𝕀𝕀~¿ℙ𝕒𝕣𝕒 𝕢𝕦𝕖́ 𝕖𝕤𝕒 𝕔𝕒𝕣𝕥𝕖𝕣𝕒?

Todos los jovencitos de uniforme verde, caminaban hacia el portón de su escuela para al fin poder largarse de esa prisión donde el objetivo es que los alumnos se vuelvan locos. Bueno, tal vez su objetivo no sea ese pero la mayoría de ellos si enloquece por tanta tarea y gritos de los profesores. 

Por otro lado, Sae-byeok al igual que los demás jóvenes estaba a punto de irse, pero antes de que pudiera hacerlo escuchó que alguien la llamaba:

—¡Sae! —gritó Seok un chico de 17 años.

—¿Qué quieres? —le respondió Sae con esa voz fría característica de ella. 

—¿Ya te vas? —preguntó Seok caminando en dirección a la chica.

—Pues sí, ¿qué no ves? 

—Perdóname. Yo solo te venía a preguntar si no sabes de casualidad dónde está Ji-yeong. 

—¿Y por qué me lo preguntas a mí? no soy su amiga, igual ella ya se fue desde hace un rato porque fue la primera en terminar el trabajo que nos dejó el maestro de computación —le contestó Sae con molestia pero sin demostrarlo en sus palabras.

—Pues disculpa la pregunta señorita, gracias de todas formas. 

Sae-byeok ya no le respondió al chico, solo se dio la vuelta y se fue. 

—Ay que chica más amable —alegó el joven sarcásticamente. 

Seok se entretuvo con el teléfono por unos minutos, cuando de repente vio a Gi-hun corriendo en dirección a los salones de tercero, así que se apresuró tras él hasta alcanzarlo. 

—¡Gi-hun! —le gritó y el muchacho se detuvo bruscamente al oír que alguien lo llamaba.

—¿Qué sucede, Seok? —le preguntó algo agitado. 

—¿A dónde vas? Y… ¿qué te pasó en la cara? —le interrogó sorprendido al ver que tenía moretones en el rostro. 

—Voy a buscar a alguien y esto… —respondió Gi-hun mientras se tocaba la mejilla—. Bueno… sabes que, otro día  te cuento lo que me pasó. 

—¡No!, cuéntame ahora. 

—Que chismoso eres Seok, pero ya que, te voy a contar. Lo que pasó fue que los 5 tipos esos del tercero A me persiguieron para que les diera el dinero que traía, porque ya sabes que la semana pasada  les quedé a deber y pues me negué a dárselos y me golpearon. 

—¿Es en serio?  y entonces… ¿les entregaste el dinero?

—No porque el dinero se me perdió. Ellos me persiguieron y yo choqué con una chica afuera de la cafetería, y lo más probable es que la cartera se me haya caído y esa niña la tomó quedándose con lo poco que traía.

—¿Y entonces qué vas hacer? ¿buscar a la tipa? —le cuestionó Seok y Gi-hun solo asintió—. ¿Pero cómo la vas a buscar ahorita? ya todos se fueron. ¿Y para qué quieres ese dinero?, es ridículo que vayas a buscar a la chica solo por un "dinerito"

—Ese "dinerito" lo iba a ocupar para comprarle un regalo a mi hermana —confesó Gi-hun algo triste, realmente tenía ganas de sorprender a su hermana por primera vez con un regalo. 

—Ay Gi-hun, ¿y por qué no le pides a tu mamá?

—¿A mi mamá? ¿estás loco? ¿crees que me va a dar dinero? es lógico que no —suspiró—. Yo solo quería darle un pequeño detalle por su cumpleaños a mi hermanita. 

—Yo te prestaría si tuviera amigo —expresó Seok dándole una ligera palmada a Gi-hun en el hombro —, pero ya vez que también estoy bien pobre —añadió—. Y por cierto, ¿cómo era la chica? 

—Pues, de cabello corto, blanca, de pecas, y… eso es lo único que recuerdo de ella. 

—¿Cabello corto, blanca y con pecas? —Se quedó pensando por unos segundos—. Oye yo la conozco. 

—¿La conoces?, ¿quién es? ¡Dime! —interrogó Gi-hun sujetando a su amigo de los hombros. 

—¡Ay espera! —se quejó Seok—. Ella va en el grupo enemigo. 

—¿En el grupo enemigo? —Lo soltó del agarre y continuó—. No entiendo —agregó algo confundido. 

—Si, si, ella va en el grupo con el que ustedes compiten. 

—"En el D" —habló Gi-hun en voz baja, que casi parecía un susurro.

—Si en ese, creo que tienes un amigo en ese salón ¿no? déjame recordar como se llama —pensó por unos segundos—. Ah ya me acordé, se llama Sang-Woo. 

—Es verdad, él está en ese grupo, me imagino que debe conocerla. Voy a preguntarle. 

—Si, pues es obvio que tiene que conocerla ¿lo vas a ir a ver hasta su casa o le vas a mandar un mensaje? —preguntó Seok. 

—Lo iré a ver a su casa, vive muy cerca de donde yo vivo —contestó Gi-hun sonriendo mientras sacaba el celular de su mochila para ver la hora—. Bueno ya me voy Seok y gracias amigo. 

—No hay problema, suerte nos vemos luego. —Eso fue lo último que dijo y posteriormente se fue. 

—¡Adiós! —se despidió Gi-hun antes de que la silueta de su compañero desapareciera por completo. 

Gi-hun llegó a su barrio y se dirigió a la casa de Sang-Woo para poder preguntarle sobre la chica. Al llegar tocó la puerta y lo recibió la mamá de su amigo. 

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Fin del capítulo 2.

Si hay errores díganmelo para corregir (perdón por repetirlo nuevamente jeje)

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