2. II.
En algún lugar de Japón.
El Sol se encontraba en lo más alto marcando el mediodía. Las cigarras cantaban su melodía avisando del inminente calor que se vendría.
Para cualquier persona que practicara montañismo o simplemente le gustara la fotografía, aquel lugar, era el lugar. Un espacio en las montañas lejos de la sociedad. Animales, plantas, y una hermosa vista.
En pose de flor de loto, una figura femenina meditaba. Debido a su entrenamiento llevaba un pantalón negro de tela, siendo ideal para estirarse. Cubriendo su tren superior, una remera blanca con tirantes.
Incluso el parche en su ojo no ocultaba la belleza de su rostro.
Su ceño se frunció ante la calma que había en el ambiente. ¡¿Por cuánto tiempo haría esto?!
- ¡Ya me harté de esto! ¡Quiero ir a patearle el trasero a maldiciones o salir de este lugar!-
Kugisaki Nobara, Hechicera de primer año de la Escuela de Jujutsu.
La muchacha apoyó su espalda contra el suelo quedándose observando el cielo.
- ¿Cuántos días más hay que entrenar? Ya estoy aburrida de esto- exclamo Nobara dando un suspiro cansador.
Podría estar comprando en algún shopping ropa de moda o algo por estilo. Algo difícil realmente considerando que Japón ahora era un caos debido a la horda de maldiciones.
Ya habían pasado dos semanas desde su partida en la búsqueda de Hakari, el alumno de tercer año. Y tres semanas desde que Getou había utilizado el hechizo Uzumaki para debilitar la barrera de Tengen, comenzando una nueva era de maldiciones, como en la antigüedad.
- Tienes que entrenar porque eres débil, Noo-chan~
Aquella voz burlona hizo a Nobara fruncir su ceño.
- ¡¿Qué dijiste?!- interrogó la chica poniéndose de pie rápidamente mientras sacaba su martillo.
Nobara ganó una expresión de enfado ante la risa sarcástica que obtuvo como respuesta.
- No fui yo a quien le explotaron mitad de cara~
¡Fush!
La muchacha con un movimiento, que dejaría en vergüenza a la mayoría de beisbolistas, lanzó el martillo a la cabeza de quien reía.
- No te alteres que te saldrán canas, Noo-chan-
La otra persona presente se trataba de un hombre. Su cabeza se hallaba levemente ladeada hacia la derecha al esquivar el arma de su compañera. Al igual que su acompañante, el muchacho llevaba ropa de entrenamientos con él. Bueno, solo un pantalón, ya que su torso se encontraba al descubierto. Unos lentes de sol redondos oscuros ocultaban sus ojos azules, similares a los de su tío, Gojo Satoru.
Naruto imitaba a Nobara estando en la misma posición de loto, sin embargo, con una pequeña diferencia. Las piernas del hechicero no tocaban el suelo. El sudor recorría el cuerpo del muchacho ante el esfuerzo de mantenerse en el aire usando solo la fuerza de sus pulgares.
- Tendríamos que estar buscando al idiota de tercero- expresó Nobara dando un resoplido molesto.
Ya estaba harta de ver tanta naturaleza. Aquello solo le recordaba a su antigua vida en aquel pueblito alejado de la ciudad.
- A Haka-chan~
¡Fush!
Naruto dejo su posición levantándose de un salto.
- Si ese, lo que sea. Japón está hecho un caos- expresó Nobara recordando a cuantas maldiciones se habían topado desde la escuela hasta este lugar-. Deberíamos de estar buscando a ese tonto, e ir a los Juegos que está haciendo ese loco con aires de monje frenton-
La chica trago saliva ante la mirada seria que tiñó el rostro de Naruto, levemente oculta por sus gafas de sol. Eran pocas las ocasiones donde lo había visto con aquella expresión, se contaban apenas con los dedos de las manos.
La primera vez había sido cuando en una de sus salidas al shopping, un niño derramo su helado encima de la remera de Naruto, en especifico, manchando a Usa-chan, el conejo con un parche en el ojo que llevaba de estampado.
- ¿Y estás preparada para eso?- preguntó Naruto mientras señalaba a su cabeza-. En tu última pelea no saliste muy bien parada que digamos. Si no fuese por Yuta, estarías muerta-
- ¡Me tomó por sorpresa! ¡Sino no volvería a pas...!-
- Habrá gente más poderosa que Mahito, estoy seguro. Habrá sujetos con técnicas malditas desconocidas incluso para mi-
Nobara adquirió una mirada seria.
- Somos hechiceros. La muerte nos rodea- expresó la chica cerrando su párpado comenzando a estirar los músculos de las piernas-. Incluso tú, el actual "hechicero más fuerte" podría morir- termino de decir inclinándose hacia adelante a punto de tocar con sus dedos la punta de los pies.
Nobara abrió rápidamente su párpado al sentir una presencia a su espalda.
- Créeme, eso lo sé muy bien- exclamo Naruto detrás de la chica.
El cálido aliento del hechicero golpeo la nuca de la chica produciéndole un leve, pero placentero escalofrío.
- Se muy bien que la muerte los rodea a ustedes los hechiceros comunes, pero...- expresó Naruto apoyando su rodilla en la espalda de la chica ayudando con su estiramiento-. Esos serán ustedes. Matarme a mi, será algo difícil- susurró al oído de la chica.
Nobara comenzó a ganar un intenso sonrojo en su rostro. Nadie podía culparla. El chico por el cual tenia sentimientos se hallaba detrás suyo mientras le susurraba al oído. Sin olvidar que era una chica adolescente con las hormonas alborotadas.
- Sobretodo tras mi pelea con Sukuna- mencionó Naruto sonriendo de lado-. Esa pelea ha despertado un potencial que yacía dormido. ¿Ya sabes? Algo que las personas ven y sienten a punto de morir. En otras palabras, ahora poseo otro as bajo mi manga- dijo manteniendo su nuevo poder en secreto.
Nobara soltó un pequeño gemido ante la posición de estiramiento que ya resultaba algo dolorosa.
Naruto retiro su rodilla de la espalda de la chica dejándole descansar.
- ¿Puedo saber que es?- pidió Nobara viendo de reojo al rubio.
Ambas miradas se encontraron en un duelo.
- No- expresó Naruto arrastrando la última sílaba.
- ¡¿Ah?! Bastardo, ¿por qué no?- interrogó Nobara dándose media vuelta rápidamente.
Grave error. El sonrojo de la muchacha solo se intensificó aún más. Ahora el rostro de ambos se hallaba a centímetros de distancia con sus narices a punto de tocarse. Y los labios a una distancia demasiado corta que podría ser cortada por un simple acercamiento.
- Porque no- respondió Naruto dando la típica respuesta de madre ante un pedido-. Pero si tanto quieres saber, puedo contarte algo... Más bien es una teoría mía-
Nobara desvió la mirada hacia los labios del hechicero. Tan cerca, y tan lejos al mismo tiempo. ¿Tendrían un sabor dulce debido a todas las golosinas que Naruto consumía?
- El nombre de mi tío es Satoru Gojo, hermano menor de mi padre- reveló haciendo que la sorpresa tiña el rostro de Nobara-. Y mi madre, Kushina Uzumaki. Soy mitad Gojo, mitad Uzumaki-
La chica observo aquellos hermosos ojos zafiros ocultos tras los lentes de sol. Ahora que mencionaba su linaje notaba aquel parecido en los ojos, y en la mirada.
Satoru Gojo y Uzumaki Naruto tenían la misma mirada, y al mismo tiempo, distintos ojos, pero tan parecidos al mismo tiempo. Como si se complementarán.
Mientras Satoru tenían un color azul parecido al cielo, Naruto poseía un azul marino que recordaba al océano. Uno representaba el cielo, y el otro la tierra. Arriba y abajo. Dos lados de un mismo ideal. Un hecho. Un sueño. Una idea.
Algo que solo Naruto y Satoru conocían o veían al ser los más fuertes.
- Tengo la certeza que los seis ojos del clan Gojo se mezclo con la expansión territorial particular del clan Uzumaki, dando origen a mi poder de ver el futuro- explicó Naruto mientras señalaba lo que yacía detrás de sus gafas.
- Ahora que mencionas a tu clan...- expresó Nobara recibiendo un asentimiento para que prosiga-. A diferencia de los demás hechiceros, la expansión territorial de los Uzumakis ocurre interiormente, sin embargo, también posees sangre Gojo. ¿Acaso no podrías tener dos expansiones de territorios?- preguntó poniendo una expresión dudosa-. Una normal como el resto de hechiceros, y otra interior de los Uzumaki-
Naruto solo respondió con una sonrisa zorruna.
- Ahora que lo dices, tanta naturaleza ya me tiene hastiado- exclamo el hechicero cambiando de tema mientras observaba a su alrededor.
- ¡Bastardo, no cambies de tema!-
Naruto sonrió simplemente para lamer la nariz de Nobara mientras reía.
- ¡¿Qué haces, idiota?!- gritó la chica limpiando la zona lamida mientras intentaba ocultar el inmenso sonrojo.
- Se acabo el entrenamiento, Noo-chan- exclamo sacando un dulce de su pantalón-. Hay que ir por Haka-chan~
Nobara dio un suspiro ante aquello.
¿Que le depara el destino si seguía haciendo equipo con Naruto?
Fin del capitulo.
Espero que les haya gustado. Un capitulo que deja sobre la mesa un power-up futuro para Naruto.
Estos siguientes capítulos tratarán sobre Naruto y Nobara y sus aventuras por Japón.
Si les gustó dejen su estrellita y comentario. Compartiendo el fic también ayuda.
Nos leemos en el próximo capitulo.
Bye-bye~
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