──── 040.
El tiempo continuaba avanzando, sin embargo, para mí el tiempo era como si estuviera detenido. Aunque, a pesar de que estaba atrapada en un tiempo que no era el mío, aprovechaba al máximo mi tiempo aquí para evitar todo lo posible en que mis personas queridas sufrieran en el futuro.
—¿Todavía no has encontrado nada sobre ese niño? —preguntó Waka, quien se encontraba sentado en un gran sofá mientras nos observaba fijamente.
—No. No he logrado encontrar nada —suspiró Benkei, quien se encontraba a mi lado—. Es como si no existiera.
Han pasado alrededor de 2 años desde que viajé en el tiempo. Durante ese tiempo hemos estado buscando a Takemichi, ya que tenía la certeza de que él fue mi detonante para viajar en el tiempo y que él podría llevarme de regreso.
—¿Estás segura de que ese niño existe? —preguntó Waka.
—Estoy completamente segura —dije con determinación—. Debemos seguir buscando. Takemichi debe de andar por ahí en alguna parte.
—Es como buscar una aguja en un pajar —suspiró Waka—. Como sea. Seguiré buscando a ese chico para ti.
—Gracias Waka —agradecí.
Wakasa estaba por mencionarme algo, pero en aquel momento, un pequeño estruendo se escuchó a fuera de la habitación en la cual nos encontrábamos charlando. Benkei se acercó a la puerta y la abrió abruptamente, lo cual provocó que tres pequeños cuerpos cayeran de sopetón al suelo.
—¡Estás aplastándome, Senju! —exclamó Baji.
—¡A mí me está aplastando Mikey! —exclamó Senju.
—Ustedes dos no soportan nada —suspiró Mikey, apartándose de sus amigos y observándome fijamente—. Hola, Akira.
—¿Qué han escuchado? —pregunté con inquietud, pues ellos no debían saber nada de donde provenía—. ¿Qué es lo que han escuchado? —volví a preguntar.
—Tranquila. No hemos escuchado nada —dijo Mikey—. Baji no dejaba de quejarse y no pudimos escuchar nada.
—No me culpes a mí —dijo Baji con molestia—. Senju no dejaba de empujarme.
—¡Es porque ustedes no me dejaban acercarme! —reclamó Senju.
—Ya, ya. Basta de peleas —intervino Waka, quien no tardó en acercarse a ellos—. Deberían de entender que intentar escuchar conversaciones ajenas no es algo bueno.
—Fue solo casualidad —dijo Mikey con expresión neutra—. Nosotros solo veníamos a buscar a Akira para salir a jugar.
—Ya veo —asintió Waka—. Lamentablemente, estamos discutiendo un tema importante con Akira. Así que ella no podrá ir con ustedes por el momento.
Una expresión de decepción se plantó en los rostros de Senju y Baji, mientras que Mikey continuaba con una expresión neutra.
—Iré con ustedes una vez termine mi conversación —dije con una pequeña sonrisa.
Los tres aceptaron mi respuesta y salieron de la habitación, por lo que volví a quedarme a solas con Waka y Benkei. Continuamos con nuestra conversación por un par de minutos más, entonces, cuando quedamos en que seguiríamos buscando un rastro de Takemichi, el teléfono de Wakasa comenzó a sonar.
Waka tomó su teléfono y contestó a la llamada. Benkei y yo nos miramos entre sí, pensando que sería una llamada con noticias sobre Takemichi. Sin embargo, no era nada de eso.
—¿Está todo bien, Waka? —preguntó Benkei cuando ha visto que Wakasa colocaba una expresión ambigua—. ¿Sucedió algo?
—¿Waka? —pregunté confusa, pues él no estaba respondiendo.
Wakasa se levantó abruptamente, alejándose un poco mientras sostenía el teléfono en su mano. Benkei y yo volvimos a intercambiar miradas, preocupados y sin comprender lo que estaba sucediendo.
—Tengo que salir un momento —anunció Waka—. Benkei, cuida de Akira.
—Espera, Waka. ¿Qué es lo que está sucediendo? —pregunté—. ¿Acaso es algo sobre Takemichi?
—No, no se trata de Takemichi —dijo.
—¿Entonces qué sucede? —pregunté—. Waka. Recuerda que dijimos que no nos guardaríamos secretos.
Waka detuvo sus pasos, soltó un suspiro y me observó fijamente con un toque de preocupación.
—Acabo de recibir una llamada de Baji. Al parecer tomó prestado un teléfono para marcarme —respondió—. Sucedió algo...
—¿Qué? ¿Qué sucedió? —pregunté mientras sentía como mi corazón se iba acelerando—. ¿Le sucedió algo? ¿Qué hay de Mikey y Senju?
—Baji y Senju están bien, pero Mikey... —dijo Waka, ocasionando una presión en mi pecho—. Baji dijo que Mikey se cayó mientras jugaban en las barras. Él no reaccionaba, así que pidieron ayuda a alguien que pasaba por allí. Ahora mismo Manjiro está siendo llevado al hospital, por lo que debo de ir a buscar a Shinichiro e informarle la situación.
—¡No! —exclamé, sintiendo cómo el pánico se apoderaba de mí—. ¡No es posible! ¡Se supone que todo debía ser diferente! ¡Mikey...! ¡Mikey no puede acabar así!
—Akira, intenta mantener la calma —dijo Benkei, quien no tardó en colocar una mano en mi hombro para así brindarme su apoyo—. Iremos al hospital para saber más detalles.
Tomé una profunda bocanada de aire, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos. Waka se apresuró a dar algunas indicaciones a Benkei antes de salir corriendo para buscar a Shinichiro y llevarlo al hospital.
Benkei y yo nos dirigimos rápidamente hacia el hospital, y mientras nos dirigíamos hacia allí, mi mente se llenaba de oscuros pensamientos. No podía evitar recordar los futuros donde Mikey sufría terribles destinos.
Se suponía que esta vez todo estaría bien. Entonces... ¿Por qué las cosas salieron mal?
Lo primero que hicimos al llegar al hospital, fue ir a recepción y pedir algunas indicaciones. Allí nos encontramos con Baji y Senju, quienes también fueron llevados al hospital por si habían sufrido alguna lesión.
—¿Cómo está Mikey? —pregunté con voz temblorosa.
—No lo sabemos. Se lo llevaron a una sala aparte cuando llegamos aquí —dijo Baji con los ojos llorosos—. Estamos jugando en las barras, y de repente, nos caímos.
—Mikey amortiguó nuestra caída, por lo que nosotros salimos con heridas leves —dijo Senju, quien también se encontraba llorando—. Él se golpeó la cabeza... Mikey no se movía...
En aquel momento el recuerdo de nuestra línea original se hizo presente en mi mente, por lo que comencé a sentirme ansiosa ante la posibilidad de que todo volviera a repetirse. ¿Acaso en ninguna línea podríamos ser felices?
Inhalé y exhalé un par de veces. Fue entonces cuando un médico salió y llamó a los familiares de «Manjiro Sano», por lo que no tardamos en acercarnos para escuchar las noticias. Él nos explicó un par de cosas que no comprendí muy bien, pero lo que si comprendí fue que nos dejaba ir a verlo, así que, sin siquiera pensarlo, me encaminé rápidamente a la habitación en la cual se encontraba Mikey.
Mi corazón se aceleraba con cada paso que daba. Entonces cuando llegué a su habitación y estuve a punto de abrir la puerta, cerré mis ojos e ingresé sin mirar, pues sentía que si veía a Mikey conectado a varias máquinas me iba a perder por completo.
—¿Akira?
El sonido de su voz resonó en mis oídos, ocasionando que abriera los ojos y lo observara fijamente. Mikey se encontraba recostado en una camilla, mientras tenía una venda alrededor de su cabeza. Mis piernas dejaron de reaccionar, por lo que caí de rodillas al suelo, y mientras observaba a Mikey, comencé a llorar.
Mikey me observó preocupado, así que no tardó en levantarse de esa camilla y comenzar a acercarse. Él se agachó a mi altura, acarició suavemente mis mejillas y limpió mis lágrimas.
—Lamento asustarte —dijo Mikey con un tono de voz tranquilizante—. No creí que me golpearía tan fuerte.
—No vuelvas a hacer algo tan arriesgado —supliqué—. No sé lo que haría sin ti...
Mikey me miró con una expresión dulce y, en lugar de responder con palabras, me abrazó con fuerza.
—No te preocupes, Akira. No voy a permitir que todo se repita —dijo Mikey, ocasionando una confusión en mi interior.
—¿Qué quieres decir? —pregunté.
Mikey suspiró y se apartó un poco para poder mirarme a los ojos.
—Yo lo sé. Yo sé que no eres de este tiempo —dijo sin quitar su mirada de mí—. Sé que has venido hasta aquí para ayudarme...
—¿Cómo...? ¿Cómo lo supiste?
—Cuando nos conocimos en el dojo y tocaste mi mano... Sentí una pequeña descarga y desde entonces, he comenzado a tener extraños sueños —explicó—. Al principio creí que solo eran sueños. Pero luego comprendí que no era así, que había algo más. Sabía que tú, Waka o Benkei no me dirían nada, así que comencé a espiarlos a escondidas.
—¿Es por ello por lo que hoy estabas intentando escucharnos?
—Sí. Logré escuchar un poco, pero luego Baji y Senju se entrometieron e intentaron copiarme.
—Ya veo... —dije con una pequeña mueca—. Lo siento, Mikey. No quería que te enteraras así.
—No te preocupes. Entiendo que este es un tema difícil de explicar —dijo Mikey mientras acariciaba con ternura mi cabello—. Al menos, con esto, ya no me sentiré tan ansioso con tu búsqueda.
—¿Qué quieres decir?
Mikey realizó un puchero y me miró con ternura, lo cual me hacía verlo tan tierno.
—Sucede que me sentía ansioso con el hecho de que buscaras tanto a ese chico Takemichi —dijo—. Creía que ese chico te alejaría de mí.
—¡Eso nunca sucederá! —exclamé mientras lo observaba fijamente—. No podría alejarme de ti.
—¿Por qué? —preguntó Mikey.
—Porque, Mikey, tú eres mi persona más importante —confesé—. Eres la persona a la cual más quiero, por lo que estar lejos de ti sería doloroso.
Mikey me abrazó con fuerza, y en ese momento sentí como un peso se me quitaba de encima.
—Siento lo mismo que tú, Akira —dijo Mikey—. Es por ello por lo que quiero compartir mi vida contigo cuando seamos mayores.
—¿Lo dices en serio?
—Hablo muy en serio. Quiero estar contigo, pase lo que pase —dijo mientras se separaba un poco—. Dime, Akira... ¿Te casarías conmigo cuando seamos mayores?
—¡Sí! ¡Por supuesto que sí!
En aquel momento mis ojos comenzaron a llorar, pero eran lágrimas de felicidad y alivio. Mikey volvió a abrazarme mientras me susurraba dulcemente que me haría muy feliz.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top