──── 043.

Cuando abrí los ojos, me encontraba en un lugar desconocido. Miré a mi alrededor y noté que estaba en una pequeña habitación muy bien decorada. Había flores y adornos por todos lados e incluso llegué a ver mucho maquillaje acumulado cerca de un espejo.

—¿Dónde estoy? —murmuré para mí misma mientras observaba la habitación.

En ese momento, alguien ingresó a la habitación y cuando me vio soltó un pequeño chillido.

—¡Akira! ¡Te dije que no te movieras! —exclamó la voz de Emma—. Tu peinado todavía no está terminado, así que no deberías de moverte.

—¿Uh? ¿Mi peinado? —pregunté confusa al momento en que me observaba en el espejo. Efectivamente, tal como había dicho Emma, mi cabello se encontraba entre arreglado y desordenado—. ¿Por qué estoy así?

—¿Qué quieres decir? —preguntó Emma mientras hacía que volviera a sentarme en la silla de donde desperté—. ¿Acaso has olvidado que día es hoy?

—Espera, ¿Qué día es hoy? —pregunté mientras sentía como mi corazón estaba a punto de detenerse.

—¡Hoy es tu boda! —exclamó Emma emocionada—. No puedo creer que te hayas olvidado. Has estado esperando este día con tanta emoción.

Mi corazón comenzó a latir con tanta fuerza al escuchar esas palabras. Una mezcla de emociones inundaba mi cuerpo. Quería llorar, reír y gritar.

—Mi boda...

—¡Ah! ¡Ni se te ocurra ponerte a llorar! —exclamó Emma al momento en que me hacía verla fijamente—. Entiendo que estés emocionada, pero el maquillaje se estropeará y no hay mucho tiempo para volver a hacerlo.

Asentí ante las palabras de Emma y evité llorar. Ella continuó arreglando mi cabello para luego entregarme un bonito vestido de novia.

—Es hermoso —dije mientras apreciaba cada detalle del vestido. Como todo esto era muy reciente para mí, no podía recordar muy bien en como fue todo el proceso para llegar aquí.

—Mitsuya se esmeró mucho en ese vestido —dijo Emma con tranquilidad—. Estaba muy contento de que su primer gran proyecto fuera para ustedes. Las dos personas a las cual aprecia mucho.

Nuevamente, sentí unas ganas de llorar, pero me contuve para que así Emma no volviera a regañarme. Una vez me arreglé por completo, Emma y yo salimos de la pequeña habitación y caminos por un pasillo decorado con flores que daban directo hacia el lugar donde se realizaría mi ceremonia de bodas.

Mientras avanzábamos, podía escuchar el sonido de la música en el aire. Fue entonces que, cuando llegamos a la entrada, Emma se alejó y me dejó junto a un joven muchacho de cabellera rubia, a quien reconocí inmediatamente como mi pequeño hermano Chifuyu.

—Te ves muy hermosa, hermana —dijo Chifuyu mientras me extendía su brazo para que así lo sostuviera—. ¿Sabes? Todavía estas a tiempo de huir si así lo deseas. Puedo distraer a la gente y...

—No voy a huir —dije mientras soltaba una pequeña risa—. Gracias por estar a mi lado, Chifuyu.

—Siempre estaré de tu lado —dijo con una sonrisa—. Prometí que cuidaría muy bien de ti.

Sonreí y tomé su brazo, preparándome para caminar hacia el altar. El lugar estaba lleno de gente, amigos y familiares que sonreían e incluso murmuraban entre ellos mientras me veían caminar hacia el altar donde Manjiro se encontraba esperando.

Una vez llegué, volví a sonreírle a Chifuyu y me concentré plenamente en Manjiro, quien me observaba con dulzura.

—¿Está todo bien? —preguntó Manjiro cuando sostuvo mis manos y esperó a que la ceremonia comenzara.

—¿Uh? ¿A qué te refieres? —pregunté confusa.

—Es solo que... Tu mirada se ve diferente.

—Todo está bien. No te preocupes —dije con una pequeña sonrisa mientras me concentraba en su mirada; la cual no reflejaba aquel vacío que tuvo en las anteriores líneas de tiempo.

Mikey me observó fijamente por unos segundos, fue entonces que se sorprendió y me abrazó fuertemente.

—¿Eres tú? —preguntó con un susurro—. ¿Has vuelto?

—Te has tardado solo unos segundos en percatarte de ello —susurré mientras soltaba una pequeña risa y correspondía a su abrazo—. Estoy de regreso, Mikey.

Mikey se separó un poco para mirarme con dulzura y alegría. Él acarició suavemente mis mejillas y dijo:

—Bienvenida de regreso.

Sonreí e intenté contener las lágrimas que amenazaban por salir. La ceremonia comenzó segundos más tarde, Manjiro y yo intercambiamos votos llenos de amor y esperanzas mientras sentíamos el ambiente cálido que nos rodeaba.

Después de pronunciar nuestros votos e intercambiar nuestros anillos, sellamos este momento con un cálido y tierno beso. Algunos invitados aplaudían y chillaban de la emoción mientras nos veían caminar por el pasillo hacia la salida.

Los rayos del sol tocaron con suavidad mi rostro cuando hemos llegado a la salida. Manjiro me guio hasta una motocicleta, donde su hermano mayor, Shinichiro, se encontraba esperando.

—Felicidades por vuestra boda —dijo Shinichiro mientras nos entregaba unos cascos y se apartaba de la motocicleta—. Conduzcan con cuidado. Nos vemos más tarde.

Subimos a la motocicleta, y antes de partir, observé hacia la entrada del lugar donde nos habíamos casado. Una sensación agradable se plantó en mi pecho cuando he visto a todas las personas a las cuales quería salvar de esos trágicos futuros; todos sonriendo y charlando alegremente entre ellos.

—¿Puedes verlo, Akira? —preguntó Mikey con tranquilidad—. Este es el futuro que conseguiste.

—Conseguimos —corregí mientras observaba como Waka y Benkei me miraban con una sonrisa—. Sin la ayuda de ustedes, nunca hubiera conseguido algo así.

Mikey asintió y arrancó la motocicleta. Mientras nos alejábamos del lugar de la ceremonia, sentí un sinfín de emociones por todo lo que había conseguido.

Finalmente, después de tantos futuros de oscuridad y sufrimiento, conseguimos un futuro lleno de luz y esperanza.

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