Tn estacionó su vehículo, bajó, y tomó su bolso de la parte trasera, presionó el botón para que el techo cerrase, le colocó la alarma al auto, y se encaminó a la entrada de la academia. Se dirigió hacia los vestuarios, saludando a las personas que se cruzaba en el camino, y llegó finalmente.
– Hola, chicas –saludó.
– Hola, Tn –saludaron ellas.
– Tn, preciosa –saludó, acercándose a ella.
– Hola, Belle –sonrió, dejando su bolso en su taquilla.– ¿Qué tal quedaron las cosas con tu novio?
– Ah, terminamos –se recargó contra los casilleros.– Pero en buenos términos, así que...todo bien.
– Ya veo –cerró la taquilla y la miró.– Bueno, es algo.
– Sí –rió.
Ambas se encaminaron hacia los tocadores, tomando asiento juntas ya que los suyos estaban uno al lado del otro, y comenzaron a arreglarse.
– ¿Qué tal con tu crush? ¿Quién es? No me contaste nada.
– Por dios –rió.
– ¿Es del equipo de fútbol americano?
– No.
– ¡¿No?! Creí que hablabas del mariscal, ¿Cómo era...? ¡Ah, sí! Porco.
– No. De hecho...creo que él ni siquiera hace deportes –rió.
– ¿Es un nerd?
– Uh...No, tampoco. Pero en "jerarquía escolar" está a ese nivel de...
– ¿Lamentable?
Ambas rieron.
– Pero es lindo, es diferente a los chicos con los que he salido antes.
– ¿Qué hace? O sea, además de estudiar.
– ...Nada –rió.– Dijo que no tiene sueños ni ambiciones.
– ¡Qué insípido!
– Y me contó de su familia: su padre es doctor, su madre ama de casa, tiene un medio-hermano que estudia medicina, y la ex-esposa de su padre es profesora de historia.
– Familia común, nada interesante.
– Sí. Pero aun así espero tener otra cita con él.
– Que sea a solas, por favor. No es divertido una cita con tu Holly y los amigos de él.
– Holly siempre es divertida.
– Tn, admite que tienes un crush con ella –la miró.
– ¿Qué? –rió.– No es eso, boba –la miró.– Es mi mejor amiga de la infancia, fue mi primer amiga.
– Ajá...
– Como sea –rodó los ojos.– Ya tendré una cita con él pronto, espero.
[Cafetería]
– ¡No puedes! –negaron Armin y Mikasa a la vez.
– ¿Por qué no? –cuestionó Eren.
– No puedes salir con Tn Käufer, ella es superficial y falsa.
– Sería raro, como...si salieras con Historia.
– Creí que después de salir con ella el sábado no les caía tan mal.
– No es eso, sólo...somos precavidos.
– Ella sólo jugará contigo, así es ese tipo de chicas.
– Tn es linda, no es para nada mala. Tal vez es el prototipo de chica que le gusta el rosa, el maquillaje, las fiestas y todo eso, pero estoy seguro de que es más interesante.
– Ni siquiera sabes qué le gusta.
– Hace ballet.
– Peor. Las bailarinas de ballet se ven delicadas y bonitas, pero son malas y falsas.
– ¿Qué tienen contra Tn?
– Para empezar... ¿A qué te referías con eso de "creo que ya la conozco"?
– Bueno... –rascó su nuca.– Estaba revisando Instagram un día y me salió en recomendados el perfil de Ymir, así que me metí a ver por curiosidad, quería saber qué hacían los populares un sábado por la noche. Tenía como post más reciente un video y lo vi por curiosidad, había grabado a Tn e Historia bailando y cantando, se notaba que estaban ebrias. Nunca antes había visto a Tn, estaba seguro, y aunque no podía verla bien porque estaba algo oscuro...tenía esa sensación de que ya la conocía. Fue una sensación extraña.
– ¿Hay un video de Historia cantando ebria?
– Eso no es lo que importa. Yo...no sé por qué, no lo entiendo, pero de verdad tengo esa sensación de que ya la conozco y eso.
Armin y Mikasa intercambiaron miradas de curiosidad y cierto desconcierto.
[Academia Labeau]
Los alumnos de la academia practicaban, siguiendo las indicaciones de su profesora: Madame Seraphine Labeau, quien pasaba entre todos observando. Mientras, de fondo, se oía la melodía del piano.
– Arriba. Y dos...tres...cuatro. Y uno...Uno...dos, tres, cuatro – extendió su brazo hacia arriba.– Arriba –sonrió, bajando el brazo.– Belle, relájate un poco –indicó, tocándole el hombro.– Tn, precioso como siempre –alagó.– ¡Muy bien! Y uno, y dos, y tres, y cuatro.
La mujer se detuvo y miró hacia la zona superior del lugar, notando que por las puertas detrás de las butacas había entrado un hombre. Aquel era Theophil Schäfer, el Director de obras de ballet de la academia. Aquel bajó las escaleras, se acercó a la profesora e intercambiaron unas palabras; ella levantó las manos y dio dos aplausos para indicar una pausa.
El pianista dejó de tocar, a la vez que los alumnos detenían su entrenamiento.
– Buenas tardes, clase –saludó él.
– Buenas tardes –saludaron todos.
– Estamos en octubre, y en dos meses, diciembre, daremos la obra de El Cascanueces. Es una obra clásica, por supuesto, nosotros la haremos mucho mejor –sonrió.– Nuestra estrella serán, por supuesto, Clara y el Cascanueces. Las audiciones comenzarán mañana, y el viernes anunciaremos los papeles. Continúen.
– Muy bien, sigamos –dio dos aplausos.
El pianista volvió a tocar, y los alumnos volvieron a sus prácticas, aunque ahora algo más tensos todos ya que el Director estaba observando, y eso influiría en sus audiciones.
[Cafetería]
– Sigo sin entender qué les cae mal de Tn.
– Tal vez no es tan mala, fue agradable cuando salimos con ella, pero...hay algo en ella que no da confianza.
– Es falsa. Sólo jugará contigo.
– Mikasa, suenas como si la odiaras.
– No la odio, sólo...no confío en ella.
– Sólo la están confundiendo con Historia, por eso les cae mal –bebió.– Pero...Holly les cayó bien, ¿Verdad?
– ...Sí –contestaron ambos.
– Ella es más normal.
– No parece falsa o arrogante como Käufer. Pero...Eren, no salgas con Käufer. Imagina que es como si Armin saliera de pronto con Historia.
– No lo haría –negó el rubio.
– Sería raro. Pero Tn no es como Historia.
– Ella es exactamente igual que Historia.
– ...
Eren suspiró.
[Más tarde]
[Academia Labeau]
– Nancy intentará quedarse con el papel principal, de nuevo –dijo Belle.
– No me importa –contestó Tn.– Nadie me quitará el papel principal. Y si eso sucede...hay forma de hacer que sus zapatos de ballet arruinen sus pies –sonrió de lado, con malicia.
– Eres de lo peor –rió.– Te adoro.
– Tonta –rió.– ¿Salimos a cenar?
– Claro, me encantaría.
Ambas salieron del edificio, caminaron unos pasos por el estacionamiento, y subieron al vehículo de la rubia.
[Día siguiente]
– ¿Lista? –preguntó el Director. Ella asintió.– Bien –miró al pianista.– Danza de los Mirlitons, por favor.
El músico asintió y comenzó a tocar dicha pieza. Tn tomó aire, esperó unos segundos y, cuando el Director le hizo una seña con la mano, comenzó a danzar siguiendo la coreografía de aquella escena.
[Residencia Jaeger]
Eren hizo una mueca y se recostó sobre su escritorio, cubriendo su cabeza con sus brazos; giró un poco esta y miró su teléfono. Tenía abierto WhatsApp, concretamente el chat con Tn; no le había escrito nada, ni ella a él, pero quería hacerlo, de hecho se encontraba debatiendo sobre cómo pedirle una cita.
No tenía experiencia en relaciones o con chicas, su vida había sido tan aburrida y monótona que jamás había salido con una chica, así que no tenía idea de cómo pedir una cita o qué debía hacer en una; ni hablar de besos o sexo, hasta el momento no había besado a nadie. Era un completo perdedor, incluso él mismo se lo decía.
Pensó en preguntarle a su hermano, seguramente él podría ayudarlo con algunos concejos y demás, pero no quería hacerlo; sabía que si le hablaba de esto a Zeke, él pasaría lo que quedaba del año, y seguramente más, molestándolo con ello. Sus padres o su madrastra tampoco eran una opción, sus amigos menos, sabía de sobra que ni Armin ni Mikasa tenían experiencia con relaciones, eran igual de perdedores que él, o así lo veía.
– Maldita sea... –murmuró.
Soltó un pequeño quejido, se enderezó y tomó su teléfono, tomó aire para darse valor, y escribió un mensaje; negó con la cabeza, lo borró, y escribió otro, volvió a negar, pensó un momento, y escribió otro. Lo envió, antes de sentirse tan avergonzado al punto de arrepentirse, y sólo se quedó observando la pantalla, esperando ver el "en línea" bajo el nombre de la chica y así obtener una contestación.
[Academia Labeau]
Tn se detuvo en cuanto la música cesó, quedando en aquella última pose unos segundos.
– Muy bien, gracias –dijo el Director.– Puedes retirarte.
La joven se levantó del suelo, se acercó a un lado donde estaban las demás chicas que audicionaban para el papel de Clara, tomó su bolso, y se dirigió hacia la puerta para salir de la sala y del edificio. Mientras caminaba, sacó su teléfono para revisar notificaciones, notando que tenía un mensaje de Eren; levantó una ceja, lo abrió y, al leerlo, esbozó una pequeña sonrisa y le contestó.
Una vez fuera, se acercó a su auto, subió a él, y arrojó su bolso al asiento de copiloto, le contestó los mensajes a Eren y se colocó el cinturón de seguridad; encendió el auto, volvió a contestar, y comenzó a conducir.
[Viernes]
Tn estaba recargada contra una pared, de brazos cruzados y observando hacia la pizarra de corcho donde se solían colgar avisos y cosas importantes de la academia; junto a ella estaba su amiga, Belle, y por el lugar los demás. Todos esperaban ansiosos a la lista del Director Schäfer, para saber si habían obtenido algún papel en la obra, si serían extras o quedarían sólo como reemplazo.
La puerta de la oficina se abrió de pronto, acallando las conversaciones triviales y atrayendo la atención, y por ella salió la asistente de la Profesora Labeau, se acercó a la pizarra de corcho con una hoja, y la clavó con un pinche; se dio la vuelta y se alejó.
Todos se acercaron rápidamente a revisar la lista, las más ansiosas eran las chicas.
– Vamos, Tn –la miró, tomando su mano.– Estoy ansiosa –rió.
Belle comenzó a caminar, tirando de la mano de su amiga. Ambas se acercaron a la multitud y, al ver a la rubia, varias comenzaron a felicitarla.
– Bien hecho, Tn –la abrazó.
– Te lo mereces.
– Felicidades.
Tn observó hacia la hoja que colgaba de la pizarra, viendo su nombre bajo el del personaje principal:
Clara
Tn Käufer
– Oh... –sonrió.– Gracias –las miró.
– Te dije que lo lograrías –rió Belle.
– Sí –rió.
– Y ahora... –se acercó a ella, para susurrarle.– No habrá que dañar los zapatos de nadie, ¿No?
– Tonta –rió.– Le avisaré a mi mamá. Con permiso.
Tn se abrió paso entre la multitud, sonriéndole con superioridad a su rival al pasar a su lado, y salió del edificio mientras sacaba su teléfono y buscaba el teléfono de su madre entre sus contactos; deslizó el contacto para llamar y se recargó contra una pared mientras acercaba el celular a su oído, escuchando el tono de marcar.
– Tn, cariño. ¿Ya dieron los papeles?
– Sí, mamá. Y adivina: seré Clara.
Leonore gritó emocionada al otro lado de la línea, provocando risas en su hija menor.
– ¡Felicidades, cariño! Sabía que obtendrías el protagónico, como siempre. Eres la mejor bailarina de la academia y la más hermosa, no puede esperarse menos de ti.
– Gracias –rió.
La puerta se abrió, llamando su atención, y por ella se asomó Belle.
– Tn, el Director quiere hablar contigo.
– Voy enseguida –volvió a acercar el teléfono.– Me están llamando, así que debo colgar. Pero te contaré todo mejor en casa.
– De acuerdo, cariño. Ve, no hagas esperar al Director, ¡Y felicidades de nuevo!
– Gracias, mamá –rió.– Te veo en casa. Te amo.
– Te amo mucho más.
La joven colgó la llamada con su madre, guardó el teléfono en el bolsillo de su abrigo y volvió dentro de la academia, para dirigirse con prisa hacia la oficina en donde estaban el Director Schäfer y la Profesora Labeau esperándola.
– Lo siento –se disculpó, entrando.– Estaba al teléfono con mi madre –cerró la puerta a sus espaldas.– ¿Sucede algo?
– Tn, querida. Primero que nada, felicidades.
– Gracias, Profesora.
– Tn, has vuelto a quedar en el protagónico porque eres la mejor bailarina de la compañía, estás aquí desde los cuatro años. Queremos que eso quede claro, no tiene nada que ver con las influencias de tus padres.
– Lo sé. Me esfuerzo mucho también, y me esforzaré el doble para la obra.
– Sabemos que será así. Lo que queremos discutir es respecto a Nancy...
– Yo no le hice nada. Belle tampoco.
– Lo sabemos, no vino a quejarse de nada...Bueno, de no obtener el papel, pero eso es otra historia.
– A lo que queremos llegar, Tn, cariño, es que la nombramos tu reemplazo, por si llega a pasarte algo.
– Lastima por ella, porque no me pasará nada y actuaré en la obra.
– Seguro que sí, pero nuestro punto es que no queremos incidentes como la última vez.
– La última vez... –murmuró, enredando un mechón de cabello en un dedo.– Yo no hice nada, Belle tampoco hizo nada, nadie pudo probar nada en nuestra contra.
– Tn, por favor. La única razón por la que mantuvimos todo a raya y no dejamos que pasara a mayores fue por las influencias de tu padre. Pero esta vez te pedimos, por favor, que no ocurran incidentes entre tú y Nancy.
– Sabemos la fidelidad obsesiva que Belle tiene contigo, que es capaz de lo que sea, así que por favor no la influyas a hacer cosas malas, ni tú tampoco las hagas.
– No se preocupen –rodó los ojos.– Nancy estará bien.
– Eso esperamos.
– Es todo. Puedes irte y nos vemos el lunes para comenzar el ensayo.
– De acuerdo. Nos vemos.
– Felicidades de nuevo.
– Gracias –sonrió.
Tn se dio la vuelta, abrió la puerta y salió de la oficina, encontrándose justamente con Belle fuera, como si custodiara la puerta; cerró aquella y comenzó a caminar con ella.
– ¿Qué te dijeron?
– Nada, sólo que no quieren "incidentes" con Nancy, ni de tu parte ni mía.
– Ah, lo mismo que a mí.
– ¿Te dijeron algo?
– Básicamente: "No hagas locuras por Tn Käufer".
– Ya veo –rió.– De acuerdo, quiero mantenerme fuera de disturbios, así que no hagas nada –ordenó, saliendo del edificio.
– Lo prometo –sonrió, saliendo tras ella.– De todos modos, nadie puede probar nada de lo que pasó.
– Ajá... –se detuvo junto a su auto.– Sube, te llevo a casa.
– Gracias.
Ambas subieron al vehículo, se colocaron los cinturones de seguridad, y la rubia comenzó a conducir.
– ¿A dónde irás?
– Primero, a ver a Holly. Debo contarle la noticia.
– Ah.
– Y luego a casa, mi mamá debe estar esperándome para felicitarme.
– Genial –sonrió.
[Residencia Duerr]
– ¡Ah! Il mattino alle nozze vicinoquanto è dolce al mio tenero sposoquesto bel cappellino vezzosoche Susanna ella stessa si fe'~ –cantó Magda, en italiano.
– Eres increíble, mamá –alabó Holly.
La joven se encontraba pintando un retrato de su madre para su clase de arte, mientras la mujer ensayaba sus líneas para la obra de ópera que tendría en diciembre y de la cual ya estaban ensayando y preparando vestuarios y escenografías; por otro lado, su hermano menor sentado en el sofá leyendo una enciclopedia sobre el mundo marino, y su padre estaba sentado junto a su hijo, leyendo unos ensayos de sus alumnos que debía corregir. De fondo se oía algo de música clásica, sonando suavemente y llenando la sala.
La familia Duerr podría considerarse una familia muy culta, puesto que todos amaban el arte, la música clásica y disfrutaban de la lectura de libros, solían ir a museos y obras de teatro, ópera o ballet; eran muy inteligente también, pues el matrimonio dominaba varios idiomas que luego enseñaron a sus hijos, los cuales ahora también ya los dominaban.
El padre, Heine, era arqueólogo, profesor universitario de arqueología y profesor de latín; su padre también había sido profesor universitario y su madre fue la Decana de la universidad. La madre, Magda, era actriz de teatro y cantante lírica de ópera; venía de un padre que era Director de obras de teatro y una madre que era actriz de teatro. Holly, por su parte, además de ser una adolescente normal y otaku, tenía aptitudes excepcionales para la pintura y el dibujo, y le gustaba nadar. Y por último, el pequeño Daniel, era un superdotado, muy inteligente y amante del océano y todo el mundo marino, por ello también hacía natación y practicaba buceo.
El timbre de la casa sonó, interrumpiendo el ambiente intelectual de la sala.
– Yo abro –dijo la joven.
Se levantó de su banquillo mientras dejaba el pincel en el recipiente con agua, tomó un pañuelo para limpiar la pintura de sus manos, y lo dejó a un lado para luego dirigirse con algo de prisa a la puerta; tomó el picaporte y abrió, sonriendo al ver a su mejor amiga al otro lado.
– Hola de nuevo, Tn.
– Holy-Holly, debo contarte algo, pero tenía que hacerlo en persona.
– ¿Es algo malo?
– ¡No! Es maravilloso.
– Están mis padres en la sala.
– Está bien, no importa.
– ...Bien, dime –animó, algo temerosa por lo que su amiga fuera a decir.
– Tengo el papel. Seré Clara en la obra del Cascanueces en Diciembre.
– Oh –sonrió.– ¡Felicidades! –la abrazó.
– Gracias –rió, correspondiendo.
– Tn, eres tú –saludó la mujer, acercándose.
– Hola, señora Magda –sonrió.
– ¿Cómo estás, linda?
– Bien, ¿Usted?
– Muy bien. Estaba practicando mis líneas.
– ¡Oh! ¿Qué papel obtuvo esta vez?
– Susana, la esposa de Fígaro.
– ¡Oh! Las Bodas de Fígaro, qué bello –sonrió, juntando sus manos.– Felicidades.
– Gracias –sonrió.– Oí que también obtuviste un papel, ¿Cierto?
– Sí, seré Clara en la obra del Cascanueces.
– Oh, felicidades, bonita –tomó sus manos.– Lo harás maravilloso, estoy segura.
– Gracias –rió.
Holly rió y abrazó el brazo de su amiga.
– Tn es genial.
– Lo soy.
– Claro –rió.
[Más tarde]
[Residencia Käufer]
Tn llegó a casa, ingresó y se dirigió a la sala, en donde la recibió su madre con un pastel rosa decorado y el té ya listo.
– ¡Ahí está mi Clara! –se acercó a ella.– Felicidades, cariño –la abrazó.
– Gracias, mamá –rió, correspondiendo.
– Estoy muy feliz por ti, de verdad –se separó un poco para mirarla.– Estoy segura de que lo harás bien, eres la mejor bailarina de la compañía.
– Lo sé –rió.– Pero gracias.
– Te compré un pastel para que celebremos.
– Mamá...
– Vamos, una porción o dos no te harán nada.
– ...Bien –rió.– Sólo por la ocasión especial.
– Bien dicho –rió.– Ven aquí.
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