──── 030.
Las acusaciones en mi contra habían desaparecido en cosas de minutos, pues mi padre se había encargado de borrar cualquier cosa que pudiera afectar sus negocios. Una semana ha pasado desde aquello. Desde entonces él me ha estado enseñando cada detalle de sus negocios y con cada cosa nueva que escuchaba, me iba sintiendo horrorizada y asqueada. Sin embargo, a pesar de cuan mal me sintiera, no podía echarme hacia atrás y debía de continuar a su lado hasta que un día pudiera destruirlo.
—Ah...
Solté un pequeño suspiro cuando vi mi reflejo en la ventana de un local. Mi apariencia volvía a ser la misma de un principio y eso me hacía sentir un poco inquieta, pues me hacía recordar que tuve que sacrificar mi completa libertad.
—¡Ah! ¡Senpai! —exclamó una voz femenina detrás de mí—. Ha pasado un tiempo. ¿Cómo te ha ido?
—Supongo que bien —dije con una pequeña sonrisa mientras miraba la pequeña figura de Senju—. ¿Qué hay de ti?
—Todo está bien. Aunque, Takeomi ha estado enfurecido en estos últimos días.
—¿Enfurecido?
—Sí. No sé qué le sucede porque no quiere contarme nada.
—Ya veo...
—Como sea. No hablemos de él y hablemos de ti —dijo sonriente al momento en que sostenía mi brazo—. ¿Dónde has estado? No te encontré en el local de Waka cuando fui a verte.
—No deberías de ir al local de Waka —dije—. Ese no es un lugar para ti.
—Suenas como mi hermano —dijo con un puchero—. Sé que no debo de ir allí, pero ese era el único lugar donde podía encontrarte. ¿Sabes cuánto me costó entrar sin que se dieran cuenta? ¡Todo fue en vano porque no estabas allí!
—Lo lamento. Debí de avisar que ya no viviría allí, pero sucedieron tantas cosas que no tuve tiempo.
—Muy bien. Te perdonaré, pero solo si me das tu información de contacto.
—Tengo el presentimiento que insistirás hasta que te lo entregue.
Senju soltó una pequeña risa ante mis palabras, mientras que yo solté un pequeño suspiro y saqué mi nuevo teléfono celular para así entregarle mi número de contacto.
—Con esto me será más fácil hablar contigo.
—No le entregues este número a nadie. Solo mis familiares y cercanos lo tienen.
—¿Eso significa que somos cercanos?
—Tal vez.
Ella volvió a soltar una risa, pero luego realizó una expresión de tristeza porque debía de marcharse y no podría seguir a mi lado.
—Nos vemos, senpai —dijo—. Asegúrese de no ignorar mis llamadas o mensajes porque me sentiré herida.
—Lo intentaré.
Continué con mi trayecto cuando Senju se marchó. Estuve caminando por unos minutos hasta que llegué al lugar donde Mikey se reuniría con sus amigos para enterrar aquella cápsula del tiempo que Hakkai había propuesto.
Al llegar a la cima pude ver a los demás marcharse, pues ya habían enterrado la cápsula y prometido reunirse en 12 años. Mikey se encontraba junto a Takemichi, por lo que me acerqué a ellos a un paso lento para no interrumpir la charla que tenían. Fue entonces que Manjiro se percató de mi presencia y se sorprendió un momento de verme, pero no tardó en formar una sonrisa y saludarme como siempre lo hacía.
—Oh, Akira. Me alegro de verte —dijo Takemichi sonriente—. Chifuyu estaba hace un rato aquí, pero se ha tenido que marchar. Él está preocupado por no saber de ti.
—No te preocupes. Pronto lo contactaré.
—Veo que has vuelto a tu antigua apariencia —dijo Mikey, quien no dejaba de verme fijamente—. ¿Está todo bien?
—Sí. Es solo que no me convenció del todo esa nueva apariencia.
Mikey estaba por hablar, pero en ese momento recibió una llamada, por lo que se alejó un poco y contestó. Segundos más tarde, regresó con nosotros y nos dijo que debía de marcharse porque lo habían llamado del hospital.
—¿Sucedió algo con Emma – chan? —preguntó Takemichi.
—No. Debe ser por los asuntos financieros —suspiró—. Debo de buscar a mi abuelo e ir hacia allí con él.
—Ve con cuidado —dije al momento en que sostenía su mano y le entregaba un papel—. Ahí está mi nuevo número. Llámame si sucede algo.
—Está bien.
Manjiro se marchó, por lo que solo quedamos Takemichi y yo en aquella montaña.
—Espero que todo esté bien —dijo—. Oí por Chifuyu que las facturas del hospital son demasiado caras.
—No te preocupes. Estará todo bien —dije—. Él, Emma e incluso Baji estarán muy bien.
—¿Cómo puedes estar tan segura?
—Solo lo sé —dije, a lo cual él me miró confuso—. Ahora... Es momento de que vuelvas, ¿no?
—¿Eh? Ah, sí...
—El futuro debería de haber cambiado ahora que mi hermanastro no está, por lo que tu trabajo aquí debería de haber terminado.
—Eso me hace sentir feliz, pero a la vez triste.... No quiero separarme de ustedes...
—Hablas como si no fuera a volver a vernos.
—¿Y si sucede algo mientras no estoy?
—Estará todo bien. Yo me encargaré de protegerlos en tu ausencia.
—¿De verdad?
—Sí. Así que no te preocupes y vuelve al futuro —dije con una pequeña sonrisa—. Vuelve y encontrémonos de nuevo para celebrar esta victoria.
Takemichi comenzó a llorar al oír mis palabras y eso me hizo soltar una pequeña risa porque él era alguien muy sensible. Entonces, cuando él se marchó, he recibido una llamada de mi padre donde me decía que volviera porque debíamos de continuar con los nuevos negocios.
Una vez terminada la llamada suspiré y miré por donde el Hanagaki se había marchado.
❝No te preocupes, Takemichi. Yo protegeré el futuro de todos❞.
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