A la mañana siguiente me dirigí a la casa de Emma para así poder contarle toda la verdad. Afortunadamente, mi padre no llegó aquella noche, por lo que el llavero en forma de osito que le había comprado a la hermana de Mikey se encontraba completamente a salvo.

—Emma —pronuncié su nombre con sorpresa al verla caminar solitariamente por las calles con una expresión de inquietud—. ¿Está todo bien?

—Matsuno – kun —pronunció suavemente al momento en que me veía y me dedicaba una pequeña sonrisa—. Diría que sí. Solamente estoy inquieta por la repentina aparición de mi hermano.

—¿Uh? ¿A qué te refieres? —pregunté confusa.

—Tengo otro hermano, aparte de Mikey y Shinichiro. Su nombre es Kurokawa Izana.

—¿Ese chico es tu hermano? —pregunté con sorpresa al momento en que recordaba el rostro de Izana.

—¿Lo conociste?

—Eh, bueno, solamente lo vi casualmente.

—He oído que Izana regresó junto a una gran pandilla para derrotar a Mikey —dijo mientras realizaba una mueca—. ¿Por qué los chicos solo piensan en pelear? —se preguntó, pero antes de permitirme responderle, me ha mirado con una pequeña sonrisa y dijo—: Cambiando de tema. ¿Qué hacías por aquí?

—Oh, yo estaba dirigiéndome a tu casa porque había algo muy importante que quería contarte.

—¿Uh? ¿Qué cosa?

—Bueno, verás... —comencé a balbucear sin saber exactamente como comenzar a contarle la verdad—. Yo en realidad...

—Tranquilízate —dijo dulcemente mientras sostenía mis brazos para así calmarme—. Respira hondo y dime aquello que quieres decirme., Matsuno – kun.

Respiré hondo tal como ella me lo pidió, entonces la miré fijamente y dije:

—La verdad es que Matsuno no es mi principal apellido, sino que, soy Kisaki... Kisaki Akira.

—¿Eh? —pronunció desconcertada, y dio unos pasos hacia atrás.

—Lamento mucho haberlo mantenido en secreto —dije sin dejar de mirarla—. En realidad, al principio no tenía ni idea de que nos conocíamos porque he perdido varios recuerdos de mi infancia, pero recientemente he comenzado a recuperarlos...

—¿Todo este tiempo estuviste frente a mí? —se preguntó al momento en que volvía a mirarme—. ¿Eres tú, Akira – chan? ¿Mi mejor amiga?

—Sí. Lo soy —dije formando una pequeña sonrisa.

Los ojos de Emma brillaron, entonces, sin siquiera pensarlo, ella se abalanzó hacia mí y me abrazó fuertemente mientras me mencionaba lo mucho que me había extrañado.

—¿Mikey sabe tu verdadera identidad? —preguntó cuando se separó.

—Lo sabe.

—Ya veo. Ahora entiendo la razón por la cual no se quiere alejar de ti.

Ambas hemos soltado una pequeña risa, luego comenzamos a conversar sobre distintas cosas y en eso recordé el regalo que le había comprado, así que comencé a sacar el llavero en forma de oso que se encontraba en mi bolsillo y se lo iba a entregar a Emma; sin embargo, en aquel momento el llavero se rompió.

—Oh, no... —musitó Emma mientras se agachaba a recoger las partes rotas de aquel llavero—. ¿Por qué sucedió esto?

—Tengo un mal presentimiento —musité al momento en que comenzaba a ver hacia todas partes, pero al no ver a nadie cerca comencé de nuevo a relajarme—. Umm... Emma... ¿Te parece bien si continuamos conversando en tu casa?

—Sí. Por supuesto —respondió con una sonrisa para luego mirar detrás de mí—. ¿Uh? ¿Ese es Takemicchi?

Al girarme he podido ver como Hanagaki Takemichi corría a toda la velocidad que podía con una expresión de espanto mientras movía sus manos de un lado a otro para captar nuestra atención. Ambas nos hemos quedado de pie en nuestro sitio para esperar a Takemichi, pero en aquel momento oí el motor de una motocicleta acercarse y al reconocer que se trataba de Hanma, me he vuelto a girar para así mirarlo, entonces, mi rostro no tardó en reflejar sorpresa cuando he visto a mi hermanastro en la parte de atrás del asiento de Hanma, y por un momento creí que ellos se detendrían, sin embargo, cuando vi que Hanma aceleraba y que Kisaki sacaba un bate mientras nos miraba fijamente, supe de inmediato que nada bueno estaría por suceder.

—¡Emma! —exclamé su nombre con terror.

No había tiempo para pensar las cosas, por lo que sin esperarlo atraje el cuerpo de Emma y me lancé con ella hacia un lado, esperando a ser más rápida que mi hermanastro. Entonces, cuando el sonido de la motocicleta se alejó y oí la voz desesperante de Takemichi, abrí mis ojos y supliqué a que Emma se encontrara bien.

—¿Emma? —pregunté suavemente mientras la veía, y mi cuerpo se paralizó cuando vi sangre en mis manos y en la cabeza de Emma—. ¡Emma!

—¿Emma está...? —oí preguntar a Takemichi, quien se había agachado para mirarnos—. ¿Ella está...? —Takemichi no podía terminar su frase, tal vez por miedo de que al decirlo se fuera a cumplir—. Emma despierta... Si te vas ahora en el pasado, no podré salvarte...

Sus palabras me dejaron confundida, pero no había tiempo para indagar en aquello.

—¿Akira...? —pronunció débilmente Emma, ocasionando que sintiera un toque de esperanza—. ¿Qué... pasó...? Mi cabeza... duele...

—No hables, Emma —dije mientras intentaba contener las ganas de llorar—. Te llevaremos a un hospital, así que pronto estarás bien...

—Eso me alegra... Yo todavía... no he sido... capaz de confesarle... mis sentimientos a Draken...

—Se los dirás, así que ahora mantén la calma —dije al momento en que miraba a Takemichi—. ¿Me ayudarías, Takemichi?

—¡Sí! —exclamó rápidamente, y me ayudó a colocar a Emma en mi espalda—. Hay un hospital cerca de aquí. Si nos apresuramos tal vez podremos hacer algo...

Ambos comenzamos a dirigirnos hasta el hospital más cercano, esperando a llegar a tiempo para salvar la vida de Emma.