2. III.
Varios días más tarde. Prefectura Tochigi.
Nobara, con su parpado cerrado, trataba de evitar el pequeño sonrojo en sus mejillas. Cosa que conseguía con eficiencia al estar de espaldas frente al hechicero.
Naruto, detrás de Noo-chan, peinaba el cabello de la chica gentilmente, sacándole los nudos que se pudieran haber formado.
Desde su camino hasta la prefectura de Tochigi se habían encontrado con decenas de maldiciones, a las cuales eliminaron.
- Esos bastardos ensuciaron mi chaqueta- se quejo Nobara sacándose la prenda del uniforme quedando con su camisa blanca.
- Hicieron bien- respondió Naruto lanzando el peine a la chica-. Hakari no debe de saber que estás aliada con la escuela- mencionó el hechicero cruzándose de brazos observando un parking abandonado a lo lejos.
Hakari se hallaba en un estacionamiento vacío como jefe de un evento de peleas clandestinas. Aquello iba en contra del articulo 8 de las reglas de la hechicería.
Según la información, entre el público también habían no-hechiceros. Y algunos usuarios de maldición seguramente estarían entre los participantes.
- Espera un momento, ¿y cómo harás tú para entrar?- preguntó Nobara confundida.
- Ahí apareces tú, Noo-chan- mencionó Naruto sonriendo burlonamente-. Yo no entraré. Haka-chan me reconocerá en seguida-
La muchacha solo dio un suspiro entendiendo por donde iban los planes.
Naruto deslizo levemente sus gafas de sol hasta la punta de su nariz dejando entrever aquellos dos ojos color zafiro.
- Felicidades, esta es tu primera misión en solitario- mencionó dando unos pequeños aplausos-. En resumen, entra ahí, patea algunos traseros. Yo solo iré en caso de emergencia- avisó dando un bostezo.
Nobara solo gano un pequeño tic en su único ojo.
Ese bastardo, simplemente no quería esforzarse de más. Bueno, por un lado tenia razón. No podía aparecerse así sin más por la puerta principal llamando a Hakari, el alumno de tercer año.
- (¿Qué tan fuerte será?)- pensó Nobara levantándose del suelo caminando hacía su compañero.
En palabras de Naruto, Hakari era fuerte.
- (Aunque dudo que esté a tu nivel...)- pensó Nobara posicionándose a un lado del rubio viéndolo de reojo.
¡Fush!
Una sudadera negra se estampó contra el rostro de la hechicera.
- Ten, usa la mía para estar más cómoda. Además hace algo de frío- mencionó Naruto habiéndole dado su prenda a la chica quedando con aquella musculosa con el logo de Usa-chan.
¡Maldito imbécil!
Las mejillas de Nobara volvieron a teñirse. Ese rubio idiota no ayudaba en nada a olvidar aquellos sentimientos que tenia por el. Prestarse la ropa, ¿no lo hacían las parejas?
La hechicera se puso la sudadera dándole una apariencia algo tierna.
La prenda le llegaba de largo hasta las rodillas al ser más pequeña de tamaño a comparación del muchacho. Las manos de Nobara ni siquiera sobresalían de las mangas, debería de arremangarlas.
La sudadera olía a dulces.
Tapando la mitad de su rostro en ella, Nobara oculto una pequeña sonrisa.
- ¿Lista para hacer mierda todo?- preguntó Naruto.
- "Hacer mierda todo" es mi segundo nombre- exclamo Nobara con una mirada decidida.
Naruto giro para observarla sorprendido.
- ¡¿De verdad?!-
- ¡No, idiota! Solo era una referencia. Arruinaste el momento épico-
- Ah, lo siento-
El dúo de hechiceros estaba listo para el asalto.
Entrada D del estacionamiento abandonado.
Nobara se acercaba a paso lento hacía la entrada custodiada por dos idiotas, bajo su perspectiva obviamente.
Aún ni siquiera entendía bien la situación. Por un lado, ellos estaban en una zona gris. Ni enemigos del instituto, pero tampoco aliados al tratar de liberar a Gojo Satoru de su sello. Sin embargo, este sujeto Hakari seguramente los vería como enemigos.
La expresión de Nobara cambió a una de asco ante el silbido.
- Lo siento, hermosa- mencionó uno de los guaridas, el mismo que le había silbado-. Este no es lugar para andar paseando, aunque no me importaría que vengas a mi apartamento más tarde-
Los dos hombres se acercaron hacia la muchacha.
Uno de ellos parecía el típico guardaespaldas, grande, tosco, y robusto como un placard. Alguien parecía haberse sobrepasado con las inyecciones.
El otro era el típico jefe bajito que se escondía detrás del mantón. Vestido formalmente dando aires de elegancia, a pesar que seguramente era un pobre muerto de hambre.
- El único que puede decirme hermosa es mi novio, simio con esteroides- mintió Nobara respecto al novio.
Aquel comentario no pareció agradarle del todo al grandulón.
Maldito Naruto. ¿Cómo se atrevía a mandarla a ella, una dama, a un lugar repleto de idiotas?
- Será mejor que te hayas ido antes que cuente hasta tres, muñeca. No me contengo en dar palizas, incluso ante mujeres- musitó el hombre haciendo tronar los huesos de sus dedos-. Ya sabes, soy un fiel seguidor de la igualdad de género-
- Métete toda esa mierda por donde no te da el Sol, simio con esteroides- exclamo Nobara-. Quiero dinero. Vine a ganar algo en este club de peleas-
¡Fush!
Nobara ni siquiera parpadeo cuando el puño derecho del hombre se detuvo a centímetros de su rostro.
- La primera regla del club de la pelea es "No hablar del club de la pelea"- informó el grandulón-. Dime quien te dijo sobre este lugar. Luego iré a darle una paliza-
- Pffff- río Nobara-. Parece que tu jefe ha visto demasiado las películas de Brad Pitt. Hasta les copio las reglas. ¡Que patético!-
- Tú, mocosa...-
- ¿Qué sucede? ¿No puedo entrar, o tengo que darte una paliza?- preguntó Nobara sonriendo.
Antes que el hombre comenzara una pelea la voz del sujeto detrás suyo lo detuvo.
- Riota, ya basta- mencionó levantando su mano mostrando la pantalla de un celular encendida-. El jefe está de acuerdo con que entre-
Ante aquello, la atención de Nobara se dirigió hacia las cámaras posicionadas en todo el lugar. Así que no eran un farol, realmente estaban observando todo.
- Empezarás desde abajo, mujer- mencionó el hombre pequeño-. Tendrás que ir ganando si quieres ser cabeza de serie-
Nobara soltó un bufido, y de un sopetón empujo al par de hombres hacia los costados dejándole vía libre.
- ¡Háganse a un lado, perdedores! ¡Tengo culos que patear!-
Ambos sujetos solo se quedaron observando a la hechicera adentrándose en las instalaciones como si fuese una modelo en una pasarela.
Desde su primer dia en la escuela de Jujutsu, hasta hoy, todos los demás se habían lucido.
Pero hoy, era su turno.
Era momento de que Kugisaki Nobara brillara.
¿Y que mejor manera de hacerlo que...?
¡Pateando traseros!
Fin del capitulo.
Los siguientes dos o tres capítulos serán protagonizados por Nobara. Espero que les guste.
Dejando su voto y comentario ayudan. Seguidme si no lo estás y únete a este grupo de hechiceros~
Nos leemos en otro capitulo.
Bye-bye~
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