chapter seven. flame, light and echo

.˚ׅ ❛ capítulo siete
flame, light and echo  ❜𓈒˙









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El resto de la semana es odioso, Margo me enseña técnicas sobre un ser sobrenatural que ni yo puedo creer lograr y entre ellas está gritar, es vergonzoso, tanto que los vecinos nos miraron al salir está mañana.

—¡Buenos días, Carmen!— saluda Margo con un ademán a la mujer que vive junto a nuestra casa.

Sin embargo, ella le ignora y deja a Margo maldiciendo en voz baja. Tomo la iniciativa de llevarme hoy para hacerme más compañía, aunque creo que eso solo nos ha unido más, incluyendo el gran secreto revelado.

—Que insensible— murmura, arrancando el auto —Si atropellar gente no fuera ilegal...

—¡Margo!— le regaño, con los ojos abiertos de par en par.

—¿Que? No me culpes a mi, es una grosera.

Niego en desaprobación —No cuando cree que nuestra casa es de locos, aunque pensándolo bien creo que lo es.

—¿De que hablas? No ha pasado nada raro en casa— frunce el ceño.

—Claro, con dos raritas no es suficiente— suspiró —¿Mi papá no ha dado señales de vida? Lo necesito mucho para esto, quiero hablar con él pero no responde las llamadas y los mensajes los responde cada dos horas.

—Tiene mucho trabajo, Dáire y estar en casa lo pone ansioso— me dice Margo —Te juro que intentaré hablar con él para que vuelva en vacaciones, ¿Que opinas?

Asiento —Gracias.

Ella sonríe y el resto del camino no hablamos de nada más que de la música que pasan en la radio, hay una estación que es nuestra favorita y que siempre escuchamos cuando estamos en el auto, siempre nos pasabamos todo el camino cantando las canciones que ponían de Rihanna, Margo es una loca fanática, así que siempre se aloca cuando escucha apenas la introducción de la canción, eso me hace reír a mi y cantar al mismo tiempo.

Abro el casillero y es casi automático, pero Isaac se aparece frente a mi de golpe, haciéndome saltar. Respiro hondo antes de cerrar los ojos y soltar un chillido que le hace reír un poco.

—¿Puedes...— formo una mueca —Dejar de hacer eso?

Isaac frunce el ceño —¿Hacer que?

—Aparecerte de la nada todas las mañanas para preguntarme cómo estoy— sonrió un poco —Es lindo, pero vas a hacer que me dé un infarto.

—Lo lamento, no era mi intención— se toma el pecho como si hiciera un juramento —¿Puedo preguntarte cómo estás?

Asiento —Sí, pero no aparezcas de la nada, estoy bien, gracias, ¿Que hay de ti?

Señala su equipo de lacrosse, ahora que lo veo bien, me doy cuenta que tiene el uniforme también.

—Tengo entrenamiento más tarde, quizá quieras acompañarme, es en el receso— me sonríe —Si puedes, por supuesto.

Me mantengo un buen rato admirando los rizos que le cuelgan de la frente hasta que despierto totalmente.

—Por supuesto, estaré ahí— sonrió aún más.

—Sí y, habrá una fiesta está noche, trato de conseguir boletos para... ujum, así no iba mi pregunta— sacude la cabeza —¿Quieres ir conmigo a la fiesta de esta noche?

Alzó ambas cejas —¿Esta noche?

Asiente —Sí, bueno, si no quieres está bien, entiendo que tengas más planes importantes que salir conmigo.

—Ni siquiera he dicho que no— recriminó —Sí, quiero ir contigo.

Sonríe —¿Paso por ti a las siete?

Asiento con la cabeza cuando Allison se aparece a nuestro lado, saluda a Isaac y el a ella, sin embargo, se nota algo asustada como para seguirle la conversación.

—¿Estás bien?— le murmuro.

Ella abre la boca para hablar pero no pronuncia nada.

—Te veré a las siete— se despide Isaac y acepto, tomo a Allison del brazo y le pido que hable.

—¿Que ocurre? ¿Viste un fantasma o que?

Allison niega —Matt me invito a salir.

Detengo mis movimientos —Ah wow ¿Que? ¿Y Scott? Espera, nadie sabe lo tuyo con Scott, es verdad.

—Exacto, no se que decir, creo que debería consultaron primero con Scott.

Asiento —Claro, como tú creas que es mejor— ella se ve igual de asustada incluso después de aquel “consejo”, así que decido añadir algo más —Creo que es lo mejor para que no existan malentendidos entre ustedes, se quieren mucho y Scott lo entenderá.

Forma una sonrisa —Gracias.

—¿Y a dónde te invito?— cierro mi casillero y entrelazó su brazo con el mío para empezar a caminar juntas por la escuela.

—A una fiesta de esta noche o algo así dijo, estaba ocupada entrando en pánico— suspiró —Dime que Isaac también te invito.

Alzó ambas cejas —¿Por qué lo haría?

Me mira obvia —Ya todos sabemos lo que se traen entre ustedes, al menos Lydia y yo.

—Pero Lydia no sabe quién es, Scott si y tú también— digo —Quiza en la fiesta se de cuenta, pero scott no deja de decirme que está en el bando equivocado y que no debo hablar con él pero dime, ¿Es mi papá? ¿O por qué me dice que hacer?

—Yo hablaré con el, no te preocupes— me sonríe un poco más.

En ese momento, Scott está doblando la esquina, así que casi choca con nosotras en el pasillo.

—¿Escuché mi nombre?— nos pregunta, cruzándose de brazos.

—Tienes que dejar que Dáire salga con Isaac— le dice Allison.

Asiento, pero luego me detengo —Sí, ¿Que?

Allison ríe —Dejalos que salgan.

—Yo nunca dije que no podías.

—Dijiste que dejara de hablarle porque estaba con Derek— recuerdo.

—Porque creí que mataría a Lydia.

—¿Y porque mate a Jackson no es importante?

Scott piensa unos segundos —¿Si...?

—¡Scott!

—¿Qué? Jackson es un idiota.

—Como tu— murmuro, llevándome una mala mirada de Scott —Yo no dije nada.

—Bueno, los vas a dejar salir está noche, te guste o no— sentencia Allison —Eres un poco obsesivo con sobreproteger a la gente.

—Crei que estabas de mi lado— recrimina Scott.

—No en esto, cielo.

Scott rueda los ojos —Ya que, pero no los quiero ver besándose ¡Iugh!

Mis mejillas se vuelven rojas en aquel instante.

—Que me bese con Isaac no tiene nada que ver contigo— le digo.

—Dime si los veré compartiendo babas por algún lado para mejor no ir.

—No vayas— murmura Allison.

La miró —Creí que estabas de mi lado— ella se encogió de hombros como respuesta —Como sea, no me voy a besar con nadie y en definitiva no voy a decir nada más al respecto.

El timbre suena para la primera clase, agradezco al cielo y luego miro a mis dos amigos.

—Los veo en la fiesta— señalo con mi dedo y después huyó lo más rápido que puedo.


Resulta que Lydia también habia descubierto todo sobre Isaac, lo cual es raro, pero es Lydia y ella sabe todo.

—Ya se tu pequeño secreto— dice al llegar a la hora de la comida.

Isaac me invitó a almorzar juntos hoy, por lo que estoy aún en la fila para tomar mi almuerzo.

La miró, ¿Finjo demencia? No, Lydia tiene esa mirada de «no me mientas o no amaneces».

—¿Pensamos lo mismo?— inquiero.

—Sé que tú y Isaac se han estado viendo— suelta sin más.

—Entonces sí.

—¿Cuando ibas a decirme? Creí que no había secretos entre nosotras, somos el equipo “Llama, Luz y Eco”.

Frunzo el ceño —¿Quién es quién?

Rueda los ojos —Como sea, no importa.

—No hay nada que deba contarte sobre Isaac, Lydia— me vuelvo a ella, tratando de ser lo más sincera posible —Solo somos amigos, por ahora, creo que le gustó y es todo, me invitó a una fiesta está noche.

—¿Y vas a ir?

Asiento —Por supuesto que iré, me recogerá a la siete.

Lydia sonríe —Eso es una buena noticia, ya era hora que consiguieras algo mejor que el último patán, ¿Y ya tienes que vas a usar? ¡Olvídalo! Obvio que no, tenemos que ir de compras y Allison viene con nosotras.

Termino aceptando porque es lo menos que le debo a Lydia luego de como la hemos tratado las últimas semanas con todo el tema de los seres sobrenaturales.

En ese momento Allison se forma en la línea, dejandola confusa al ver a Lydia también.

—¿Tu no traes tu almuerzo?— le inquiere Allison.

Lydia la mira —Obviamente, le decía a Dáire que saldremos de compras hoy, así que cancela todos tus planes con tu novio que hoy es noche de chicas.

—¿Le dijiste lo de la fiesta?— Allison me mira.

Asiento —Sí, y dijo que somos fuego, focos y ruido, ¿Cómo era?

Lydia rueda los ojos —“Llama, Luz y Eco”.

—¿Que significa?

—Yo soy la llama, tu la luz— me señala —Y Allison el eco, creí que lo sabrían.

—Por supuesto, el nombre de cuando nos conocimos el año pasado— dice Allison.

—¿Cómo es que no me acuerdo de esas cosas?— niego.

—Tienes mala memoria.

—Sí, lo suponía— suspiró —Prometo no faltar a ir de compras pero ya me tengo que ir, así que adiós.

Me despido con un ademán antes de que puedan hacer más preguntas y me voy hasta los pasillos con dos bolsas de la comida de la escuela. Isaac dijo que me vería en el pasillo junto al salón de química, por lo que cruzo primero el que está lleno de casilleros cuando casi choca conmigo.

Rió un poco por alguna razón —Creo que debemos de dejar de mirarnos así— bromeo, entregándole la bolsa.

—Lo lamento.

—¿Por qué siempre te disculpas?

Aquello le toma de sorpresa —No lo sé, supongo que es la costumbre.

Extiende su mano, así que la tomo y se siente extraño, porque Isaac y yo en realidad no hemos hecho algo tan sencillo como tomarnos de las manos, pero aún así acepto, le tomo la mano y empezamos a caminar, juntos.

—¿La costumbre?— inquiero con curiosidad —¿Tu padre hacia que te disculparas siempre?

Niega en silencio, lo cual me deja algo confundida.

—Lo siento si te molesta, es que en realidad no me has dicho mucho sobre tu padre, solo se que murió y casi vas a prisión por eso.

—Mi padre nunca se disculpaba por nada— explica —Pero hacia que me disculpara por todas mis acciones.

Se que no debería decir nada más, pero siento que casi no lo conozco, al menos no este lado suyo que ahora ha salido a la luz.

—¿Era un abusador?— casi murmuro.

Ambos estamos saliendo de la escuela cuando me mira, tiene el rostro triste, demasiado diría yo. De pronto siento que lo arruiné, también lástima por él, pero en más parte que lo arruiné.

—Ya me voy a callar— añado.

Él niega —No, me gusta escucharte hablar— dice —Pero no aquí, ¿Esta bien? Te contaré todo, lo prometo, pero no me gusta hablar de mi padre y mucho menos cuando estamos apunto de tener una cita.

Alzó ambas cejas —Quien lo diría, segunda o ¿Tercera cita?

Aquello lo hace sonreír y me alivia que lo haga por algo que dije —Segunda.

Aprieto un poco más su mano como apoyo y ambos caminamos por la escuela hasta sentarnos bajo la sombra de un árbol, un pequeño picnic o algo así.

—¿Aún sigue lo de la fiesta?— me preguntó en busca de un tema de conversación.

—Por supuesto— Isaac sonríe —¿Por qué no lo seguiría?

Encogí mis hombros —Lydia quiere llevarme de compras, a Allison y a mi.

—¿De verdad? ¿Cómo está ella?

Entrecierro los ojos —Querias matarla hace menos de una semana.

—La gente cambia, Dáire— bromea, haciéndome reír un poco.

—Ella está bien, entiende que pasa algo pero siento que no del todo o quizá no lo quiere aceptar.

«como yo» pienso «quizá no quiero creer lo que realmente soy porque toda la vida fui alguien diferente».

—¿Estás bien?— inquiere Isaac, quién al parecer deje en silencio un buen rato.

Sacudo la cabeza —Eh, sí— bajo la mirada, avergonzada —Si yo te contara un secreto, bastante secreto a mi parecer, ¿Prometes no contarle a nadie? Es solo una pregunta hipotética, claro.

Isaac me mira sin entender, claro, no tiene la menor idea de lo que hablo.

—¿Sabes que haría? Respetarte incluso después de que me cuentes eso, no importa, puedes decírmelo— me sonríe un poco.

Nadie más lo sabe, solo Scott —o al menos una parte— y Margo, así que no sé cómo empezar.

—Yo... quizá no sea lo que crees— empiezo —M-Margo me dijo que vengo de u-un linaje de Banshee, ¿Sabes lo que es?

—¿Son brujas?

Niego, soltando una risa nerviosa —No, no son brujas, son más como seres, eh, sobrenaturales que se relacionan con la muerte y... bueno, solo sé eso, Margo me sigue enseñando más cosas, así que...

Finalizo con la esperanza de que añada algo más ya que me siento algo rara diciéndolo en voz alta, especialmente en la escuela. A Isaac me toma unos segundos tratar de procesar esa nueva información y, cuando lo hace, asiente solamente.

—Esta bien.

Frunzo el ceño —¿Y ya?

—Tienes a Margo para ayudarte y eso está bien.

Niego —¿No te importa?

—¿Por qué lo haría? Dáire, seas unicornio, vampiro, mujer lobo— se señala a si mismo —No importa, me sigues gustando.

La sangre se me va a las mejillas, —¿Entonces yo te gusto?— sonrió burlona.

Isaac rueda los ojos con una sonrisa también —Sí, ya lo dije, ¿Yo te gusto?

—Hmm, no lo sé, creo que aún no lo averiguo— encogí mis hombros.

Él ríe, sabiendo que estoy bromeando, por supuesto que me gusta.

—¿Es raro que Matt me haya invitado a la fiesta?— pregunta Allison mientras estamos eligiendo vestidos en la plaza cerca de la escuela, después de clases.

Bufo —Es raro que aceptarás.

—Es raro que hablemos de él— añade Lydia, sacando un vestido rojo vino liso, entonces me lo pone sobre la ropa para ver qué tal me queda —¿Por qué te invito en primer lugar? ¿No es que estás con Scott?

La pelinegra asiente —Sí, pero él no lo sabe.

—Deberías decírselo— admito —No se quiera sobrepasar al creer que estás soltera.

Allison niega —Si lo hace definitivamente lo voy a rechazar, a mí me gusta Scott.

—Dinos algo que no sepamos ya— reprocha Lydia, deja el vestido en su lugar y busca otro.

—Yo estaré ahí de todas maneras— le digo a Allison —Si quiere sobrepasarse le daré la patada ninja que Margo me enseñó.

Allison ríe —¿Es parte del entrenamiento?

Niego —No, me la enseño cuando empecé a salir con chicos, dijo que puede ser muy útil para salir de ciertos apuros, nunca la he aplicado pero deseo hacerlo algún día.

Lydia me pasa otro vestido, está vez es uno color negro con tirantes delgados, escote en forma de V, tiene capas volantes en la falda que se ajusta a la cintura y es corto hasta los muslos. Siempre confío en el gusto de Lydia porque se viste mejor que todos en la escuela, así que cuando ella se besa los dedos y hace un gesto donde susurra «hermoso» sé que se ha decidido ese vestido para mí.

—¿No crees que es muy formal?— le pregunto.

—Si vas a ir a una fiesta debes ir como una fiesta.

Frunzo el ceño —De acuerdo, voy a fingir que te entendí.

Ella asiente y busca algo para Allison ahora, —Lo que quiero decir es que tienes que verte bonita, más aún y no por tu enamorado, si no por ti.

—Eso me recuerda, ¿Ya sabes con quien saldrá Dáire?— Allison sonríe, esa sonrisa maliciosa que conozco tan bien.

Abro los ojos tanto como puedo —Ni se te ocurra.

—¿Con quién?— Lydia le presta toda su atención.

—Isaac Lahey— susurra Allison para Lydia.

—¡Allison!— exclamo, roja de la vergüenza.

Lydia abre la boca de par en par, entonces frunce el ceño —¿Y ese quien es?

Allison ríe, mientras yo tomo una gran bocanada de aire —Isaac es un compañero de la escuela, juega lacrosse con Stiles y Scott, es de nuestro grado.

Lydia se queda pensativa, tratando de recordar algo que no existe en sus recuerdos, pues dudo que tenga algún recuerdo con Isaac.

—¡Claro!— exclama, dejándome tanto a mi como a Allison confundidas —No me acordaba de su nombre, pero cuando estabamos en primero me pidió tu horario.

Frunzo el ceño —¿Que?

Lydia se encogió de hombros —Sí y le dije que se alejara, que eso era raro, como sea, no dejo de insistir jamás.

—¿Estás diciéndome que Isaac sabía de mi existencia desde primero?

Asiente —Sí.

—¿Por qué no nos lo dijiste?— se pregunta Allison.

—Porque ni siquiera sabía que Dáire salía con Lahey hasta ahora.

La pelinegra me mira —Tiene un punto.

Asiento obvia, aunque no es su culpa, si no mía por ocultarle ese tipo de cosas.

Lydia elije un lindo vestido y sencillo para Allison de color azul oscuro, dice que le va con su figura y así volvemos a mi casa para alistarnos para la fiesta. Allison trae una sencilla bolsa de maquillaje y Lydia una maleta, literalmente.

Ella se encarga de nuestro cabello y cuando le preguntamos por qué no quiere ir, ella simplemente dice: —No quiero salir hoy.

—¿En qué universo te pierdes una fiesta?— inquiero, dejando de ponerme labial.

Lydia, quién termina de arreglar los rizos de Allison, se encogió de hombros —Estoy terminando con los detalles para mi fiesta de cumpleaños, la mejor fiesta del año, por supuesto, todo el mundo quiere ir.

Asiento —¿Y estoy en la lista de invitados?

—Por supuesto que sí, también tu novio.

—No es mi novio.

—Aún.

El timbre de la casa suena y Lydia es la primera en salir corriendo de mi habitación hasta los escalones.

—¡Te vas a matar!— le grito, cuando veo que tropieza descalza, ha dejado sus tacones en la cima para correr más rápido que yo —¡Tramposa!

Margo está en la cocina cenando un cereal y viendo su celular, por lo que nos mira confundida.

—¡La voy a matar!— le susurró con mímica, haciéndola reír.

Lydia abre la puerta y Isaac aparece en la puerta, lo cual me deja sin aliento. Trae puesta una chaqueta oscura encima de una camiseta café con azul, nada elegante como Allison y yo.

—Hola— me saluda, mirandome.

—Hola— le saluda Lydia, recargada sobre el marco de la puerta —¿Lahey, verdad?

Isaac la mira —Sí, soy Isaac.

—Lydia Martin, la mejor amiga de Dáire— señala —¿Eres su cita?

—¿Podemos parar?— inquiero en un murmullo.

Lydia me hace una seña para que me quede callada —Ya termine, buena suerte y diviertanse.

Tomo mi bolso y escucho a Margo gritar lo mismo desde la puerta de la cocina, mirándonos con diversión.

Ruedo los ojos y tomo la mano de Isaac antes de salir de la casa. Lydia se queda en la puerta junto a Allison, entrecierro los ojos y niego con la cabeza.

Isaac y yo llegamos a la fiesta tomados de la mano y en un auto.

—Dime que no es de Derek— le digo justo después de salir de la casa.

—No sabe que lo robe— acepta, mostrándome las llaves —Pero no te podía llevar en su motocicleta y mucho menos en la bicicleta que me quedo cuando me fui, mereces una buena cita.

Sonrió, no importa de hecho, creo que con salir con él es suficiente, pero lo acepto. En la fiesta la música revienta por todo el lugar, las luces le dan el toque y las personas bailando por todos lados también.

—¿Quieres algo de tomar?— me pregunta.

Niego, porque quiero hacer todo esto sobria —Estoy bien, gracias ¡Mejor hay que bailar!

Entrelazó sus dedos con los míos aún más, atrayendo lo hacía mi hasta la pista de baile.

Él me sonríe —No se bailar.

—Solo sigue el ritmo de la música— le digo, pasando mis manos sobre su pecho hasta su cintura —Mueve las caderas y siente la música en ti, no es difícil.

No tengo que gritar porque está cerca de mi, une su frente con la mía y hace lo que le digo, empezamos a bailar al ritmo de la música hasta que cambia y prácticamente estamos brincando uno junto al otro.

Nos tocamos, nos abrazamos y nos sonreímos, me siento en las nubes, como si fuera todo un mundo junto a él. A lo lejos veo a Allison y ella me sonríe desde la distancia, así que la saludo con un ademán.

—¿Que hace Allison con Matt?— inquiere Isaac.

Me vuelvo a él —Es su cita de hoy, ¿Te molesta si estoy con ella un rato? Podemos bailar después otra vez.

Isaac asiente y me sonrió, así que avanzo mis pasos hasta Allison cuando Matt se está yendo por alguna razón.

—Fue por bebidas— dice Allison.

—Veo que si aceptaste.

—No tuve opción.

Niego —No tienes que hacer nada por obligación, Allison, mucho menos por un chico.

—No, lo sé, creo que una parte de mi si quería venir— se cruza de brazos —Pero ahora no lo sé.

—Bueno, si te quieres ir solo dímelo y nos vamos las dos, Isaac lo entenderá.

Me sonríe —Es lindo lo de ustedes, aunque no sé qué es.

Rió —No, ni yo, pero me gusta.

—Dijiste la palabra mágica— señala.

—Sí— tomo una bocanada de aire —Como sea, te dejo en tu cita y solo llámame si necesitas irte.

Dicho eso, Allison va hasta donde Matt y yo me quedo ahí, rodeada de desconocidos mayores de veintiuno que bailan entre ellos, algunos más ebrios que otros.

La fiesta va del todo bien, intento mantenerme cerca de Allison por si las dudas, pero he perdido a Isaac de un momento a otro, lo cual me extraña.

Entonces lo veo a él, a Isaac y a Erica bailar junto a Jackson. Isaac pega su cadera una y otra vez a la de Erica, mientras ambos sonríen e intentaban no excluir a Jackson de su baile. Sin embargo, no es hasta que la rubia le da un codazo que Isaac se da cuenta de mi presencia, a pesar de ello ya me estoy dando media vuelta para largarme.

Mis pasos se mueven rápido y la garganta me ahoga, amenazandome con sollozar aquí mismo, pero no puedo hacerlo y menos frente a tantas personas. Siempre he mantenido esa imagen de alguien fuerte, alguien que no llora pero, ¿Y si nada de eso es verdad?

—Dáire, espera ¡Espera!— escucho la voz de Isaac en el estacionamiento.

Niego, soltando un sollozo que él no puede escuchar debido a sus llamados. Cuando está lo suficientemente cerca, me toma del hombro y me obliga a detenerme y girarme para darle la cara.

—No es lo que piensas— dice antes que nada.

Frunzo un poco mi ceño —Creí que te gustaba, Isaac, pero ya he escuchado eso antes y no voy a repetirlo, no dejaré que me lastimes también.

Niega —No, no, lo prometo, te juro que no es lo que piensas— suspira impotente, temblando y sudoroso —Scott tiene un plan, hay un plan y solo estaba siguiéndolo.

—Si y disfrutando también, lo más seguro— sorbo mi nariz —Sabes yo... No quiero verte más, ¿De acuerdo? No quiero nada que me vuelva hacer daño, así que... adiós, Isaac.

Avanzo un poco, pero Isaac está tomándome la mano para detenerme una vez mas cuando escuchamos una tercera voz.

—¿Pasa algo?— inquiere Scott, avanzando a paso lento hacia nosotros.

Me abrazo a mi misma para apartar las manos del chico y niego con la cabeza.

—No pude hacerlo— le dice Isaac —Lo lamento, sigue allá.

Scott me mira, como si pidiera mi permiso para dejarme con el chico.

—Estaré bien— le sonrió a Scott —Gracias.

El joven corre dentro de la fiesta y yo le doy una última mirada a Isaac, antes de retroceder e irme lejos de ahí.

—¡Por favor, Dáire!— llama.

Me detengo, solo un segundo —¿Por qué aceptaste?

—Solo quiero ayudar.

—¿De verdad?— me vuelvo a él —Esas no eran formas de ayudar, lo sabes.

Entonces, decidida, retrocedo lejos de él. Ya fue demasiada fiesta para mí está noche y lo sé.

Estoy parada en la oscuridad, esperando a que Margo llegué por mi porque soy demasiado orgullosa para pedirle a Isaac que me lleve de vuelta a casa. Espero, no pasan muchos autos y dudo que lo hagan en algún momento ya que es muy tarde.

—Dáire— alguien llama y me asusto, al menos hasta que veo a Allison venir hacia mi.

—Hola— le saludo.

—¿Estás bien? ¿Qué ocurre?

Suspiró —No es nada, me aburrí.

Me mira obvia —¿Tu? ¿Aburrirte de una fiesta? ¿En qué universo?

Sonrió un poco, mientras ella me mira preocupada —Creo que Isaac me mintió todo esté tiempo o no lo sé, no quise escuchar lo que quería decirme porque estaba repitiendo el hecho de que chocaba su cadera con otra chica y que no quiero sufrir otra vez por alguien.

Allison parece no entender y lo sé, ni siquiera yo lo hago.

—¿Estoy siendo exagerada?— finalizó.

Mi amiga niega —Por supuesto que no, es entendible que no quieras pasar por lo mismo, Dáire y a mi parecer hiciste bien en dejarlo.

—Sí, y ahora espero a Margo— bajo la mirada.

—Podemos llevarte si quieres— se señala.

Niego —No, está bien, no quiero arruinar más tu cita.

Coloca su brazo sobre mi hombro —Tu estuviste toda la noche para mí, ahora déjame estarlo para ti.

En ese momento el auto de Margo se estaciona a cierta distancia de nosotras, la veo frente al volante.

—Te juro que estoy bien— sonrió —Te veo en la fiesta de Lydia.

Estoy apunto de retroceder cuando se lanza a abrazarme, es un abrazo cálido y ligero que me envuelve con rapidez.

—Te quiero— susurra —No lo olvides.

Sonrió un poco —Yo también te quiero, Allison.

Dicho eso me separó de ella, volviendo hacia el auto y dando finalizada la fiesta de esta noche.

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