cinco años atrás (kenzie diez años)

-¿no puedo ir con ustedes?-pregunto la pequeña rubia haciendo un puchero.-por favor, prometo ser buena, educada, estar callada, hasta podría peinarme. yo solo quiero estar con ustedes.

-kenzie, linda, sabes que nos encantaría que fueses con nosotros, pero no se puede, debes ir a la escuela y cuidar la casa, tu abuela vendrá a cuidarte, de seguro te la pasarás genial.-dijo su madre acariciando su mejilla.

-bien, vayan a su estupido viaje y déjenme aquí como siempre.-le quito la mano bruscamente y salió corriendo hasta su habitación.

su madre no le tomó la atención necesaria a aquella acción por parte de la pequeña, y continuó preparando la comida, pero kenzie tenía un plan. ya era suficiente, ella siempre había estado siempre ahí para heather, pero cuando ella necesitaba su ayuda, su hermana mayor siempre estaba ocupada.

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-¡kenzie, cariño, abre la puerta!-la rubia se levanto de su lugar rápidamente y fue a la puerta con alegría.

-¡abuela, estás aquí!-grito con emoción abrazandola.

-hola, preciosa, también te extrañé mucho.-le devolvió el abrazo.

sus padres estaban por irse al aeropuerto, por eso su abuela, la responsable de cuidarla durante esa semana, acababa de llegar.

la abuela de kenzie vivía en otra ciudad, por lo que muy pocas veces se veían, pero cada vez que la mujer iba a visitarlos, kenzie se sentía sumamente feliz.

-¿como vas con tus dibujos, preciosa?-ambas se sentaron en el sofá a esperar a los demás.

-bien, justo ayer hice uno, te lo enseñaré.-salió corriendo escaleras arriba hasta su habitación.

por más que estuvo buscando entre sus cosas no conseguía el dibujo que había estado haciendo durante toda la noche.

-heather, ¿no viste un dibujo que deje por aquí?-pregunto la niña aún buscandolo con la mirada.

-oh por dios, kenzie, ¿era tuyo?-pregunto preocupada, ella asintió confundida.-sin querer derrame un poco de te sobre el, lo tiré a la basura, lo siento mucho, ¿me perdonas?

-claro, heather, no hay problema.-sonrio de lado algo desanimada.

tomo otro de sus dibujos y bajo para enseñárselo a su abuela, quien no tardó en hacer millones de comentarios hermosos sobre aquel dibujo.

-¡abuelita!-heather corrió hasta ella y la abrazo.

-hola, linda, que bueno verte de nuevo.-le dio un beso en la frente, kenzie sonrió.

luego de un rato se despidieron de ellos, ambas se quedaron en la cocina mirándose las caras, fue entonces cuando les llegó una idea a la mente.

-puedes invitar a los vecinitos si quieres, preciosa.-dijo su abuela sacando las galletas del horno.

entonces la pequeña fue corriendo hasta casa de los partridge, justo al frente de la suya, louis la recibió, y al oír las palabras galletas y chocolate salió corriendo a la casa de kenzie.

cuando las hermanas de louis y kenzie llegaron, el se encontraba sentado en la barra con galletas y un bigote de chocolate, lo que las hizo reír.

dos años antes (kenzie catorce años)

-no te preocupes, lou, estoy bien.-susurro la chica limpiando sus lagrimas, el la abrazo un poco más.

-no, kenzie. deja de actuar como si todo estuviese bien, cuando no es así, ¡ELLOS OLVIDARON TU CUMPLEAÑOS!-dijo con enojo, ella sollozo.

-esta bien, louis, no es para tanto.-dijo alejándose un poco.

-pero por supuesto que si.-se levantó del suelo y fue hasta su armario, tomo su cerdito donde guarda sus ahorros desde niño y lo rompió, kenzie lo observo sorprendida.

-oye, el cerdito no tiene la culpa de que estés enojado.-ambos rieron un poco.

-no, pero el me ayudará a dejar de estarlo.-tomo todo el dinero.-espera aquí un momento.-ella asintió.

el salió de la habitación, kenzie sonrió observando el dibujo que se encontraba enmarcado en la pared, ese dibujo lo habían hecho ambos cuando tenían diez y once, el día del cumpleaños de kenzie que sus padres se fueron se viaje a Estados Unidos con su hermana.

si, quizás su vida apestaba, quizás no tenía la atención de nadie en su familia además de su abuela, quizás no era perfecta como su hermana, pero eso no importaba, porque tenía a louis, y el la hacia sentir como si fuese heather.

-¡cumpleaños feliz, cumpleaños, kenzie, cumpleaños feliz!-sonrio y se levanto del suelo cuando lo observo entrar a la habitación con un pastel de helado, su favorito.-feliz cumpleaños, kenzie.

ambos se sentaron en el piso, la chica cerró los ojos y luego de pedir su deseo soplo las velas en el pastel, ambos sonrieron.

-gracias, louis, eres el mejor amigo de todo el mundo, gracias por estar siempre para mi, enserio. no te merezco.-dijo sonriente.

-no tienes nada que agradecerme, kenz, te quiero demasiado, siempre estaré aquí para ti, y soy yo quien no te merece.-acaricio su mejilla, ambos sonrieron, estaban muy cerca.

-louis.-grito cuando el le hecho un poco de crema en la nariz, ambos rieron.