──── 015.
Nuevamente, había recibido un mensaje de texto de parte de Mikey, pero a diferencias de otros días lo he ignorado por completo debido a que ahora mismo tenía otro asunto. La noche de navidad había llegado, lo que significaba que debíamos de reunirnos en la iglesia cristiana Udagawa ubicada en Shibuya para enfrentarnos al actual líder de los Black Dragons.
—Estamos aquí —mencionó Takemichi cuando hemos llegado a la iglesia—. Iré a razonar con Hakkai, el cual ya debería de estar en la iglesia... Mientras ustedes, chicos, emboscarán a Taiju.
Takemichi comenzó a ingresar a la iglesia para comenzar con el plan, entonces, cuando lo perdimos de vista hemos esperado en la entrada por unos cortos minutos, ya que, luego nos hemos movido hacia una parte donde nadie nos vería e imaginé que este era un escondite para que así embosquemos a Taiju cuando menos se lo esperara. Sin embargo, aquello había sido una suposición ingenua debido a que Hanma no tardó en darle un golpe a Chifuyu cuando nos hemos alejado completamente de la entrada principal.
El ver cómo Hanma golpeaba a Chifuyu y el que este le regresara los golpes me dejaba completamente confusa por lo que pensé en detenerlos antes de que esto se volviera peligroso, pero desafortunadamente en el instante en que intenté acercarme fui detenida por mi hermanastro.
—¿Qué demonios significa esto? —pregunté con un tono de alta confusión, pero a la vez de irritación.
—No creerías que en verdad nos enfrentaríamos a Taiju, ¿verdad? —preguntó mientras formaba una sonrisa siniestra—. Ni se te ocurra interferir.
—Pero...
—¿Quieres que tu padre se entere de lo que ibas a hacer? —susurró haciéndome ligeramente temblar por lo inmediatamente me negué—. Nada malo sucederá si haces lo que digo.
No dije o hice nada en esta situación por miedo a que mi hermanastro le contara algo a mi padre y terminara perjudicándome.
—Este bastardo sí que ha dado pelea —mencionó Hanma mientras se nos acercaba y rodeaba su brazo por mi cuello—. ¿Lo dejaremos así o alguno lo vigilará?
—Dudo mucho que pueda desatarse por sí solo —respondía Kisaki en el instante en que me miraba fijamente—, pero por solo precaución te dejaremos a ti a cargo.
—¿Qué...? —dije confusa.
—Solamente es vigilar que no haga nada —decía mirándome de una forma que me daba total inquietud—. Únicamente hasta que esa persona llegue.
—¿Esa persona? ¿A quién te refieres?
—Un encantador encuentro de hermanos está por suceder.
Luego de mencionar esas palabras comenzó a alejarse siendo seguido rápidamente por Hanma. Entonces, cuando ambos me han dejado le he dado una pequeña mirada a Chifuyu y el verlo mirándome con súplica mientras pataleaba para deshacerse de la cinta que lo mantenía amarrado me hizo sentir bastante inquietud por lo que decidí alejarme un momento para así calmarme.
Cuando he salido a la parte frontal de la iglesia he podido presenciar como unos cuantos copos de nieve comenzaban poco a poco a descender del cielo hasta llegar al suelo. Extendí mi mano derecha para así atrapar algunos copos de nieve, los cuales repentinamente me hicieron recordar a un hombre alto y delgado sonriéndome amablemente mientras me extendía lo que sería una caja de regalo.
Durante unos minutos me quedé pensando sobre aquel recuerdo intentando saber quién era la persona, sin embargo, por más que lo intentaba no podía lograr recordar completamente el rostro de dicha persona. Solté un suspiro, y entonces pude percatarme de la presencia de una figura femenina acercándose por lo que no tardé en volver donde se encontraba Chifuyu. Fue en ese momento en que una chica de cabello largo que vestía un uniforme escolar muy bien cuidado se acercó hasta donde me encontraba custodiando a Chifuyu.
—Tengo un mensaje para ti —mencionó con una suave, pero a la vez seria voz—. "Ya puedes retirarte".
Sin decir otra palabra la chica comenzó a alejarse mientras ocultaba torpemente lo que sería un cuchillo entre la manga de su uniforme que me hizo entender que desde ahora las cosas se volverían bastante peligrosas. Aquella arma blanca no solo yo la había notado, sino que Chifuyu también porque no tardó en alterarse. El chico se movió de un lado a otro y el ver su rostro preocupado me hizo dudar si debería de dejarlo libre para que ayudara a Takemichi. No obstante, el tan solo pensar en lo que podría hacer Kisaki si se entera de lo que hice me aterró por lo que alejé mi mano que había acercado para soltar a quien sería mi hermano menor.
—Lo siento —me disculpé mientras me alejaba por completo de él—. No puedo hacerlo.
Comencé a alejarme de aquel sitio para dirigirme a la salida, pero en ese instante logré ver a una persona bajarse de su motocicleta y correr hacia donde me encontraba por lo que rápidamente me oculté por mi seguridad, entonces, cuando esta persona pasó por mi lado sin notarme he podido saber que se trataba de Mitsuya Takashi; el capitán de la segunda división.
Me mantuve oculta durante unos minutos y cuando ya no logré ver u oír nada de los demás he comenzado a abandonar el lugar porque no quería verme involucrada directamente en este tipo de situación que claramente saldría mal. Avancé por las calles hasta llegar a una calle principal donde me encontré con varias personas disfrutando de la navidad que me hizo sentir incomodidad por lo que intenté no mirarlos, pero desafortunadamente al hacer eso he terminado por chocar con una persona.
—Lo siento. No me he fijado por donde caminada —mencioné inquieta al momento en que me acercaba para ayudarle, pero al percatarme de quien se trataba la persona con la cual había chocado me quedé congelada.
—No te preocupes —dijo mi madre formando una pequeña sonrisa mientras me miraba—. ¡Oh! Tú eres el amigo de mi Chifuyu.
—¿Eh? Ah... Sí...
—¿De casualidad estás con él? —preguntó a lo cual he negado—. Oh. Él dijo que se encontraría con unos amigos, así que pensé que estaría por aquí.
—¿Usted necesitaba algo de él?
—Me ha tocado el turno de noche por lo que no podré estar con él en navidad, así que quería decirle que le dejé preparada la cena —suspiró decepcionada, pero esa decepción se esfumó en solo segundos y ahora se encontraba mirándome con una sonrisa—. Si de casualidad te encuentras con él... ¿Podrías decirle? Aunque le deje una nota en casa él no las lee y termina sin comer.
—Yo... —murmuré inquieta mientras intentaba no hacer contacto visual—. Si llego a verlo le diré...
—Muchas gracias... ¿Cómo te llamas?
En este segundo había dudado si decirle la realidad de mi nombre y ver cómo reaccionaría, pero al ver aquella sonrisa cálida que me estaba dedicándome me hizo arrepentirme por lo que tomé una bocanada de aire y extendí mi mano para decir:
—Soy Akira.
Mi madre se me quedó viendo fijamente sin realizar ningún tipo de expresión y ante aquello he pensado que tal vez me había reconocido. No obstante, ella no tardó en sostener mi mano y sonreírme con dulzura.
—Es un gusto Akira —mencionó amablemente—. Por favor cuida de mi Chifuyu.
En el momento en que mi madre se ha ido he sentido una gran inquietud en mi pecho debido a que ella no tenía ni idea en la situación en la cual se encontraba ahora mismo Chifuyu. Intenté ignorar aquella inquietud que tenía e incluso me puse a pensar en las consecuencias que podría llegar a tener para así no dudar, sin embargo, mientras pensaba en aquello el rostro de Baji pasó por mi mente y con ello recordé la sonrisa que entregaba cuando hablaba acerca de Chifuyu.
—Al demonio.
Al momento en que había tomado una decisión he recibido un mensaje de texto y al ver el nombre de Mikey reflejado en la pantalla me hizo tener una idea.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top