──── 033.

Han pasado aproximadamente 2 años desde la última vez en que Mikey y yo volvimos a prometer que nos casaríamos cuando cumpliéramos 17 años. Desde entonces han sucedido muchas cosas, cosas que desafortunadamente llegó a alejarnos y ahora mismo no nos encontrábamos en contacto.

Yo me había centrado demasiado en Brahmán y sus acciones de detener los negocios de mi padre, por lo que casi no tenía tiempo para estar con Mikey. Debido a ello no pude percatarme de que él estaba sufriendo, pues su abuelo había fallecido un año después de esa promesa, y Emma, ella despertó del coma sin tener recuerdos de lo que le sucedió o de lo que fue su vida.

Mikey estaba pasando por muchas cosas y cuando me percaté de ello, fue demasiado tarde. Él terminó volviendo al mundo de la delincuencia, creando una nueva pandilla y manejando gran parte de la ciudad de Japón.

Ahora mismo, Brahmán no solo tenía el propósito de detener los negocios de mi padre, sino que también tenía el propósito de detener a Mikey.

—Ah... —suspiré cuando sentí las gotas de lluvia caer sobre mi mano derecha. Observé fijamente las gotas de lluvia caer mientras oía como Takeomi se encargaba de la situación con los Rokuhara Tandai, otra pandilla que se había formado en el paso de estos 2 años.

—¿Estás segura de querer actuar? —preguntó Senju, quien sostenía un paraguas sobre mi cabeza para que así no me mojara—. Puedo encargarme de todo esto yo sola.

—Lo sé —dije de manera tranquila, ocasionando que Senju se sintiera orgullosa por la confianza que le tenía—. Sin embargo, Takemichi es alguien a quien debo reclutar personalmente.

—Lo entiendo. Te dejaré esto a ti, pero si los de Rokuhara intentan algo en tu contra, no tardaré en actuar.

—Te lo agradezco, Senju.

Senju me mostró una pequeña sonrisa para luego comenzar a caminar conmigo hacia el centro de la calle y así observar mejor la situación. Una vez allí, pude ver a Takemichi en medio del representante de Rokuhara y el representante de Brahmán; Terano Minami y Akashi Takeomi.

—Ser joven es excepcional —dijo Takeomi sin dejar de observar a Minami—. ¿No lo piensas así, Líder?

De un movimiento veloz he dado un salto para golpear la cabeza de Minami con mi pierna derecha y así quedar frente a Takemichi.

—¿Uh? Espera... —dijo Takemichi, quien estaba sorprendido de verme—. Akira... ¡¿Akira es la líder de Brahmán?!

—Creo que tus golpes se están volviendo cada vez más débiles, Matsuno Akira —dijo Minami mientras movía su cuello de un lado a otro—. Bien. Es normal viniendo de una débil chica.

—¿Por qué no vuelves a casa a jugar con tus muñecas? —preguntó un miembro de Rokuhara—. Las niñas no deberían de estar aquí en cosas de hombres.

—Perdona. ¿Quién eres tú? —pregunté sin interés.

—¡¿Ah?! ¡Soy el capitán de la 9na generación de los Black Dragons...!

Aquella persona no había podido terminar de hablar debido a que Benkei lo había golpeado para que se callara.

—¡Eres una desgracia para los Black Dragons! —exclamó Benkei al momento en que se me acercaba—. ¡Oye, Akira! ¡Creo haberte dicho que hoy debías quedarte en la guarida!

—Eres muy ruidoso —dije mientras tapaba mis oídos y observaba fijamente a Minami—. Solo vine porque supe que Takemichi estaría aquí.

Benkei estaba por volver a regañarme, pero antes de que eso sucediera, Kakucho lo golpeó fuertemente para alejarlo de mí y así luego observarme fijamente.

—Takemichi nos pertenece a nosotros. Los Rokuhara Tandai —dijo Kakucho—. No voy a permitir que te lo lleves.

—Oh. Eso es interesante —dije sin quitarle la mirada de encima—. ¿Acaso quieres pelear por él?

—Aunque seas una chica, no tendré piedad.

—Está bien. Como quieras —dije formando una pequeña sonrisa—. Sin embargo, no pelearás conmigo.

—¿Estás huyendo?

—No. Es solo que no quisiera que se enfadaran conmigo —dije, ocasionando que él me mirara confuso—. Bueno, verás, él da miedo cuando se enfada. ¿Cierto, Wakasa?

De manera repentina, Wakasa había aparecido detrás de Kakucho y eso ocasionó que él se asustara, por lo que no tardó en alejarse.

—No doy miedo —dijo Waka una vez se posicionó frente a mí—. Debes avisarme si vas a venir.

—¡Oye, Waka! ¡No te aparezcas glamorosamente de la nada! —le gritó Benkei.

—Solo me encargo de proteger a Akira.

—¡No te robes mi trabajo, Waka! —exclamó Senju, quien corrió hacia mí y me volvió a resguardar en su paraguas—. Yo soy quien protegerá a Akira.

Takemichi nos observaba fijamente, sorprendido de que la primera generación de los Black Dragons estuvieran siguiéndome y protegiéndome.

—Al parecer hay muchas cosas de las cuales hablar, ¿verdad, Takemichi? —dije mientras alzaba mi mano derecha, ocasionando que él volviera a sorprenderse—. ¿Por qué no vienes con nosotros?

—Yo...

—Oye, Akira. Se supone que los exmiembros de toman estarían fuera de esto —oí mencionar a Draken, a quien no había notado en todo este momento—. Lo prometiste.

Estaba por responder, pero Minami volvió a querer enfrentarse a nosotros y eso ocasionó que los que me estaban protegiendo se posicionaran frente a mí. Sin embargo, la pelea no se concretó, pues el sonido de la policía acercándose hizo que tuviéramos que dispersarnos.

Al final, Takeomi y Senju nos dirigimos hacia la pequeña guarida de Inupi para así hablar con Draken y Takemichi.

—¡Prometiste que no arrastrarías a ningún miembro de Toman en esto! —gritó Draken. Intentó acercarse, pero Takeomi y Senju se lo impidieron—. ¡Deja a Takemichi fuera de esto!

—¡Espera, Draken! —exclamó Takemichi, quien había salido de la guarida—. ¿Qué significa todo esto? ¿Podrían explicármelo?

—Draken quiere traer de regreso a Mikey y Brahmán tiene el propósito de derrotar a su pandilla para que eso suceda —dije con calma—. Ambos tenemos el mismo propósito. Es por ello por lo que estamos trabajando juntos para que eso suceda, pues Draken tiene una fuerza y habilidades que nos ayudarían. Sin embargo, para que él cooperara conmigo he tenido que prometerle que no involucraría a ningún otro miembro de Toman.

—Hanagaki Takemichi. Dos grandes pandillas te vieron mientras gritaban valientemente que derrotarías a Sano Manjiro —dijo Senju, observándolo fijamente—. Si en serio tienes esas ambiciones, por favor, únete a Brahmán y sigue a nuestra líder.

—¡Ya basta! —exclamó Draken, quien se posicionó frente a Takemichi—. Si siguen intentando involucrar a Takemichi... ¡Entonces considérenme enemigo de Brahmán!

—¡¿Ah?! ¿Acaso estás traicionando a nuestra líder? —preguntó Senju con desdén—. Si ese es el caso... ¡Pelearemos aquí mismo!

—Esperen —dijo Takemichi—. Yo me uniré a Brahmán.

—¿Lo dices en serio, Takemichi? —preguntó Draken.

—Entiendo que quieras protegerme de este mundo del cual ya una vez dejé —dijo Takemichi—. Te lo agradezco, pero ahora mismo tengo una muy buena razón para unirme.

Takemichi miró fijamente a Draken, mostrando determinación en sus ojos. Draken finalmente asintió, aceptando la decisión de Takemichi.

—En ese caso —dijo Senju, quien se calmó y se acercó a Takemichi—. Bienvenido a Brahmán. Trabajaremos juntos para cumplir nuestros objetivos.

La tensión que se había formado se esfumó en cosa de segundos y, al parecer, eso lo sabía el cielo. Pues había dejado de llover.

Draken volvió a ingresar a la guarida de Inupi, por lo que solo quedé a solas con Takeomi, Senju y Takemichi.

—Takeomi y Senju —les llamé—. ¿Podrían dejarme a solas con Takemichi? Quisiera hablar con él a solas.

—¡¿Eh?! Pero...

—Te esperaremos cerca de las motocicletas —dijo Takeomi, quien había evitado que Senju protestara—. Andando, Senju.

Takeomi se llevó a Senju, quien seguía oponiéndose a dejarme. Entonces, cuando ellos se marcharon, he mirado fijamente a Takemichi y le pregunté la razón por la cual había vuelto al pasado. Takemichi me observó fijamente con una expresión calmada, pero luego de unos segundos, él comenzó a llorar y me abrazó fuertemente mientras me comentaba todo lo que había sucedido en el futuro.

Mi rostro no demostró ninguna emoción al oír que en el futuro yo estaba completamente perdida y que debido a ello terminé acabando con mi vida. Imaginaba que algo así podría sucederme al estar involucrada en cosas turbias, pero tenía la esperanza de que algo así no llegara suceder.

—Así que has vuelto para salvarnos porque te lo pedí —dije mientras alejaba a Takemichi y este me observaba todavía con lágrimas en sus ojos—. Lo lamento. Ha tenido que ser muy duro para ti tomar esta decisión.

—Eso no importa ahora —dijo mientras limpiaba sus lágrimas—. No importa cuan duro sea, yo les ayudaré a tener un buen futuro.

Takemichi se mostraba decidido a cambiar el futuro y a evitar que las tragedias que había presenciado se convirtieran en realidad. Es por ello por lo que decidí trabajar con él y ayudarle en lo que fuera para que el futuro que él vio fuera cambiado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top