—Es tan hermosa —Sunghoon había estado hablando todo el día de Wonyoung, mientras Sunoo se quería morir, quería que la tierra lo tragase y lo escupiera en el otro lado del mundo, odiaba tener que escuchar a Sunghoon tirarle en cara que Wonyoung es la chica que siempre buscó.

Sunoo tan solo se quedaba callado escuchando a Sunghoon, sin responder intentaba mantener una sonrisa en su rostro, pero ahora mantenía un rostro serio, pensaba en otras cosas, no en Sunghoon, intentaba no pensar en Sunghoon, eso le provocaría más dolor.

—Tengo que ir a casa —cortó las palabras sobre lo hermosa que era Wonyoung de los labios de Sunghoon y se levantó, estaban en la biblioteca, aunque el único que leía un libro era Sunoo.

—Oh, te acompañaré —como todos los días, pero Sunoo se negó.

—No, tengo planes con Jungwon —era verdad, iría a su casa a hacer galletas y terminar el trabajo de fin de año.

—E-está bien, cuídate —Sunghoon estaba un poco preocupado, Sunoo se estaba portando raro— Adiós —sostuvo su cintura para darle un besito de despedida como la noche de ayer, pero la mano de Sunoo nuevamente se lo impidió. Sunghoon lo miró confundido.

—Hoy no —su mirada era baja, sus ojos estaban apagados, ese no era el Kim Sunoo que Sunghoon conocía, no era él.

—¿Por qué? —Estaba un poco asustado, estaba perdiendo a la persona que más quería en menos de un día y lo peor es que no conocía la razón.

—Solo no, adiós, nos vemos mañana —se alejó del agarre de Sunghoon y con una sonrisa muy forzada salió de la biblioteca y después de la escuela.

Sunghoon decidió no tomarle demasiada importancia, si, era su amigo, pero tal vez eran cosas que él no podía solucionar, tal vez sacó una baja nota y por eso estaba triste, no quería agobiar a su lindo duraznito con preguntas, más bien iría a ver si puede encontrar a Wonyoung y hacer un poco de conversación, quería acercarse a ella.

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—Jungwonie… —Sunoo llegó a la casa de Jungwon con los ojos llorosos, Jungwoon vivía con su madre, pero esta siempre estaba en viajes como justo ahora, volvería en dos semanas.

—Sunoo... ¿Qué pasó? —preocupado lo acogió en sus brazos, ver a Sunoo llorar era verdaderamente desgarrador, pero más lo era ver su rostro decaído, sus ropas desaliñadas y sus ojos color sol apagados, no había brillo, se había perdido.

—Al parecer... yo era el único con sentimientos de por medio... debí hacer caso al trato —lloró en el hombro de Jungwon por alrededor de 7 minutos, odiaba saber que su debilidad #1 era el mismísimo Park Sunghoon.

—Sun... yo te dije que no te aferres tanto... sé que es difícil no hacerlo, pero ya se rompió el trato ¿no?

—¿A-A qué te refieres? —hipaba mientras limpiaba sus lágrimas.

—Si no mal recuerdo, el trato de besos y eso sin sentimientos se rompe cuando o tienes a alguien que te gusta o consigues pareja y Sunghoon rompió el trato con la primera opción —habló con total razón.

—Quiero cambiarme de escuela...

—Hey, hey, hey, no te apresures tanto,  tienes que avanzar sin él.

—Si... pero esa escuela está muy lejos de mi casa, recuerda que cambié de escuela por él... puedo volver a mi otra escuela, esa no estaba lejos, tan solo cuatro cuadras... y puedes venir conmigo, el trámite es muy corto a finales de año y a tu mamá le gustará que sea más cerca.

—Ese es un buen fundamento —no podía contra esa lógica— bien, si tanto lo quieres Sun, iré contigo a la otra escuela, soy tu mejor amigo, no te dejaré solo por nada del mundo y lo sabes —definitivamente Jungwon es el mejor amigo que pudo encontrar.

—Vayamos a hacer el trámite mañana para que nos den el papeleo el viernes —era muy común que los estudiantes se cambien de escuela a finales de año, las escuelas ya tenían su sistema para que el papeleo no sea tan largo y tedioso.

—Bien —limpió sus lágrimas y se paró del sofá donde estaban sentados— ¿vamos a hacer galletas? —su sonrisa era tan bonita, que calmó por un momento a Sunoo.

—Sipi —sonrió nuevamente, ya no pensaría en Sunghoon, no se lastimaría más, y además el próximo año no tendría problemas con su mayor, él se gradúa este año.

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—Sunoo —Sunghoon llamó por teléfono a su mejor amigo.

—¿Si? —quería dormir, tenía sueño.

—Adivina quien tiene una cita con la chica mas linda de toda Corea —se notaba que estaba feliz, pero su felicidad provocó solamente dolor en el corazoncito del pequeño pelinegro.

—¿Ah sí? ¿Cómo lo conseguiste tan rápido? —hacía como si no le doliese, como si no le importase.

—Bueno, no es una cita cita, estaremos con otros chicos y chicas, pero ella me invitó a ir así que para mí es una cita.

—Oh... ¿Cuándo es? —hacía como si le interesase.

—Ese es el tema... mañana en la noche… —ambos sabían muy bien que los martes en la noche era noche de películas, cuatro o más horas donde estaban acurrucados viendo algunas películas.

—Pero es la noche de películas —su corazoncito se sentía estrujado.

—De eso es lo que quería hablarte... ¿Podemos cancelarlo? —eso nunca había pasado, Sunghoon no cambiaba a nadie por Sunoo.

Antes yo era tu prioridad.

—Claro —su voz seguía siendo la misma mientras aguantaba sus ganas de romper algo.

—¿Seguro? Yo no pens-

—Jungwon me está llamando, hablamos mañana —cortó la llamada haciéndose bolita en la cama del cuarto de invitados en la casa de Jungwon.

—¿Sunoo? ¡Sunoo! —Sunghoon se quedó esperando su respuesta hasta que se dio cuenta que la llamada había sido cortada— ¿Y ahora qué le pasa?

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—Me reemplazó —susurró viendo el techo, no dejaría que Sunghoon vuelva a besarlo, ese contrato ya se había roto, tampoco podía abrazarlo por la cintura demasiado tiempo, ni tomar su mano ni dormir juntos.

Yo también buscaré mi felicidad.

Sunoo quería a alguien que lo mimase y quería mimar a alguien, estaba en busca de una pareja para que Sunghoon quede como un recuerdo de malas decisiones, de no confiar en simples acciones, de no dejarse llevar por un "bonito trato", Sunghoon quedaría como un recuerdo de su vida adolecente.

Trataría de hacerlo con toda su fuerza de voluntad.

Pero su fuerza era Sunghoon, así que costaría el doble.