» 11
Eran simples retoques lo que tenía que hacerse, el peliazul se veía bien con todo.
Se sonrió en el espejo, viendo através de él, a su novio con su teléfono.
—¿Cómo me veo?
JiSung se dió vuelta, vistiendo un pantalón negro ajustado, junto con una camisa blanca abierta en su pecho apenas dos botones, su cabello azul revuelto... Se veía magnífico.
Al quitar la vista de su teléfono, MinHo quedó sin habla.
Su novio de verdad era lo más perfecto de este mundo, no tenía duda algo de ello, y lo terminaba de comprobar siempre, cada que podía.
Simplemente lo observó, ladeando su cabeza, sin poder apartar la vista de él y la imagen que tenía.
Sin embargo, por ello, JiSung comenzó a dudar de su apariencia, sin saber que su chico realmente no había dicho nada porque no había palabras alguna que describiera lo hermoso que se veía.
Se dió la vuelta, algo decepcionado. —Debí haber elegido otra ropa. Pensó para sí mismo.
El pelinegro notó su desconfianza cuando se dió la vuelta, y se observó en el espejo, haciendo un puchero.
En su cabeza, se maldijo en todos los idiomas posibles y que conocía.
Se levantó de la cama del peliazul, acercándose a él, tomándolo por la cintura y abrazándolo por detrás.
Colocó su mentón en su hombro, sintiendo como el otro recostaba su cabeza en su pecho, sin quitar la expresión que tenía, y simplemente sonrió.
—No hay palabra que describa lo hermoso que te ves, Sunggie —besó su mejilla, borrando su pucherito, convirtiéndolo en una sonrisa. —Pero te ves perfecto... Más que eso, perfecto es poco.
JiSung se dió vuelta, dejando poco espacio entre los dos.
Se besaron, encendiendo muchas emociones entre los dos, haciendo correr sus corazones a grandes velocidades.
Cuando se separaron, se observaron a los ojos con una sonrisa.
Claro que los dos despertaron algo más en un sólo beso, sin embargo, no podían llegar tarde.
MinHo tuvo que contenerse, y se alejó, dejando que JiSung buscara su teléfono para poder salir.
Pero justo cuando iban saliendo de la habitación, JiSung sintió como MinHo picó su nalga, haciéndolo sonrojarse.
—Lo siento —lo tomó de la cintura, bajando las escaleras. —Fue imposible resistirse.
JiSung simplemente le golpeó en el pecho.
La pareja tomó asiento en el sofá cuando JeongIn dijo que les presentaría a un chico, o bueno, a su primo.
—Él es SeungMin, somos primos —el mismo sonrió algo tímido ante el resto, sintiendo la mirada de un chico sobre él.
El resto les sonrió, dándole una cálida bienvenida a su grupo de amistad.
—Felix debe estar por llegar —sintió la mirada de Chris sobre él al decir aquel nombre.
HyunJin se acercó hasta MinHo, posando su brazo alrededor de sus hombros, guiándolo hasta la cocina.
—¿Qué hace Bang Chan aquí? —frunció su ceño, preguntando en un susurro.
—Estoy de Cupido, déjame trabajar, ¿quieres?
—¿Tú? ¿De Cupido? —HyunJin estalló en risas, sin poder aguantarse, ganándose las miradas de los demás.
El pelinegro los guió hasta la cocina, disculpándose con el resto sólo con la mirada.
—Pareces morsa atragantándose cuando te ríes así —golpeó su hombro.
—Tú también —su rostro se volvió serio. —Es un milagro que tu novio no te lo haya dicho.
MinHo simplemente le miró mal.
—Bien, pero, que no se reproduzcan aquí, ¿sí?
—Dios, Hyun-
—Amor.
Los dos voltearon al escuchar esa palabra, pues provenía de dos voces.
El peliazul y el pelinegro se voltearon a ver, soltando una risa.
—¿Qué pasó, bebé? —habló MinHo a su chico.
—¿Sucede algo, lindo? —preguntó HyunJin a su novio.
—Ayúdame a poner los aperitivos en la mesa —el menor se acercó a su chico, tomándolo por la mano, dejando solos a la otra pareja.
—Y tú —se acercó, entrelazando sus manos. —, ayúdame con Lixie, que tú eres el Cupido de Lix, yo de Chan.
—Claro- ¿Qué?
Sí, había olvidado mencionárselo.
—Por supuesto —se adentró más en la cocina, asegurándose de que nadie más los estaba escuchando. —Chris gusta de Felix.
MinHo tardó un momento en asimilar esa información, mientras parpadeaba de manera desconcertada; hasta que cayó.
—... ¡¿Qu-?!
Pero antes de que pudiera terminar el grito, su novio le tapó la boca.
—Te van a escuchar —quitó su mano.
—Tampoco es que estamos haciendo algo malo —hizo un puchero.
—Lo sé, pero igual.
—Bueno, entonces, esto va a ser más fácil, ¿no?
—Eso espero —fue lo que pudo decir, saliendo de la cocina.
corto porque me dió un bloqueo, pero el siguiente lo más probable es que sea largo :)
quién sabe cuándo sí :D
les dejé un mensaje en mi tablero, espero lo lean <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top