JiSung fue el primero en bajar del taxi frente a la casa de su primo, seguido de MinHo, quien luego de haberlo discutido, terminó pagando por insistencia propia.

Sí, claro, pudieron haberse ido en la motocicleta del pelinegro, sin embargo, traer una mascota de regreso, sería complicado, por lo que lo mejor fue irse en taxi, y regresar caminando; al final, el chico no vivía lejos de su nuevo recinto.

Cuando el mayor estuvo a su lado, le dió la mano, brindándole calor, entonces lo miró. —¿Estás listo?

El chico asintió. —A tu lado siempre.

Más allá de tener un animalito en su hogar, era algo así como un paso más en su relación, una responsabilidad que ambos iban a tener en común, algo así como un hijo.

Una vez frente a la puerta, JiSung tocó el timbre, esperando que fuese abierta por uno de sus dos amigos, y así fue, el rostro sonriente de JooYeon les recibió a ambos.

—¡Hyung! —lo abrazó.

—Hola, Junnie —palmeó su espalda, entonces se separó y el menor saludó con una reverencia al mayor de todos.

—HyeongJun, hey —acarició su cabello. —Qué grande estás.

—Algo —rió. —Pasen, JooYeon está en su habitación con los gatitos, le diré que ustedes ya están aquí. Adelante.

Ambos mayores se adentraron en la casa, MinHo cerró la puerta y siguió a su novio hasta sentarse en la sala, mientras vieron a JunHan desaparecer por el pasillo que conducía a las habitaciones.

Hubo un tiempo en el que el pequeño primo de JiSung vivió en la casa de los Han, ya que sus padres no aceptaban aún que fuera solo a prácticamente vivir a los dormitorios de la escuela, sin embargo, luego conoció a JooYeon, y terminó habitando en su casa, lo cual era bueno, por temas de cercanía.

El peliazul dirigió su mirada a si novio, y lo vió, además de emocionado, nervioso, por el mover de su pierna constantemente mientras esperaban.

Era característico, ya que sólo ocurría en situaciones en las que realmente estaba muy, muy nervioso; entonces, colocó su mano en su pierna, haciendo que dejara de moverla.

Automáticamente, los ojitos de MinHo buscaron los de su novio, quién ya tenía los suyos fijos en él, y le regaló una sonrisa, dándole un poco de tranquilidad con sólo ese gesto.

—¿Estás bien? —soltó suave, de la misma forma.

El mayor asintió. —Es sólo que... Estoy nervioso, es mi primer mascota y me hace pensar muchas cosas; ¿Qué tal si no le agrado? ¿O si me tiene miedo? ¿Y si no soy un buen-

—Ni siquiera termines esa oración, cariño —lo freno.

Con un poco de confusión, el chico ladeó su cabeza, y antes de poder hablar, su novio lo hizo primero.

—Tú —colocó la otra mano en su pierna, sin dejar de mirarlo a los ojos. —Vas a ser el mejor papá de ese animalito que ambos cuidaremos, sí, porque tanto tú cómo yo, tenemos mucho amor que brindarle, y va a estar en las mejores manos, ¿Ok?

El tatuado puchereó rápidamente, y lo besó, para luego acariciar su mejilla, asintiendo.

—Por favor, sin actos amorosos, hay menores —se acercó JooYeon con una caja grande en manos.

—También es bueno saludarte, JooYeonnie —rió JiSung, levantándose para ayudarle.

MinHo simplemente observaba la caja; sabía que dentro se encontraba un pequeño angelito que pronto se iría a casa con ellos, a un hogar donde el amor ni el cariño no iba a faltarle.

Cuando puso la caja en el suelo, se dirigió a MinHo, quien también se levantó, e hizo una reverencia, junto a una sonrisa. —Hola, hyung.

El mayor de los presentes simplemente sonrió, mientras sus ojos se desviaron hasta los animalitos que se encontraban en aquella caja.

Se veían tan pequeños, delicados, vulnerables y tiernos que al pelinegro le daban ganas de llorar por lo hermosos que se veían, todos acunados y acurrucados en una esquina de la caja.

Sin embargo, sus orbes llegaron a un gatito solo en la otra esquina, de color gris, y al parecer el más pequeño de todos.

Intuitivamente se agachó hasta quedar a la altura de la caja, y el felino sobresaltó un poco al ver que MinHo acercaba uno de sus dedos a él, pero no sé alejó, por lo contrario, se acercó a su dedo, y lo olió, para al final lamerlo, de la manera más tierna posible.

JunHan, quien observaba aquella escena junto a su primo y su roommate, escuchó que alguien sorbió su nariz.

—¿Estás llorando, hyung? —volteó a JiSung.

—No —volvió a sorber. —Tengo alergia, es eso. ¿Me traes un vaso de agua, por favor, primito?

Riendo, el menor de los Han se fue a la cocina, por el vaso de agua de su primo.

JiSung sentía que el corazón se le estrujaba por la escena. Su novio estaba ahora acariciando al gatito, que ahora ronroneaba, mientras los demás falinitos se acercaban a buscar un poco de caricias también.

—Yo creo que le gustas —JooYeon se agachó al lado del mayor.

—Es demasiado adorable —acariciaba la cabecita del pequeño felino.

JunHan llegó con el vaso de agua para su primo, y contempló la escena; entonces entendió, que ese pequeño minino se iría a casa con el mayor de los Han presente y su novio.

—Creo que es el indicado —sonrió, ahora observando al peliazul a su lado, y como él veía la escena.

—Lo es —rió JiSung, enfocando su visión en su novio. —Sí que es el indicado.

—Me refiero al animalito —le acercó el vaso y una servilleta. —Limpiate las lágrimas de paso, hyung.

El chico tomó aquello, mirando mal a su primo.

Por su parte, MinHo cargó al gatito en sus brazos, y se despidió de los demás con una caricia en sus cabecitas, para levantarse con el animalito, quién se acomodaba en su lugar, y llegó hasta donde se encontraba el peliazul.

Rápidamente, dejó las cosas en la mesita que se encontraban en la sala, y acarició al animalito aún en brazos de su novio.

—Hola —le salió natural lo suave que saludó al felino. —Veo que te gusta mi almohada —MinHo parpadeó varias veces por lo escuchado. —No te culpo, es cómodo —rió.

—Entonces... ¿Es ese? —JooYeon se fue al lado de su roommate.

—Sí, creo que sí —MinHo no podía quitar los ojos del felino que sostenía en brazos.

—Bien, eh —el menor de cabello largo (JooYeon) rascó su nuca. —Aún no sé si es hembra o macho, tienen que esperar un poco más de tiempo, creo que es lo único. Todos tienen sus vacunas, así que, creo que... Sí, eso.

—Ya, pero no llores —molestó el pelinaranja. —Sabemos que va a estar en buenas manos.

—Totalmente, sí —JiSung se acercó al menor de todos los presentes. —Gracias por esto, JooYeonnie.

—No hay de qué —el chico golpeó el brazo de su roommate.

—Ah, a JooYeon le da algo de pena, pero él quiere que le, si pueden, le mantengan al tanto ya saben, le manden fotos y videos del gatito o gatita.

MinHo sonrió, y respondió por ambos. —Sin duda alguna le tomaré muchas fotos y videos, y te las haré llegar, no te preocupes.

Rascó su nuca, aún con pena. —Gracias.

Los Han y MinHo se movieron hasta la puerta, despidiéndose de JooYeon, y el resto de gatitos, mientras el mismo menor se despedía con un ademán de manos al felino que MinHo llevaba aún en brazos.

—Gracias a ti también, HyeongJun —salieron del recinto. —Cuídate mucho, ¿Sí? Te llamaré.

—Sí, sí —despidió. —Cuídense.

Y luego lo último que escucharon fue el cerrar de la puerta, para comenzar a caminar.

—Creo que por aquí hay una veterinaria cerca —sugirió el menor, aferrándose a la camisa de su novio, ya que no podía tomarle de la mano.

—Oh, espero que sí. Tenemos que comprarle la caja de arena y la arena, que es lo importante por ahora —lo observó. —Y luego podemos comprarle una de esas casitas, donde ellos se suben, ¿Las has visto?

—Por supuesto que sí —rió. —Podemos personalizarle un collarcito también.

—Pero... Aún no tiene nombre —puchereó.

—Lo sé, pero más adelante, amor —sonrió. —Vamos con calma.

Y así fue su camino, hablando de proyectos (además del hijo, cómo le decía MinHo) que tenían para los dos. Podrían hablar de cosas que querían hacer juntos por horas y horas, sin cansarse.

Porque ahora eran MinHo, JiSung y su pequeño animalito, que ahora formaban una hermosa familia.

los extrañé, qué les digo

voy buscando cómo acabar con el fic pronto, así que, trataré de hacer capítulos más largos, para que dure más pero se acabe pronto

no sé cuándo voy a actualizar otra vez, así que, cuídense mucho<3

y la foto en galería 😭😭😭😭😭😭😭😭😭