● Parte 3 ●

                ~ Narrador: Nick ~

—Lo siento. —Charlie se aleja comenzando a reírse— Es que hueles bien, y tu cuello se ve —me observa de arriba a abajo—Cool...

Vuelve a tentarse de la risa. Aún intento entender en que momento tomó alcohol y no me di cuenta.

—Charlie... —lo tomo por los hombros— Realmente estas ebrio, creo que deberíamos irnos, ¿si?

—No quiero irme. Mira... estoy perfecto. —intenta hacer el famoso <cuatro> con sus piernas. Pero pierde la estabilidad. Supongo que es momento de irnos de aquí.

—¿Qué bebiste?—pregunto acercándome examinando su rostro, como si así consiguiera una respuesta.

—Mmm... Supongo que alguna que otra cerveza.—se acerca aún más dejando pequeños besos en mis labios.

—Bueno, aunque haya sido algún que otro vaso no fue buena idea, tú no bebes alcohol.

—¡Oye! No me regañes. —protesta cruzándose de brazos— ¡No eres mi padre! —expresa haciéndose el enojado— Aunque si quieres puedes ser mi papi, eso ya es otra cosa.

Comienza a reírse provocando que me una a la risa junto a él.

—Charlie, en serio. No debiste beber.
—trato de ponerme serio.

—Oh vamos, no seas aburrido.—rodea sus brazos en mi cintura— Ahora no quiero regaños, solo quiero que te calles para que pueda besarte mucho.
—deja un pequeño beso en la comisura de mis labios— ¿Si? —sus labios se pegan a los míos pero sin besarme.

—Charlie... Pu... Puede venir alguien.
—ya estoy nervioso, su cercanía siempre me pone de la misma forma, como si fuera la primera vez.

—Entonces deja de perder tiempo.
—deja un corto beso en mis labios, para luego pasar a mi cuello y comenzar a besar en esa zona.

Mierda...

—Char...—hablo en una especie de jadeo.

—¿Si?—sigue besandome el cuello, mientras toma mis manos para que las coloque firmemente en su cintura, casi llegando a su trasero.

—No haré nada contigo estando tú en este estado.

Se separa para esta vez mirarme a los ojos, pero aún cerca de mí.— Otra vez me estás regañando.

—No te estoy regañando.—suelto una leve risa— No quiero que tengas problemas con tus padres. Además de que tampoco está bien que bebas en exceso, ya que eso no es lo que acostumbras hacer. Solo me preocupo por ti. —tomo su rostro acariciando una de sus mejillas

—¿Sabes qué me encanta de ti?
—pregunta ubicando sus brazos alrededor de mi cuello.

—¿Qué?—llevo mis manos a su cintura.

—Lo mucho que me cuidas y te preocupas por mí.

—Siempre que pueda lo haré, y lo sabes. —mis manos acarician sus costados.

—Y no estoy hablando de mi ebriedad de este momento.—niega rápido haciéndome reír— Estoy hablando de siempre, siempre estás ahí. Me haces sentir especial brazos gigantes.

Dejo un rápido beso en su frente.— Tú eres especial, y mucho más lo eres para mí.

—Me agarró el ebrio emotivo.—vuelve a reírse besando mi mejilla.

—Exacto.—me alejo rápido, ya que pretende seguir una sesión de besos—
Todo muy lindo pero creo que seria mejor irnos. Debes dormir un poco.

—Dios... solo quiero besar un poco a mi sexi novio, ¿eso es mucho pedir?
—pregunta frustrado.

—Lo puedes hacer las veces que quieras, pero ahora hay que irnos.
—sonrio— Deberías mandarle un mensaje a tu papá que no venga por ti, que iremos en Uber, no es conveniente que te vea así.—sugiero.

Voy hacia la puerta para poder abrirla, pero su brazo toma el mío acercandome nuevamente a él.

—Está bien, nos iremos... Pero antes bésame.

—Charlie...

—¿Realmente tengo que pedirle a mi novio que me bese? ¿Qué significa esto Nick Nelson? —trata de lucir indignado.

Suelto una risa que reprimo enseguida. Si le sigo el juego implica quedarnos más aquí. Y lo único que quiero es llevarlo a su casa para que duerma un poco.

—Puedes hacerlo las veces que quieras, pero justo ahora no es el momento adecuado.—respondo cerca de sus labios en un susurro.

—¿Por qué no?—se acerca aún más.

—Porque estas ebrio, y tenemos que irnos.—no puedo evitar mirar sus labios.

Sin más rompe la corta distancia que aún nos separa para besarme. Sus manos van a mi nuca y de inmediato su lengua invade mi boca pidiendo permiso, lo acepto.

Evidentemente Charlie puede hacer lo que quiere conmigo.

Mis manos se deslizan desde su espalda hasta su cintura, a su vez las suyas a mi cuello, que van bajando por mis hombros, para depositarse en mi pecho. Lo tomo por el rostro queriendo cortar el beso, por más que lo estaba disfrutando demasiado... Pero cuando nota mi intención muerde apenas mi labio inferior, indicando que no pretende dejar de besarme.

El beso continúa. Deja de ser inocente e inofensivo para ser uno más provocador, y con un deseo que nos nació a los dos de repente. Escucho un leve jadeo de su parte, con una de mis manos apreto un costado de su cintura.

—Charlie... —suelto algo agitado— Debemos irnos.

—Aún no. —dice firme volviendo a besarme rápidamente, cuando unos golpes suenan en la puerta.

—¡Necesito orinar! 

Una voz habla del otro lado de la puerta, y la reconozco enseguida. Era la de uno de los chicos del equipo de Rugby, muy íntimo del círculo de Harry.

—Maldito entrometido arruina momentos.—suelta Charlie por lo bajo algo molesto.

—Ven, hay que irnos. —lo tomo de la mano, abro la puerta encontrándome efectivamente con ese chico.

Automáticamente su mirada se dirige desde hacía mi hacia Charlie, pero de una manera algo despectiva. Eso me alerta en un segundo, si pretende decir algo malo sobre nosotros no voy a dejar que eso afecte a Charlie.

—Vaya, vaya...—se cruza de brazos— Aún me sigue sorprendiendo esto Nick.

—¿El qué?—pregunto ya a la defensiva.

—Esto... —nos señala a los dos.

Estaba por responder cuando otra voz habla:

—Bro, te estás tardando demasiado, ¿qué sucede?

Era Harry.

—Solo busco el baño, pero me encontré con una sorpresita. —responde el imbecil mientras nos observa. Charlie de repente acomoda su cabeza en mi hombro, parece tener sueño.

Harry nos observa y lleva su vista a su amigo.—Tienes otros baños en el otro piso, vamos.

Toma a su amigo intentando correrlo, el segundo junta sus cejas en confusión pero de igual forma lo sigue. Suspiro, no entendí que había sido eso, ahora solo me importa Charlie.

Estábamos fuera de la casa, esperando el Uber que nos indica que está por llegar. Charlie se encuentra a mi lado, unas risas se oyen detrás de mí, observo para encontrarme con Tao y Elle.

—¡Ey! ¿En donde estaban?
—pregunta Elle.

—Les pregunto lo mismo.
—respondo sonriendo.

Se miran entre sí algo tímidos, enseguida cambio de tema para no incomodarlos.

—Ya nos vamos, el Uber está por llegar.
—aclaro.

—¿Tú estas bien?—Tao se acerca a Charlie.

—Perfecto amigo. —sonríe en respuesta mientras le apreta una de las mejillas a Tao.

—¡Perfectamente ebrio!—responde Tao tajante.

Charlie suelta una risita dejando un beso en mi hombro.

—No se preocupen, yo lo acompañaré a su casa.—aviso.

—Eso espero Nelson.—Tao me señala.

Al cabo de unos minutos ya nos encontrábamos en camino yendo hacia la casa de Charlie. Él vuelve a acomodar su cabeza en mi hombro, una risita por lo bajo se escucha de su parte.

—La pasamos bien... ¿no?—pregunta en un susurro.

De alguna forma la situación me causa algo de gracia, así que quiero reírme pero igual lo evito.— Sí, la pasamos bien.

—Debemos repetirlo pronto.—su mano abraza mi brazo.

—Seguramente habrán otras oportunidades, pero esta vez sin tanto alcohol de por medio.

—Que aburrido. —suelta haciéndome sonreír por milésima vez en la noche.

Lo que sigue a continuación estará disponible en las próximas partes.

                               ~~~

Nota de autor/a: Perdón pero necesitaba ver a Charlie un poco ebrio 😅 Las próximas serán en otros contextos, besossssssss