-Hola Gi-hun, ¿vienes a ver a Sang-Woo? -le preguntó la mamá del muchacho con una sonrisa en el rostro.

-Sí señora. ¿Se encuentra?

-¡Claro! ahora lo llamo -le respondió y entró nuevamente a su casa.

Desde afuera se escuchaba la voz de la señora llamando a su hijo y Gi-hun esperó unos minutos hasta que al fin salió la persona a la que había ido a buscar.

-Hola Gi-hun ¿cómo estás?

-Hola Sang-Woo, bien, gracias por preguntar -dijo y ambos chocaron sus puños en forma de saludo como normalmente lo hacían.

-Yo no creo que estés bien, ¿ya te viste en el espejo?

-Lo dices por los moretones en mi cara ¿verdad?

-Exacto, lo digo por eso.
Déjame adivinar: les quedaste a deber dinero a los del tercero A, no les pagaste y te golpearon... ¿Adiviné?

-Pues sí, adivinaste.

-Lo sabía, por cierto, disculpa la tardanza, es que estaba ocupado y no pude salir de inmediato -comentó Sang-Woo mientras se acomodaba los lentes.

-No te preocupes, te entiendo -respondió Gi-hun-. Más bien discúlpame a mí por venir a molestarte.

-Descuida ¿quieres pasar a tomar algo de beber? se ve que estás cansado -le ofreció Sang-Woo.

-No, no, yo solo vine de rápido, si me quedo más tiempo aquí mi mamá va a matarme; tú ya la conoces.

-Si ya la conozco y tu decisión me parece la mejor, entonces vamos a sentarnos a la banqueta de allá -le propuso Sang-Woo señalando a la banqueta contrataría.

-Si vamos -accedió Gi-hun, y ambos se dirigieron al lugar para comenzar a charlar.

-¿Y qué se te ofrece Gi-hun?, ¿necesitas que te ayude en algo?

-Si, lo que pasa es que hoy perdí mi billetera y enton... -antes de que terminara la frase fue interrumpido.

-¡No te voy a prestar dinero, no tengo! -le gritó Sang-Woo.

-¡¿Qué?! no vine a pedirte dinero prestado, primero escúchame -corrigió Gi-hun.

-A ver, te escucho -le dijo Sang-Woo mientras se cruzaba de brazos.

-Bueno, como te decía se me perdió mi billetera hoy en el receso porque choque con una niña, sospecho que ella se la robó, y alguien me dijo que esa chica es tu compañera de clase -explicó Gi-hun.

-¿Mi compañera? ¿cómo es? dame su descripción física -le pidió Sang-Woo.

-Es una chica de cabello corto y con pecas, ¿la identificas?

Sang-Woo se quedó pensando por unos segundos para posteriormente romper el silencio que se produjo en ese pequeño rato.

-Ah ya, Sae-byeok; sí claro, está en mi grupo. Pero, ¿qué tan seguro estás de que ella fue quién te robó la cartera? Lo digo porque en una escuela pueden existir varias chicas con la descripción física que me diste. Te propongo algo, mañana te digo quien es Sae-byeok y si es ella la chica con la que chocas le preguntas sobre tu dinero, ¿no?

-¡No! tal vez no estoy seguro, pero al menos quiero preguntárselo hoy mismo.

-¿Hoy mismo? pero...¿cómo? si ni siquiera sabes dónde vive.

-Pero es tu compañera y debes saber esa información.

-¡¿Yo?! -exclamó Sang-Woo.

-¡Sí!

-¿Crees que soy su guardaespaldas Gi-hun? -le cuestionó Sang-Woo con enojo.

-Ya es broma Sang-Woo no te enojes -le respondió a su amigo-. ¿De casualidad le hablas? -continuó.

-¿A la que sospechas que te robó el dinero?

-Sí -afirmó Gi-hun.

-No... me cae mal, además es muy callada.

-¿Pero no tendrás su número?

-Te estoy diciendo que me cae mal, ni de loco tendría su número. Pero tranquilo, ella debe estar en el grupo de WhatsApp del salón. Déjame buscarla, a lo mejor y aparece -Sang-Woo sacó su celular y empezó a buscar el número de Sae hasta que lo encontró-. Aquí está, ya encontré su número.

-¿Si es? -le preguntó Gi-hun.

-Sí, aquí está su nombre -le respondió mostrándole la pantalla del celular-. ¿Te dicto el número?

-Si, espera... -contestó Gi-hun y sacó el teléfono de la bolsa de su pantalón-. Ya me lo puedes dictar.

-Claro es...

Sang-Woo le dictó el número de Sae-byeok y después de eso ambos amigos se despidieron.
Gi-hun se fue en dirección a su casa y en cuanto llegara le mandaría mensaje a la "carterista".

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Fin del capítulo 3

(Capítulo editado)