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JiSung se vió en el espejo una vez más.
Su traje estaba perfectamente acomodado, se veían muy bien de traje, pues de ajustaba a su figura, su cabello ya tenía un retoque por lo que volvió a ser un azul un poco más oscuro que antes; y por supuesto que llevaba el anillo.
Ese anillo especial que le regaló la persona que más amaba en este mundo.
Sonrió al verse tan formal, cosa que no pasaba todos los días.
Ese mismo día en la mañana, recibió una llamada de parte de Chris, diciéndole que estaba por abrir un estudio, invitándolo a formar parte de este.
Le dijo que lo pensaría, pero que lo más seguro es que diría que sí, sólo necesitaba unos días.
Sonrió viendo su reflejo; había esperado eso por un tiempo, y ahora estaba cerca de tener su primer título universitario. Uno de muchos.
Se puso un poco de su colonia; una que su madre le había comprado y que usaba nada más en ocasiones especiales.
Vió a su alrededor por el mismo espejo, y vió algunas cajas apiladas con parte de sus cosas empacadas. Sintió una nostalgia en su pecho, fue inevitable.
Por el rabillo de su ojo, vió a MinHo entrar, entonces dejó el frasco de perfume donde estaba, y volteó a él.
Sonrió ladinamente; él amaba las actividades de gala sólo porque adoraba ver a MinHo vestido formalmente.
Su traje de pantalón negro, camisa blanca, saco y corbata negra, encajaban tan bien con su figura e imagen; y se había arreglado su cabello, no la gran cosa, pero no acostumbraba a peinarse.
Es decir; así como salía de la ducha se quedaba.
JiSung lo quedó viendo de arriba a abajo en varias ocasiones, porque en serio se veía muy guapo.
—¿Qué tanto me ves? —rió. —¿Te gusto?
—Sigue esperando por el día que diga que no —se dió la vuelta, evitando que notara su sonrojo.
—Te ves perfecto, Sunggie —llegó detrás de él, y lo abrazó, descansando su cabeza en su hombro, dejando un beso en su cuello.
JiSung se dió una rápida mirada al espejo.
Traje totalmente negro, incluído el saco y una faja por fuera del mismo que tallaba su fina cintura, luciendo la figura asombrosa que tiene.
Entonces sonrió, y echó su cabeza hacia atrás.
—Tienes razón.
MinHo lo rodeó, tomándolo con una mano por la cintura y con la otra acariciando su mejilla, mano donde el chico se apoyó, con cariño.
Le regaló una sonrisa, y le dejó un suave beso en su cabellera, de la manera más sutil que podía haber, y luego lo miró a sus ojitos.
—Estoy orgulloso de ti, amor.
—Oh, vamos no me hagas llorar —se volvió cabizbajo. —No quiero tener los ojos rojos cuando reciba mi título.
El pelinegro le tomó por la barbilla, haciéndolo regresar sus ojos a los propios.
—Estoy orgulloso de ti, JiSung —sonrió. —Muy orgulloso de ti y todo lo que estás construyendo, ¿ok?
El peliazul ya sentía los ojos acuosos por escuchar esas palabras de su novio; la mayoría de cosas que decía le tocaban el corazón.
—Te esperaba un grandioso futuro por delante, bebé, y estoy seguro de que vas a cumplir todas tus metas y sueños —acarició su mejilla. —Y yo voy a estar ahí para celebrarlo contigo, para levantarte cada que lo necesites y ayudarte a seguir adelante, ¿bien?
No pudo decir mucho, entonces asintió.
Si hablaba, lo más probable es que lloraría y no podía ahora.
—Te amo, MinHo —salió con una voz cortada.
—Yo más, y no tienes idea de cuánto —dejó un tierno y suave beso en sus labios. —Ahora, tienes un título que llevar a casa.
Y JiSung volvió a asentir.
Luego de muchos aplausos, chiflidos, y algunas lágrimas; JiSung ya tenía su título en manos.
Nunca fue fan de las largas actividades como esa principalmente, pero si era necesario para tener su pedazo de cartón en manos, lo aguantaba.
Además, la toga, birrete y cinta se le veía muy bien como para no lucirlo en la caminata.
Le agradaba el hecho de que por fin, luego de mucho esfuerzo, resultó salir en el cuadro de honor, llevando consigo otro cartón que representaba su arduo trabajo.
Hubo unas cuantas fotos con Felix, su madre, MinHo, con sus compañeros de clase, profesores, entre ellos Chris, ¡fotos con JiHyo!
Esa seguro la dejaría para el recuerdo, para el día en que fuera famosa, diría: “Oh, yo fui compañero de Park JiHyo en la universidad”.
Luego de los abrazos, algunas flores, más sonrisas y algunas despedidas, quedaron en que irían a cenar.
La señora Han, MinHo y él eran quiénes irían, pero invitaron a Felix y a Chan.
Sin embargo, los dos se negaron, ya que irían a la casa del pecoso para tener una cena junto con su madre, y así presentarlo como su pareja.
Después de todo, el pecoso también estaba celebrando que se graduó y al igual que Sung, estuvo en el cuadro de honor.
Y por supuesto, su novio, ahora oficial, quería celebrarlo con él, aún le daba pánico con su familia, pero por él haría lo que fuese.
Tiempo después se fueron, mientras JiSung y MinHo esperaban a la señora Han con el auto.
—¿Crees que su madre le acepte?
—Claro, ¿por qué no? —frunció el ceño. —Además, ¿qué tiene si no? Al fin de cuentas no es el novio de la señora Lee, sino de Felix y si es feliz con él, debe aceptarlo.
—¿Así convenciste a mamá? —bromeó, viendo la mueca del pelinegro. —Bromeo, sabes que tienes razón; igual, Chan es un buen chico.
—Lo es —observó a su suegra acercarse con el auto. —Y yo también.
—Tú eres un chico malo, tú mismo lo dijiste.
—Ah, es cierto —sonrió. —Tengo moto, un tatuaje y un novio muy sexy; soy totalmente malo —lo tomó por la cintura.
JiSung rió. —Claro, un malote.
Su mamá estacionó frente a ellos, e ingresaron al auto.
Ambos en los asientos traseros; ni siquiera un transcurso en auto les separaba.
MinHo sacó su teléfono, seguramente para revisar instagram, entonces sintió la cabecita de su novio en el hombro.
A propósito entró a su perfil, ese mismo día había subido una foto con el traje que llevaba puesto aún.
—Podríamos poner una foto juntos —propuso JiSung. —Como nuestras fotos de perfil, ¿qué dices?
A como pudo, MinHo volteó a él, dejando su teléfono a un lado, y sonriéndole.
—Por supuesto que me gustaría —besó su cabellera. —Cuando lleguemos a tu casa, nos tomaremos una foto y podremos usar esa; debemos aprovechar lo perfecto que te ves en traje.
—Y tu igual —se acomodó mejor en su hombro, cerrando los ojos. MinHo sonrió —Acepto.
Y bueno, realmente el plan luego de todo eso, era terminar de empacar sus cosas en cajas, ya que mañana se movería con MinHo.
Dijo que comenzaría con pocas cosas; ropa, zapatos, libros, etc, etc.
Luego, con el paso del tiempo se llevaría el resto de a poco; por ahora no quería mover mucho, ni tampoco hacerle tanto revoltijo a su madre.
—Sunggie —llamó al volante, su madre.
—¿Sí, mamá? —se enderezó, prestándole atención.
—¿No quieres invitar a tus amigos? —el peliazul le dirigió la mirada a MinHo. —El chico que se quedó a dormir la vez que MinHo se lastimó... ¿Cómo se llamaba? ¿HyuJin?
—HyunJin, mamá —rió, al igual que su novio. —Puedo preguntarles, sólo que Felix va a estar con su mamá y su novio.
—¿Tenía novio y no me habías dicho? —sonó dolida.
—Siento no haberle compartido el chisme, Omma Han —sonrió el pelinegro, y luego sintió un codazo.
—Nos contó hasta ayer, ma —rió.
—Bueno, sea quien sea, espero tengan una sana y linda relación.
¿Había falta decir lo mucho que amaba a su madre?
Ni él, ni MinHo, ni nadie sabía que era no necesario decir que esa mujer era especial, totalmente; por eso es tan querida.
ay, cómo amo a la señora Han
bueno, aquí comenzamos con los capítulos finales, ah, quizá traiga un poco más de contenido visual <33
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