──── 022.
Hanma detuvo el rumbo de su motocicleta cuando recibió un mensaje. Él miró brevemente su celular para luego soltar un suspiro y mirarme.
—Desafortunadamente, nuestro paseo deberá terminar aquí —dijo al momento en que formaba una sonrisa—. A menos que quieras acompañarme.
—Claramente, es algo relacionado con tu nueva pandilla, así que paso.
—Te pierdes la diversión.
—No me importa —dije, y bajé de su motocicleta para así comenzar a alejarme de él—. Nos vemos otro día.
Hanma se fue, por lo que comencé a caminar sin rumbo fijo. Entonces, pude ver a Mikey mirando fijamente el mar mientras sostenía un Taiyaki.
—¿También estás escapando del mar? —le oí preguntarle a su Taiyaki, mientras realizaba un ligero movimiento—. "Sí" "Glup, Glup, Glup".
Solté una pequeña risa e iba a acercarme, pero en aquel momento alguien más se le había acercado. Se trataba de un chico de estatura media, con ojos violeta y una tez bronceada.
—Hey, Taiyaki – kun. ¿Cómo terminó eso de nuevo? —preguntó aquel muchacho.
—¿Quién sabe? Lo olvidé —respondió Mikey con un tono neutro mientras lo miraba—. ¿Quién eres tú?
—Soy Kurokawa Izana —respondió el chico, y miró brevemente la motocicleta de Manjiro—. Linda moto.
Izana comenzó a alejarse de Mikey, por lo que inmediatamente me acerqué al líder de la Toman.
—¿Todo bien? —pregunté, mientras miraba por donde el anterior chico se fue—. ¿Alguna vez lo habías visto?
—No —respondió con tranquilidad para luego dedicarme una sonrisa—. ¿Qué haces por aquí?
—Oh, yo estaba dando un paseo con Hanma y... —Callé mis palabras cuando he visto la mirada de Mikey endurecerse—. ¿Uh? ¿Sucede algo?
—Hanma y tú son muy cercanos, ¿no?
—Umm... Algo así —respondí al momento en que me sentaba a su lado—. Él ha sido mi primer amigo.
—Pero tu primer amigo fui yo.
—Eh, bueno, eso todavía no lo recordaba —dije, y Mikey realizó un puchero que me hizo verlo tierno—. No te preocupes. Tú seguirás siendo el más cercano a mí.
—¿De verdad?
—Sí. Después de todo eres al único al cual le dije que me quedaría a su lado.
Manjiro formó una pequeña sonrisa al oírme, luego partió su Taiyaki y me entregó la mitad. No obstante, cuando acerqué mi mano para sostener el dulce, él lo alejó y sostuvo mi mano para así mirarla detalladamente.
—¿Con quién has peleado? —preguntó, y su mirada se volvió sombría.
—Oh, eso... Bueno, hay una nueva pandilla llamada Tenjiku y están cazando miembros de Toman —dije mientras lo miraba fijamente—. En ese momento me encontraba con Takemichi y Chifuyu, por lo que esa pandilla me confundió y comenzaron a pelear conmigo.
—¿No te hicieron daño?
—Pude defenderme bien. Además, en aquel momento Hanma llegó y los hizo irse.
—¿Hanma está con ellos? —preguntó, a lo cual me encogí de hombros porque no tenía ni idea en lo que estaría metido Hanma en este momento—. Entiendo. Gracias por decirme —dijo, y soltó mi mano para así levantarse—. Tendré que hablar con los demás.
—Claramente, habrá un enfrentamiento —dije sin dejar de mirarlo—. Sé que eres alguien fuerte, pero, aun así, ten mucho cuidado.
—Lo tendré —dijo, y acercó su mano hacia mi mejilla para acariciarla suavemente con las yemas de sus dedos—. Estaré ocupado, pero puedes venir a mi casa cuando quieras. Después de todo a Emma le encanta tu compañía.
—Lo haré —dije y brevemente recordé el rostro sonriente de Emma—. Mikey. Yo pienso contarle la verdad a Emma.
—¿Estás segura?
—Sí. Quiero que ella sepa quién soy y el por qué desaparecí tan de repente de vuestras vidas.
—Entiendo. Estoy seguro de que ella entenderá —dijo, y alejó su mano de mi rostro para así acercarse a su motocicleta—. ¿Quieres que te lleve?
—No, gracias. Hay un lugar por aquí cerca al cual quiero ir.
—Está bien —asintió—. Nos vemos pronto.
—Sí. Nos vemos.
En el momento en que Mikey se alejó con su motocicleta, he sentido como si alguien me estuviera viendo fijamente, por lo que inmediatamente miré hacia todas las direcciones. Entonces, mi mirada se cruzó con la de una muchacha de baja estatura, ojos verdes y cabello albino.
—¡Ha pasado un tiempo! —exclamó la chica, mientras se acercaba y se paraba frente a mí con una gran sonrisa—. Desde aquel día no te he vuelto a ver.
Me quedé un poco confundida, pero inmediatamente sentí una inquietud ante la posibilidad de que ella haya escuchado mi conversación con Mikey.
—¿Tú has escuchado nuestra conversación?
—¿Uh? No. No lo he hecho —respondió tranquilamente—. Llegué cuando tu acompañante se estaba yendo.
—Entiendo —dije con alivio mientras la miraba fijamente—. Por cierto, ¿Quién eres?
—¡¿Cómo has podido olvidarme?! —exclamó al momento en que realizaba un puchero—. Desde que me ayudaste aquel día no te he olvidado.
—¿Ayudarte? —pregunté, y en ese instante recordé la vez en que la ayudé—. Oh, ya recuerdo. Eras esa chica a la cual intentaron agredir por la espalda.
—Exactamente —dijo—. Desde ese día he intentado encontrarme contigo, pero extrañamente no lograba coincidir contigo.
—Oh... —Fue lo único que mencioné, ya que desde la vez en que mi padre me vio junto a Mikey, he comenzado a tomar otros caminos para volver a casa.
—Por cierto, ¿eres amigo del chico que estaba anteriormente aquí?
—¿Uh? Ah, sí, lo soy.
—Ya veo— dijo mientras su expresión cambiaba completamente a una de inquietud—. De casualidad... ¿Conoces a alguien llamado Haruchiyo?
—No. No conozco a nadie con ese nombre.
—Oh... —dijo con un tono de decepción.
En aquel momento, las gotas de lluvia volvían a caer del cielo, por lo que abrí el paraguas que traía conmigo y me refugié bajo este junto a aquella muchacha.
—Gracias —agradeció dulcemente mientras se apegaba a mí para no mojarse—. Hoy no he visto el pronóstico del clima, así que no pude traer mi paraguas.
—¿Te diriges a tu casa?
—Sí. Estaba yendo hacía allí, pero te vi y no pude evitar acercarme para hablarte.
—Entiendo —dije al momento en que le entregaba mi paraguas—. Tómalo. No es necesario que me lo regreses.
—¿Uh? Creí que vivíamos por el mismo vecindario.
—Hay un lugar al cual pensaba dirigirme.
—Entiendo. Entonces no podremos continuar hablando —dijo al momento en que sostenía la manga de mi ropa para impedir que me fuera—. ¿Puedo hablarte si llego a volver a verte?
—Tengo el presentimiento que lo harás de todas formas —dije mientras la miraba fijamente—. Puedes hacerlo, pero no te aseguro de que vayamos a tener conversaciones divertidas.
—No me importa —dijo formando una pequeña sonrisa—. Por cierto, ¿me dirías tu nombre?
—Preferiría no hacerlo.
—¿Por qué?
—Solo no quiero decirlo.
—Está bien. No insistiré en eso, pero debes prometerme que no olvidaras el mío.
—Está bien.
—Soy Akashi Senju, pero no me gusta que me llamen por mi apellido o con honoríficos. Así que puedes decirme solo Senju —dijo mientras me mostraba una sonrisa—. Es un gusto conocerte, Senpai.
—Es un gusto —dije mientras la miraba con tranquilidad—. Nos vemos, Senju.
Ella me soltó, así que comencé a alejarme y comenzar a correr bajo la lluvia en dirección a aquella tienda donde volví a reencontrarme con Emma. Pensaba comprarle un obsequio como una disculpa por no haberle contado la verdad con anterioridad.
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