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De vuelto en la casa de los Han, la madre de JiSung ordenó que MinHo se quedara en su hogar en lo que él sanaba.

Claro, ninguno de los dos menores se negaron.

La enfermera, que si mal no recordaba su nombre, era Sana, dijo que dentro de un mes o menos podría volver a bailar y hacer todas las actividades que antes hacía.

Le dieron un par de muletas para que pudiera caminar y trasladarse a los lugares que necesitara. Aunque eran irrelevantes para un golpe.

Y entre muchos otros cuidados que pensaba seguir por insistencia de su novio.

Ahora estaban los tres en su casa, MinHo se encontraba en la cama de JiSung con el mismo y su madre yacía en la cocina, preparando algo con lo que se pudieran bajar el susto.

Habían pasado como máximo veinticinco minutos, cuando ya tenía también a HyunJin junto con JeongIn y SeungMin en su cuarto. Y tiempo después se les unió ChangBin y Felix.

Por parte del pecoso fue que Chris se enteró, mas contó que no podía aparecer en la casa de Sung puesto a que tenía que atender varios asuntos en la universidad.

—Oigan, en serio les agradezco que hayan venido —sonrió. —Pero no hacían falta flores ni carteles de “mejórate pronto”.

JeongIn sintió el leve codazo de su novio. —Te dije que era mejor traerle la botella entera de vodka.

—Nunca cambias —ChangBin rió, desviando levemente sus ojos hasta el primo de JeongIn.

Desde la primera vez, se había robado su atención y no tenía planes de molestarse por ello.

—No le hagan caso —JiSung sonrió. —Es un fuerte golpe, MinHo está bien; la doctora sólo dijo que tenía que estar en reposo y no hacer movimientos bruscos.

HyunJin se acercó hasta él, y le palmeó el brazo a MinHo, quien sólo frunció el ceño. —Mis condolencias porque no tendrás unos meses de sex-

—¡Ya voy, mamá! —JiSung salió rápidamente de su habitación, impidiendo que continuara con su frase.

—Idiota —el mayor le regañó bajo la risa de sus amigos ahí. —Me las arreglaré, cállate.

Y claro que rieron nuevamente.

Luego de ver por la ventana a la luna por un momento, escuchó el abrir y cerrar de la puerta, mostrando un cansado JiSung.

Sus amigos se habían quedado gran parte de la tarde; la señora Han les invitó a tomar café con algunas galletas.

No pudieron negarse.

Algunos se fueron más temprano por cuestiones de trabajo, estudio, casa, pero se quedaron para asegurarse de que MinHo estaba bien.

Y realmente lo estaba, y lo estaría bajo el cuidado de JiSung.

De eso todos estaban completamente seguros.

—Finalmente —JiSung se metió en la cama, buscando calor entre los brazos de su novio.

—Al fin —lo estrujó contra él, dejando un beso en su cabello.

—¿Cómo te sientes? —lo observó. —¿No te duele nada?

MinHo negó.

Realmente no sentía nada, no sabía si era porque ya había tomado su medicina o porque realmente su lesión no le provocaba dolor.

Sólo esperaba que todo ello pasara rápido.

—Qué bueno —se restregó contra su pecho. —No sé que hubiera hecho si algo mucho peor te hubiese llegado a pasar.

—Estoy bien, cielo —suavemente le sonrió. —Sigo aquí, contigo, nada me pasó... Más que una casi quebradura, pero, estoy bien.

—Tú siempre estás bien —rió desde el mismo lugar donde se encontraba.

—Dejen dormiiiir.

—HyunJin, tú fuiste el que se quiso quedar a dormir —reprochó el mayor. —Te aguantas.

—Sólo me quedo porque mañana tengo que darle tu incapacidad al jefe —reclamó aún con los ojos cerrados.

—Pudiste venir en la mañana, antes de ir al trabajo —suave, habló JiSung.

—¿Y levantarme más temprano? —se dió la vuelta, dándoles la espalda. —No, gracias.

—Dramático.

—Si se van a acaramelar, háganlo bajito, estoy a su lado —volvió a quejarse.

Los dos en la cama rodaron los ojos, tomando una posición más cómoda.

—... ¿Aún quieres pedirle permiso a mamá para que yo viva contigo? —susurró cerca de su oído.

HyunJin volteó su cabeza. —¿Te vas a ir con MinHo?

—Date la vuelta y duérmete —MinHo le lanzó una almohada. —Chismoso.

—Como mande, jefe —acató lo que el pelinegro le dijo, y luego escuchó la suave risa del peliazul.

Por un momento, MinHo recordó el estado en el que se encontraba ahora.

En unos días no podría valerse completamente por él mismo, a pesar de que no habían quebraduras.

Pero la esperanza de tener a JiSung bajo su mismo techo, seguía viva, y era todavía hermosa la ilusión que tenía de despertar junto a él todas las mañanas.

Sonrió asintiendo. —Sí, definitivamente. ¿Tú sigues dispuesto?

—¿No te dije que si es contigo voy hasta la luna?

—Y yo te dije que me dieras unos años para conseguir un cohete —rió suavemente, escuchando la risa de JiSung también.

—Te esperaré todo lo que necesites —se acurrucó entre sus brazos. —Es un sí, en caso de... ya sabes, no hayas entendido.

—Me golpeé la pierna, no la cabeza —fingió dolencia. —Pero lo haré, le pediré permiso; sin embargo no en este estado. Cuando esté completamente bien, hablaré con ella, ¿sí?

JiSung sólo asintió, con sus ojos cerrados, cansados.

—Vamos a dormir, Sunggie —besó su cabellera a como pudo.

—Descansa, Min —su voz salió cansada, ya más apagada.

—Tú también, amor.

—No me digas amor que me sonrojo —molestó HyunJin.

—¡Duérmete!

—¡Ay!

yo no sé ustedes, pero amo los momentos hyunho jasjs, aunque haya escritos pocos, son de mis favs <3

en heaven, hyunho besties <3

aprovecho a decir que gracias por los 2k😭

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