Capítulo 2. Fiesta
Atsushi caminaba hacia una tienda rápida por la noche, usaba unos jeans ligeramente rotos, una playera de mangas largas que dejaba sus hombros descubiertos y una gargantilla en el cuello – que las manzanas tengan caramelo
― ¿dulce o salado? – pregunto el albino con la mano en la puerta
― Dulce
Shibusawa acostumbraba hacer eso, hacer al pequeño ir por sus manzanas favoritas de dulce. Atsushi entro a la tienda buscando aquellos dulces de manzana, tomo la bolsa y - ¿armaras alguna fiesta con eso? – pregunto la voz seria haciendo a Atsushi voltear a verle, sin evitarlo sonrió. Era Akutagawa vistiendo aquel saco largo una vez más y esa voz tan seria y fría que estaba matándolo por dentro
― No pero si eres bueno, te dejo que me compres un refresco – menciono el albino sonriente – veo que hablas muy bien, de acuerdo a tu conveniencia
― Si, bueno, me he mudado mucho. Osaka, Hyogo, Nara, Ibaraki, Mie, Kanaga, Gumma, Miyagi, Akita, Tokio. Siempre llevo en boca un Higo, en cada ciudad un tazón de ramen. Me mantiene sano – menciono señalando su propia cabeza
― ¿en serio? Lo que hiciste hoy me pareció severo.
Atsushi dio media vuelta solamente para coquetear al chico, y con ello tomar uno de los snack de la barra y meterlo a su boca, Akutagawa vio la acción, giro su cabeza ligeramente no como fastidio, estaba encantado – bueno, los extremos siempre son impresionantes – menciono acercándose a Atsushi, su distancia ahora era corta, podía sentir el olor a cigarro venir desde la respiración del azabache – El refresco, ¿cereza o coca?
― Cereza – sonrió Atsushi mientras masticaba el snack
Después de que el azabache sirvió y le entrego el refresco de cereza al albino, ambos pagaron y se marcharon juntos – linda moto – dijo Atsushi al ver al azabache acercarse a una
― Una gratificación humilde de la empresa de mi papa – decía sentándose en la moto - ¿viste el comercial? "manzanas muertas, pero casa perfecta"
― ¿tu papá es el de la constructora Dead Apple? – Akutagawa encendió un cigarro mientras miraba a otro lado – debe ser horrible ir de ciudad en ciudad
― Bueno, cada vida tiene algo estático. – menciono dejando el humo del cigarro salir - ¿tu vida es perfecta?
― Voy a una fiesta de universitario – dijo sin muchos ánimos
Ambos asintieron cuando escucharon el clacson del auto, era Shibusawa una vez más molesto – No. Mi vida no es perfecta – exclamo cansado el albino – no me gustan mis amigos
― A mí tampoco me gustan tus amigos – respondió sonriente el azabache
― Bueno, es nuestro trabajo. Ser populares – suspiro Atsushi – no fue sería presa de ellos – menciono para sonreír fingido
― Tal vez sea hora de tomarte vacaciones
El clacson volvió a sonar, Atsushi suspiro – nos vemos – respondió el albino yendo al auto. Akutagawa giro su cuerpo para verlo entrar, la mirada de Shibusawa mataría a cualquiera. Sin más que decir, se marcharon, el azabache sonrió, encendió su moto y se marchó con una gran idea en mente.
...
En la fiesta, Shibusawa reía con algunas chicas, Fyodor miraba a todos con mirada fulminante, Dazai y Chuuya se besaban sin control – hey – Atsushi vio a un pelirrojo llegar con él – escuche que vienes de la escuela Inukami – menciono el pelirrojo – Atsushi, ¿verdad? – pregunto acercándole un tarro de cerveza. Atsushi busco con la mirada a Shibusawa, esté sonrió indicándole seguir. Estaba molesto.
Después de un rato de aguantar a ese tal "Mark" el albino estaba fastidiado, y borracho, no podía soportar más. - ¿quieres dejarme tranquilo? – Pidió el albino – me siento mal
― Vamos, nadie en tu escuela es tan tenso
― ¿en mi escuela? – pregunto molesto - ¿acaso los conoces a todos?
― A la mayoría
― No me siento bien
― Hagámoslo en la manta
Atsushi se levantó molesto - Tengo un discurso para tipos como tú. – Dijo mientras Mark se acomodaba en el sofá - Mira eres muy agradable
― Guárdate tu discurso, yo solo quiero sexo
― Tu no mereces mi maldito discurso
El albino tomo su abrigo y se retiró del lugar, busco a Dazai y Chuuya pero estos los logro escuchar cerca de un baño, por sus gemidos entendía que no debía molestar. Fyodor jamás apareció, fue con Shibusawa.
― Shibusawa-sempai, me siento mal
― Por supuesto, escuche que rechazaste a Mark, te dije que no nos avergonzarás – menciono molesto
― Pe-pero Shibusawa-sempai
― ¿sabes lo que yo tengo que hacer para mantener el estatus? Aquí hay gente mayor que nosotros, a veces hay que sonreírles y dar una milla extra Atsushi
― Y-y-yo no quiero, me siento mal – expreso tallando su estómago - ¿podemos irnos?
― No, diablos no.
Atsushi no pudo más, doblo su cuerpo y vomito en los zapatos de Shibusawa, esté simplemente se quedó sorprendido, y para cuando Atsushi logro levantarse y mirarle, su rostro mostraba lo molesto que estaba con una sonrisa. El menor no dudo en salir corriendo del lugar, tallo su boca mientras escapaba por la puerta trasera, a los segundos Shibusawa también salió detrás de él
― Estúpido cretino
― Maldito perro
― Eras nadie antes de conocerme Nakajima Atsushi-kun, estarías jugando a los detectives con Tanizaki Jun'ichiro de no ser por mí, serias una niña exploradora, una looser. Te traigo una fiesta, ¿quieres mis gracias? Esta sobre la alfombra y mis zapatos – dijo molesto – me humillaste en publico
― Lámelo baby. Lámelo – dijo el albino molesto
― El lunes serás historia. Se lo contare a todos. A la universidad de Yokohama, a la universidad estatal. Todo el mundo en Yokohama lo sabrá
Atsushi huyó del lugar, no soportaba más escuchar a Shibusawa, era cierto. Atsushi conocía bien ese mundo, el mundo donde debía ser una perra pero callar antes otros, defenderse pero ser sumiso, arreglado y no tan modesto, ser amable con todos pero criticarlos a sus espaldas, burlarse y odiarlos. Estaba harto de ese mundo, pero siendo un chico inseguro, si volvía con sus amigos ¿Cómo evitaría las burlas? Por lo menos los Heathers le defendían de eso.
Atsushi llego a su casa, sus padres dormían, subió a su recamará y cerro con seguro la puerta. Miro por la ventana cansado, tomo una libreta, jalo su silla, se sentó y con pluma en mano comenzó a escribir molesto – Querido diario. Quiero matar, no por razones egoístas, más que una palabra en mi periodo de abstinencia. No quiero entender a mis padres y a estos estúpidos de la universidad de Yokohama, lo único que entiendo es que debo detener a Shibusawa. Tanizaki Jun'ichiro era una buena amiga y la vendí por una coca y un chazuke. Matar a Shibusawa seria librarnos de un perro maldito. Cielos, sueno como un maldito loco. Mañana besaré el trasero de Shibusawa, pero esta noche quiero soñar con un mundo sin él. – termino de escribir y aventó su diario hacia la ventana siendo esquivada por Akutagawa quien había trepado por ella. Atsushi dio un brinco que le hizo caer de la silla al verlo
― Mi traje es terrible, me disculpo pero... creo que no es para lanzarme un libro
― E-está bien – menciono aun respirando agitado por el susto.
― Vi un juego de croquet, ¿quieres jugar?
Atsushi comenzó a reír, se acercó al azabache, esté tomo su mano y le ayudo a salir por la ventana, una vez en el jardín donde estaba el croque, se sonrieron, no tardaron en besarse, si aquel beso que querían darse desde que se vieron en la cafetería. Atsushi había saltado a abrazar el cuello del azabache, esté le sostuvo, el beso avanzaba sin ninguna paciencia, era completamente apasionado y frenético. Sus lenguas jugaban el uno con el otro, Akutagawa se dedicaba a quitar el cinturón del Atsushi entre tirones y jalones, Atsushi se dedicó al largo abrigo del azabache y su camisa. Se separaron unos segundos solo para quitarse sus camisas y volvieron encimarse el uno al otro, haciendo al azabache caer al pasto y el albino encima de él – eres rudo
― No tanto – sonrió Atsushi – me gusta delicado y misterioso – menciono jugando con las mechas blancas de Akutagawa
Akutagawa sonrió, puso a Atsushi sobre el pasto mientras desaparecía su fastidioso pantalón, el menor no se quedaba atrás, le ayudaría.
Desnudos, Akutagawa se dedicó a besar cada parte del albino, jugo con sus pezones como un bebe, lamiendo y jalando, Atsushi se estiraba y estremecía ante tal acto, el chico pálido paso sus pálidas manos por la espalda y espalda baja del albino, logrando alzarlo ligeramente – eres delicioso
― Solo deja de hablar – pidió el albino atrapando al azabache en sus piernas y jalándolo hacia él
― Y flexible
El albino volvió a reír, se besaron, apasionado, energético, de esa manera también entro en Atsushi, haciéndole arquear su espalda y morder sus labios, el mayor se encargó de entrar hasta lo más profundo – aah – grito Atsushi sosteniendo la nuca del azabache
― Vamos por más Atsushi
― No puedo más, no podría más
El azabache sonrió, entro más profundo haciendo a Atsushi gemir con fuerza, sus lágrimas se asomaban pero ambos se habían coordinado, los espasmos eran fuertes, las estocadas directas, ambos sudaban, Atsushi se revolcaba en el pasto por cada movimiento, buscaba sin lograr hallar algo que sostener sus manos terminando por rasguñar los brazos y espalda del azabache, se sentía increíble, lo húmedo, lo caliente, lo sexy, tener al albino dejando y tener al azabache encima, cada movimiento se sentía como una explosión dentro de ellos.
Cansados, seguían, la adrenalina estaba en ellos, no podían sentir el dolor o la angustia, solo era el placer de lo apretado que estaba uno, y lo grueso del otro. En un vaivén de gemidos y besos, terminaron, una y otra vez, repitiendo la acción.
Teniendo a Atsushi en sus rodillas y con el rostro en el suelo, las estocadas fueron más precisas a su punto causando que terminará dos veces más, pero casi fue la muerte de ambos cuando el albino se sentó sobre el regazo del azabache, podían besarse, moverse y llegar profundo, el éxtasis era parte de ellos.
Descansaron, sucios, despeinados, sudados, llenos de fluidos pero felices. El albino se acomodó en el pecho del azabache, esté uso su largo saco para taparlos. – Gracias. Este fue mi primer juego de strip croquet
― Bueno, eres bienvenido. El juego es más interesante sin tirar tu ripa por el aire
― Dirían mucho si ven que la ropa vuela – decía divertido mientras abrazaba al albino
― Que noche... que vida – suspiro – quieren que vaya a la universidad porque creen que soy un genio en literatura, después desecharon la idea porque me cuesta hacer amigos. Blah, blah, es lo que soy, blah, blah, blah – miro al azabache – solo uso mi coeficiente para decidir qué color de ropa voy a
El azabache beso al albino, Atsushi continuo el beso entre sonrisas, Akutagawa acaricio el cabello y nuca del albino y después le dejo descansar de nuevo en su pecho – Shibusawa Tatsukiho es un perro que merece morir
― Matarlo no resolverá nada – decía Atsushi quien abrazaba al azabache – siempre digo: "Crece, se adulto, y luego muere" – el beso había vuelto a continuar, sus lenguas jugaban ligeramente y se miraron, no se apartaron, no sus labios seguían unidos – pero antes de eso quiero ver a Shibusawa vomitar las tripas – continuaron el beso entre sus lenguas completamente animados.
...
Atsushi y Akutagawa no habían dormido, pero lo que sí hicieron fue llegar a la casa de Shibusawa sigilosos, Atsushi sabía por dónde entrar, entraron por la puerta de la cocina, estaba abierta, Akutagawa le miro ligeramente nervioso – confía en mí. Se pasan el sábado en casa de su abuela, está solo hoy – Akutagawa cerró la puerta
― Vamos a hacer que vomite rojo, blanco y azul
Atsushi y Akutagawa buscaban en la cocina, Atsushi en el refrigerador – que te parece, ¿leche y jugo de manzana? – pregunto Atsushi mirando al azabache
El azabache saco un bote de limpiador industrial – soy una persona que no se "oxida"
― No seas tonto. Eso lo matará – dijo con una sonrisa al final, para él era todo una broma de hacerle vomitar
― Si – respondió el azabache confundido
Abrió otros gabinetes a espaldas de Atsushi, encontrando un bote parecido al limpiador pero era un enjuague bucal mientras Atsushi hablaba – podemos mezclar sopa con coca – decía buscando un bote. Akutagawa mientras vertía algo de ese limpiador industrial, tenía curiosidad por el color - ¿debería ser tallarines, piel del pollo con tocino?
― Guarda eso. – dijo serio volteándole a ver y dejando ver solamente aquel vote de enjuague bucal - Aquí tengo algo azul.
― ¿Cómo crees que se tomará eso? – pregunto Atsushi sin entender
― Entonces lo pondremos... - comenzó a buscar en el gabinete hasta hallar un vaso con tapa – aquí
― Bien – sonrió Atsushi
Se acercó al azabache con la sopa y el jugo de naranja, movió el vote de limpiador industrial de Akutagawa nombrado el producto – enjuague bucal - dijo y tomo la sopa para verterla – sopa – añadió y por último tomo el jugo de naranja – y jugo de manzana – dijo sonriente – tal vez podríamos escupir, una flema o algo – miro al azabache sonriente
― Mmm...
Ambos comenzaron a raspar sus gargantas intentando hallar aquella flema, entonces se miraron sonrientes – no – dijeron divertidos, ninguno podía sacar flemas
― Gallina – dijo el azabache
― No eres divertido – se quejo
El azabache se alejó ligeramente, Atsushi guardo el limpiador y la leche podrida, también el jugo y suspiro – lo siento – menciono el azabache tomando al albino de la espalda. El albino sonrió, se comenzaron a besar de nuevo, con su beso, el albino tomo uno de los botes y sonrió, se alejó sonriente y el azabache tomo el otro vote mirando su contenido – aah Atsushi
― ¿Qué?
― Ah, no importa. Yo llevo la taza – menciono acercándosele
Entonces allí estaba, Shibusawa recostado en su amplia y enorme cama, con una resaca terrible, miro a ambos chicos entrar, se molestó por el azabache, seguía molesto con el albino. – Buen día Shibusawa-sempai – dijo Atsushi haciendo al de larga cabellera sentarse en la cama, solo llevaba una dona mal puesta en su cabello y una bata.
― Atsushi – miro a Atsushi, volteo a ver a Akutagawa – Akutagua Rynsuke. Que sorpresa – Akutagawa sonrió por aquel cambio de nombre y miro a Atsushi quien evitaba reír - ¿sabías que Atsushi vomita sus alimentos?
― Shibusawa-sempai creo que anoche nos dijimos cosas que no queríamos
― ¿en serio? ¿Cómo demonios entraste?
― Aaam – interrumpió Akutagawa – Atsushi sabía de tu resaca. Así que te preparo esto – estiro su mano con la taza y Shibusawa sonrió burlón, quito la cinta roja en su cabello soltándolo por completo y les miro molesto
― ¿le pusieron flema, pegamento o algo? No voy a tomar eso – dijo Shibusawa asqueado
― Seguro que es muy fuerte para ti – le reto
― ¿fuerte? Madura. No voy a tomarlo porque me digas gallina
Shibusawa se levantó y extendió su mano – dame la taza imbécil
Akutagawa sonrió, se la dio. Shibusawa la tomo, ni siquiera le vio solamente la trago hasta el fondo, sus ojos se abrieron, sintió todo dentro quemar. Cerró sus ojos angustiado, no podía respirar, comenzó a intentar buscar aire, agitaba su pecho, camino por el pastillo de su cuarto, tomo su cuello, Atsushi y Akutagawa estaban sorprendidos mirándole, Shibusawa solo intento dar un fuerte respiro el cual no logro y cayó encima de su mesa de cristal. Atsushi tapo su boca estaba mortificado, asustado. Akutagawa dejo una ligera línea curva en su boca, estaba emocionado
― O por dios, no puedo creerlo... mate a mi mejor amigo
― Y tu peor enemigo
― ¿hay diferencia?
Atsushi estaba afligido, sus ojos variaban, estaba asustado. Se sentó sin saber qué hacer. Tomo su cabeza - ¿Qué haré? ¿Está es mi maldita vida? – se preguntó. El azabache se le acerco sentándose a sus espaldas
― ¿Qué le diremos a la policía?
― L-la po-policia... lo había olvidado. ¿Cómo lo diré? "Señor policía, solo era una broma que salió mal"
― Cielos...
― Voy a mandar mis calificaciones a Stanford, quizá si salgo de la ciudad sea algo
― Bien. Estoy un poco alterado. Por lo menos tienes lo que querías – dijo mirándole
― ¿lo que quería? – le miro molesto – una cosa es querer que vomite y otra darle destapa-cañerias
Akutagawa callo, miraba el cuarto donde estaban, daba vuelta y vuelta en él, hasta que miro al cadáver y sonrió amplio – matamos a alguien y eso es un crimen. Pero... - Atsushi volteo a verlo – esto parece un suicidio ¿sabes?
― ¿suicidio?
― Si, tú puedes imitar letras. ¿puedes imitar la de Shibusawa?
Atsushi miro al azabache, fue al escritorio de Shibusawa sacando una de sus hojas con adornos de manzanas y una pluma, sus miradas se cruzaron – debes pensar que lo que hice es terrible – su voz era afligida, estaba asustado
― Si, lo creo – sonrió – pero estoy contigo. – escribe. El suicidio es la respuesta natural a las dificultades de la vida.
― Es bueno pero Shibusawa jamás hubiera dicho eso
― El nunca habría escrito esto. Escribe lo menos posible.
― Si pero esas palabras no estaban en su vocabulario
― Pero nadie lo sabe – suspiro – vamos escribe algo
Atsushi suspiro y comenzó a escribir – la gente cree que porque soy popular y hermoso, la vida es fácil y divertida. Nadie entiende que tengo sentimiento – Atsushi miro al azabache
― Muero sabiendo que nadie me quiso
― Eso es bueno – dijo Atsushi escribiendo – ¿has hecho esto antes?
El silencio los invadió a ambos.
...
Querido diario, esté es el segundo capítulo de Heathers, es un placer seguir escribiendo sobre ellos, agradesco cada lectura y cada comentario, Heather lider está muerto, ahora... ¿quien morira?
¡Gracias por leer!
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