HEARTS ┆ EPILOGO.

Han pasado aproximadamente once años desde que Manjiro y yo unimos nuestras vidas en matrimonio. Once años desde que obtuvimos un futuro prometedor.

—Todo se ve muy bonito, ¿no? —dijo Manjiro, quien llegaba al vestíbulo y me rodeaba con sus brazos—. ¿No te recuerda a nuestro matrimonio?

—Sí. Lo hace —dije con una pequeña sonrisa—. ¿Qué tal está Takemichi?

—Él está muy nervioso —dijo Mikey—. Espero que no se desmaye en plena ceremonia.

Solté una pequeña risa al oírlo. El día de hoy se celebraría el matrimonio de Takemichi y Hinata, por lo que la mayoría de los miembros de Toman nos encontrábamos aquí.

—¡He llegado! —exclamó una voz masculina desde la entrada. Se trataba de Chifuyu, quien respiraba agitadamente mientras observaba el lugar.

—Casi llegas tarde, Chifuyu —dije, ocasionando que él me mirara—. ¿Sucedió algo con el negocio?

Chifuyu se había vuelto dueño de una veterinaria junto a Kazutora y Baji, donde este último se encargaba de tratar a todos los animalitos que necesitaban de ayuda.

—Oh, no. Todo está bien —dijo Chifuyu con una pequeña sonrisa—. Solo me he tardado porque mamá me ha pedido algo.

—¿Qué tal se encuentra ella? —pregunté.

—Muy bien. Se pregunta cuando irás a verla —respondió Chifuyu con total tranquilidad.

—Ya casi terminamos con la mudanza. Así que pronto iré a verla.

Chifuyu asintió y comenzó a contarme varias cosas que nuestra madre había hecho en el tiempo en el que no pude verla.

Debido al daño psicológico al que fue expuesta por la persona que fue mi padre, mi madre había bloqueado por completo todo lo que lo relacionaba a él y es por ello por lo que no recordaba que tenía una hija. Sin embargo, con la ayuda de Chifuyu y algunos doctores, ella ha estado mejorando y recordando.

—Oye, Akira. Sonríe —dijo una voz masculina al momento en que sentía una luz cegar mis ojos—. Esa ha sido una buena toma.

—Te he dicho que no me tomaras fotos desprevenidas, Hanma —dije, ocasionando que él soltara una pequeña risa—. ¿Cómo has estado? No has venido a vernos.

—¿Qué sucede? ¿Ya me extrañas? —preguntó con una sonrisa al momento en que tomaba mi mano—. Ya sabes que puedes acompañarme en mis viajes. Siempre es encantador tomarte fotos.

—Oye, Hanma. No coquetees con la esposa de otra persona —dijo Manjiro con un puchero mientras me apartaba de nuestro amigo—. Ya te he dicho que Akira nunca iría contigo. Así que deja de insistir.

—Uno nunca sabe cuando pueda cambiar de opinión —dijo Hanma.

Hanma y Manjiro se habían puesto a pelear por mí, por lo que solté un suspiro. Desde aquella vez en que Hanma se unió a la pandilla, ha estado intentando llevarme lejos de Mikey y de todos los demás. Creí que esa actitud se le pasaría con el tiempo mientras viajaba por el mundo siendo fotógrafo, sin embargo, eso no sucedió y continuaba insistiendo cada vez que nos veíamos.

—Ustedes nunca dejan de divertirse —dijo Draken, quien llegaba junto a Emma.

—¡Akira, me alegro verte! —exclamó Emma mientras se acercaba y me daba un abrazo—. ¿Qué tal ha ido todo?

—Todo ha ido bien —sonreí al momento en que observaba su estómago—. ¿Qué tal ha ido el embarazo? ¿Es difícil?

—Las náuseas me están matando —dijo Emma mientras realizaba una cara de asco—. ¿Cómo pudiste soportar todo esto, Akira?

—Tengo una gran resistencia —dije con orgullo, ocasionando que ella soltara una pequeña risa.

—¿Y dónde está Yuki? ¿No ha venido con ustedes? —preguntó Emma.

—Se supone que Waka estaría aquí con él hace 30 minutos, pero no han llegado.

Justo en ese momento, una pequeña voz resonó por el recinto y la presencia de mi pequeño hijo se hizo presente por la puerta principal.

—¡Y hemos llegado! —exclamó Yuki con entusiasmo—. ¡Te dije que llegaríamos, Waka!

—Es tío Waka —corregí al momento en que miraba a Waka—. ¿Por qué han tardado tanto? Se suponía que estarían aquí hace 30 minutos.

—Este pequeño tuvo la gran idea de dar un paseo en motocicleta —dijo Waka al momento en que acariciaba la cabeza de mi pequeño hijo—. Oye, Yuki. ¿Por qué no le cuentas a tu madre sobre tu sueño?

—¡Oh, sí! —exclamó Yuki al momento en que me observaba con los ojos brillantes de la emoción—. ¡Mamá, me volveré un corredor de motocicletas cuando sea grande! ¡Voy a superar a papá!

—¿Escuchaste eso, Mikey? —pregunté mientras miraba a mi esposo—. Vas a tener competencia.

—Mi querido hijo. No creas que podrás ganarme —dijo Mikey con orgullo.

Las risas y las alegrías llenaron el vestíbulo mientras continuábamos compartiendo bonitos momentos. Pasaron los minutos, y la ceremonia entre Takemichi y Hinata comenzó.

Sonreí con emoción al ver a la persona que, a pesar de todos los obstáculos que le daba la vida, nunca se rindió y luchó por un buen futuro para todos nosotros, estaba teniendo su merecido final feliz.

—¿Estás feliz, Akira? —preguntó Mikey, sosteniendo mi mano y observándome con cariño.

—Lo estoy —respondí, apretando con ternura su mano y mirándolo con una sonrisa—. Sin duda alguna, este el mejor futuro para todos nosotros.

A pesar de las circunstancias por la que tuvimos que pasar. Todos habíamos obtenido aquella felicidad que nuestros corazones tanto habían deseado.

Fin.

-ˋˏ ༻✿༺ ˎˊ-

N.A: Han pasado 84 años... Hahahaha. Finalmente, después de muchísimo tiempo, he terminado con esta historia. Agradezco mucho, pero mucho, a todas esas personitas que se tomaron el tiempo de leer, votar y comentar hasta aquí. ¡Muchas gracias!

Próximamente estaré escribiendo una historia de Takemichi y demás miembros de Tokyo Revengers. Espero nos veamos por allí. :D


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top