de una grieta, producida por el anterior golpe.

¿Hace cuanto que un golpe no lo hacia sangrar?

La maldición pasó una de sus manos limpiando el hilo de sangre bajando por la comisura derecha de sus labios.

Sukuna dirigió su mirada hacía el frente, de nuevo, para observar a su oponente con las manos en forma de rezo.

- San no Te (Tercera Mano)-

Las palmas doradas se dirigieron a su oponente en toma de un aplauso, aplastando al mencionado.

La onda expansiva generada por el ataque fue suficiente como para destrozar los vidrios de los establecimientos, y edificios más cercanos.

La mirada de Naruto jamás se tiñó de sorpresa. Esperaba aquel resultado. Sukuna se encontraba reteniendo las palmas con sus brazos, usando solo su fuerza física.

El Boddhisattva desapareció nuevamente dejando a su usuario al merced de su oponente.

- ¡Divierteme! ¡UZUMAKI NARUTO!-

Sukuna soltó una risa que inundo todo el lugar.

Y Naruto le respondió con una sonrisa.

El par de mujeres se encontraba en silencio esperando por la ayuda. Más bien, solo una de ellas. La otra esperaba por ordenes de no entrometerse.

- Confías mucho en él, ¿verdad?- preguntó Nitta tratando de olvidar el dolor de sus heridas.

Nobara no respondió al instante. Su mirada seguía posada hacia el frente, y la golosina regalada por el rubio, permanecía dentro de su boca, saboreandola.

- Si, hay idiotas como él, que entran en tu corazón como si fuese su casa- respondió Nobara con una pequeña sonrisa.

Nitta puso una sonrisa divertida.

- Con que se trata de eso, ¿eh?- exclamó la mujer palmeando levemente la espalda de la alumna.

Nobara gano un pequeño sonrojo.

- ¡No me refería a eso! ¡No solo confío en él, también lo hago en el resto de mis compañeros!- se defendió la chica.

La alumna de primer año se levanto de su asiento apuntando a su acompañante.

- ¡No malinterpretes! ¡Deja de reírte!- ordenó sonrojada Nobara.

- No dije nada sobre eso- se defendió Nitta-. Tu sola lo das a entend-

Ambas callaron al sentir un leve temblor. Las lámparas colgadas en el techo, se balanceaban de lado a lado, lentamente.

- ¿Un terremoto?- preguntó Nitta.

Nobara corrió hasta la salida comenzando a mirar hacia todos lados.

- ¿En serio?- balbuceo la estudiante con su mirada viendo a lo lejos.

- ¡¿Que sucede?!- preguntó desde su lugar Nitta, incapaz de moverse por sus heridas.

- No... no es un terremoto- respondió Nobara tragando saliva nerviosa frente a la escena-. Alguien está peleando-

La respuesta de la chica congelo a la mujer. ¿Una pelea estaba haciendo temblar Shibuya?

Nobara seguia con su mirada enfocada hacía el frente, a lo lejos, donde se podía ver el derrumbe de un enorme edificio.

¡Tromp! ¡Crash!

El techo de un edifico fue destrozado dejando ver a dos figuras.

- ¡¿Eso es todo, Uzumaki?!- rugió Sukuna.

Ambos oponentes se encontraban ahora en medio del aire, a metros sobre el suelo.

¡Cough!

Naruto abrió la boca dejando escapar una gran cantidad de sangre.

- Apenas comienzo- contesto Naruto llevando sus manos hasta su pecho.

Antes de terminar su acción, el rubio movió su cabeza hacia atrás y hacía un costado. Un pequeño corte apareció en su ceja izquierda.

Los reflejos pulidos, y años de experiencia le habían advertido al chico del ataque de Sukuna.

¡Fwooosh!

El Rey de las Maldiciones había atrapado con una de sus manos el rostro de Naruto, comenzando a caer en picada.

¡Graak!

La cara de Naruto fue estampada contra el techo de otro edificio.

Sukuna sonrió aplicando más fuerza.

¡RRRMBBB!

El techo se rompió, y el Rey de las Maldiciones siguió estampando el rostro del hechicero, piso por piso hasta llegar a planta baja.

¡Cough!

Naruto volvió a toser. La sangre bajaba por todo su rostro. El hechicero se encontraba en el suelo, tomando un respiro. Detrás suyo, Sukuna lo miraba tranquilo con las manos en sus bolsillos.

- Venga, vamos. Tu puedes- exclamó la maldición aplaudiendo-. ¿Puedes aguantar un poco más?-

Naruto desvió su mirada hacía atrás con una sonrisa.

- Te lo dije, apenas comienza- contesto Naruto.

Sus ojos azules zafiros brillaron levemente.

Sukuna subió su guardia, pero aún así recibió aquel gancho que lo mando a volar hacía un costado.

El Rey de las Maldiciones atravesó la pared cayendo en la vía pública. Cuando Sukuna se puso en posición, Naruto ya estaba en el aire.

Uniendo sus dedos indices y pulgar, Naruto formó el número 99.

- Tsukumo no Te (Mano Noventa y Nueve)-

El Boddhisattva apareció detrás suyo empezando el ataque.

Los pies de Sukuna se clavaron en el suelo con fuerza. La primera palma le llego comenzando a arrastrarlo por el suelo. Sus pies se clavaban con toda su fuerza, pero era empujado hacía atrás.

El Rey de las Maldiciones apretó sus dientes haciendo un esfuerzo, pero finalmente, cedió. Sukuna fue aplastado en el suelo por la palma, y tras solo un segundo, otra palmada descendió impactando sobre él.

Pronto, se vio bombardeado por una ráfaga de golpes que hacían temblar todo el lugar.

Una enorme nube de polvo cubría todo la zona.

El piso se abrió formando un gran agujero por donde ambos contrincantes empezaron a caer.

Sukuna, con varios rasguños en el, dio una voltereta en el aire y soltó un ataque.

¡Flush!

Ni sus reflejos, ni sus años de experiencia fueron suficientes para esquivar el corte del Rey de las Maldiciones.

Naruto apretó sus dientes cuando el dolor en el costado derecho de su estomago lo golpeó, mostrando que el corte de Sukuna le había impactado.

Ambos oponentes se adentraron en la nube de polvo pausando brevemente el combate.

El lugar oscuro, se vio iluminado gracias a la luz de la Luna que se pudo colar debido al enorme agujero arriba de ellos.

El polvo se despejó mostrando al par separados por varios metros.

Sukuna solo presentaba pequeños rasguños, y un pequeño hilo de sangre recorriendo la comisura de sus labios.

Naruto estaba sangrando por su nariz y boca, y un feo corte se presentaba al costado derecho de su estómago.

- Morirás desangrado- exclamó Sukuna desanimado sabiendo que la batalla acabo.

- No me hagas reir~

El Rey de las Maldiciones abrió sus párpados sorprendidos viendo a su oponente. Naruto alzó su mano derecha para luego descenderla, golpeando su abdomen.

Los músculos de esa zona se contrajeron parando la hemorragia.

- ¿Moriré? No presumas tanto por un golpe de suerte- exclamó sonriendo Naruto-. La batalla apenas comienza~

Sukuna extendió una sonrisa enferma en su rostro.

- Me has entretenido. Lucharé contigo enserio- mencionó el Rey de las Maldiciones.

Ahora fue el turno de Naruto de poner una sonrisa. El combate pasaría a estar a otro nivel.

- Supongo, que también tendré que ir con todo- exclamó el chico cerrando sus párpados llevando las manos hasta el centro de su pecho.

¡Plaf!

Dio un aplauso. Los dedos anulares y meñiques de ambas manos descendieron, y finalmente el hechicero, unió sus palmas.

- Ryõiki Tenkai (Expansión Territorial)-

En la antigüedad eran cuatro familias las que reinaban el mundo de la hechicería. Kamo, Zenin, Gojo, y Uzumaki. Cada clan tenía su técnica especial que los llevo a la grandeza. Y aquello que llevo a lo alto a los Uzumaki fue... la expansión territorial.

Un aura comenzó a rodear a Naruto quien abrió sus párpados.

La expansión territorial construía un espacio cerrado que cubría un área circundante, envolviendo al usuario y oponentes. Sin embargo, en el caso de los Uzumakis, era de otra manera.

La energía maldita salía, y volvía al cuerpo del usuario dotándolo de distintas habilidades. Algunos registros insinuaban extremidades extras en el cuerpo, visión de 360 grados, súper fuerza y súper velocidad, entre otras cosas.

Las pupilas de Naruto comenzaron a cambiar de forma obteniendo el patrón de una flor de loto.

- Alaya- Vijnana (Iluminación Perfecta)-

La expansión territorial de Naruto le otorgaba el poder de... ¡ver el futuro!

Con un Naruto al 100% y un Sukuna a punto de pelear enserio, el segundo round comienza.

Fin del capitulo.

Espero que les haya gustado~

Los separadores están hechos por Okkotsu_Ryder. Gracias bro~

¡Nos leemos en otro capitulo!

Bye-bye~

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