Porque padre no es aquel que solo te da la vida, es aquel que te ama y cuida incondicionalmante sin importar nada más que tu bienestar.

-...- la morena pensó cuidadosamente en que escribirle- e-estoy nerviosa.

-¡no titubees ahora que llegamos tan lejos, tu puedes!- alentó la oji verde.

-Sherry tiene razón- Phil sonrió dando razón a su amiga.

-esta bien.

"Hola, que tal, antes que nada no te asustes porque un desconocido te escriba, no se si sepas de mi, mi nombre es Jemima soy la hija de Ray, un amigo tuyo de hace tiempo, no se si te acuerdes, por favor respondame rápido es urgente."

-enviado- presionó la tecla y el mensaje fue enviado con éxito.

-ahora a esperar una respuesta- mencionó Chris y de repente un pitido los interrumpió, ella había respondido.

"¿enserio eres Jemima? Cuanto tiempo ¿cómo están todos? Aunque decías que había algo urgente que decirme ¿qué es?"

-... Que rápida- dijeron los cuatro niños.

[...]

-¡papá!- exclamó contenta apenas lo vio entrar a la casa, corriendo a abrazarlo.

-Jemima ¿qué sucede que estas más feliz de lo normal?- la muchacha se había lanzado a él repentinamente a lo que el azabache rápidamente la trató de sostener.

-no mucho, sólo que fue un buen día ¿no crees?- sonrió a lo que el mayor no sabía cómo reaccionar, tenía un mal presentimiento.

-supongo- desde lo de la foto sentía eso... Aunque en primer lugar se preguntaba que hacía Jemima revisando sus cosas viejas.

-bien, me voy a dormir, hasta mañana- se separó y fue rápido a su habitación.

Si, definitivamente era raro.

Pero ya a la mañana siguiente cuando los dos tenían que salir todo se volvió más raro, Jemima siempre se levantaba temprano, pero ese día se levantó un poco más tarde casi haciéndole llegar tarde a clases.

-...- el joven mantenía su ceño fruncido tratando de pensar.

-cuidado amigo parece que quieres matar a alguien- una voz muy conocida se burló.

-si, tal vez me den ganas de reventar ese globo que llevas ahí- devolvió la burla a la mujer.

-¡oye! Por cosas como esas no te dejare cuidar de mis hijos- se cruzó de brazos molesta.

-si, si, ya sabemos como terminará al final, tu y Norman querrán sus noches de amor y yo tendré que hacer de nana- suspiro y escucho otra queja de la contraria- ¿a que viniste?

-¿acaso ahora esta prohibido que vea a mi esposo?- alzó una ceja y el contrario solo se puso la mano en la frente.

-no me refiero a eso, estas embarazada, deberías descansar.

-estoy embarazada, no discapacitada- tomo una pausa y se sentó-... Norman me dijo que has estado sumido en tu mente más de lo normal... Se que desde lo de Anna estuviste decaído aunque no lo mostrabas y decías lo contrario pero...

-esta bien, ya se a donde quieres llegar, pero todo está bien, enserio, más bien la que me preocupa es Jemima... Últimamente se ha estado comportando raro y se levanta cada vez más tarde.

-¿comportamiento raro?- el azabache asintió- ¿no es sólo el crecimiento?

-no lo creo, cada vez que llegó la veo tan feliz y se queda hasta tarde antes no lo hacía ¿por qué ahora? ¿Qué es diferente?- volvió a buscar una respuesta.

-... Ray...- levantó su vista hacia la mujer- no te alarmes por lo que te voy a decir pero...- tomo una pausa que alarmó más al joven- ¿y si... Esta enamorada...?

-...- solo se quedó viéndola- no... No fastidies claro que no- fruncio el ceño pero la teoría de Emma no estaba tan equivocada- no puede ser ¡solo tiene siete!

-ay Ray, es parte de crecer solo dejala ser- la de antena no le dio importancia.

-necesito saber quien es- su mirada se veía ensombrecida y decidida.

-¿eh?- el oji oliva se levantó y se fue rápidamente- ¡hey, oye espera, Ray!- trató de seguirlo pero apenas camino un poco se rindió- si claro, deja de lado a la embarazada.

[...]

Hoy era otro día en que Jemima hablaba con Anna junto a sus amigos, ella era muy agradable y se se hizo cercana a los niños de manera inmediata, como si hubiera estudiado para eso.

-Jemima- en la salida vio el carro de su padre y a él esperándola.

-woah- se sorprendieron los otros tres.

-¿papá? ¿Qué haces aquí?- pregunto realmente muy extrañada.

-salí temprano hoy día así que vine a recogerte, vamos- abrió la puerta del auto y ella asintió para despedirse de sus amigos y entrar al auto.

-es super raro ¿sucedió algo?- alzó una ceja mirando al mayor.

-nada fuera de lo normal- empezó a arrancar- ¿y tu?

-todo bien- respondió de inmediato, no se veia pero entre los dos se veía tensión, la intención de querer conseguir información del otro.

-ya veo...- quedándose a sí sin ideas.

-padre, pronto se acerca tu cumpleaños- recordó la menor.

-es verdad- respondió de forma simple.

-¿no estas entusiasmado?- se fijo en él a lo que el azabache solo alzó los hombros.

-otro año más de vejez- habló divertido ocasionando una risilla en su hija.

-no es por nada pero espero que los demás te den regalos terribles para que así el mio te encante mucho más que todos- sonrió alzando los brazos.

-no importa lo que me des, te aseguro que me encantará, aun si solo es un pedazo de papel lo guardaré porque me lo diste tu- una leve sonrisa se posó en el dejando a la menor sin palabras.

-...- ella estaba conmovida por lo que dijo su padre tanto que hasta sentía que lloraría- aún así dare lo mejor de mi, eres la persona que me salvo de las calles, mi padre, nunca me abandonaste.

-si...- aún recordaba ese día como si hubiera sido ayer, sabía que nunca lo olvidaría ¿y como hacerlo? Si fue el inicio de una nueva etapa.

[hace mucho tiempo]

-si... ¡Demonios Norman ya te dije que si!- exclamó al teléfono enojado- si, nos vemos.

El joven caminaba por aquellas calles de la tarde, el lugar en el que ahora caminaba no se veía como el mejor de todos pero se las apañaria si pasaba algo.

-... ¿Uh?- paso cerca de un callejón escuchando algo- un... ¿Llanto?- dudo si ir, no era problema suyo, pero era un llanto particular, así que al final regañandose mentalmente camino por ahí, topandose con una caja y dentro de ella un bebé- oh carajo...- la vio y dudo otra vez, era obvio que no estaba perdida la habían abandonado ahí, podía bien tomarla y luego llevarla a un orfanato y eso haría.

El azabache tomó a la niña y la llevó hacia el hotel en donde el se quedaba, primero que nada necesitaba saber que comían, leche materna, denegado no había ninguna mujer con aquello a su lado, formula, esa cosa la vendían en todas partes.

Con la bebé en brazos salió a comprar lo necesario, comida y pañales, eso sería suficiente hasta encontrar un orfanato y dejarla.

Pero tal fue su suerte que el director encargado del orfanato más cercano estaba de viaje, así que tendría que esperar a su regreso, fue así que lentamente sin darse cuenta se fue encariñando con la niña. Fue tanto el cariño que al momento de casi dejarla con ellos con solo unas palabras de ella se resignó.

-... Pa... Pá...- dijo la pequeña en un murmuró.

-un momento- detuvo al hombre que cargaba con la menor- la quiero adoptar.

Dándo así el inicio de lazos inquebrantables entre padre e hija, que aunque no sean sanguíneos eran verdaderos.

Continuará...

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A ver perdón por demorar tanto, yo actualizo casi seguido, pero... Soy la única loca que se pone a ver series enganchables justo cuando empiezan las clases?? Osea me debo concentrar al máximo por la jodida beca y mi mente tipo:... Bah hay que ver series.

Eso es todo nos vemos, bye.