Lo primero que hice al volver a casa fue encerrarme en mi habitación para poder cambiarme la ropa que traía a una más cómoda para poder dormir y no pensar en lo que había sucedido en el día; sin embargo, ese plan fue completamente destruido en el instante en que vi una caja oculta entre la ropa de mi closet.

Suspiré. Entonces, intenté volver a ocultar aquella caja, pero accidentalmente hice un mal movimiento que ocasionó que esta cayera al suelo y que todo su contenido terminara esparcido por el suelo. Comencé a guardar las cosas que se habían caído hasta que mis manos se toparon con una antigua fotografía que había olvidado que la guardé ahí por el miedo de que mi padre la encontrara y la destruyera como siempre hacía con todo lo que le recordara a ella.

—Ah... —mencioné cuando he visto dicha fotografía que me hizo recordar un pensamiento que creí haber olvidado para siempre.

Durante mucho tiempo había tenido la esperanza de que algún día me encontraría con la mujer que me dio a la vida y que me ayudaría a huir de todo esto... Qué me sacaría de esta casa y me llevaría lejos a un lugar donde mi padre no nos encontrara para así vivir juntas en aquella paz que siempre debimos de tener. Siempre tuve esa esperanza y por ello durante un tiempo me aferré a dicha emoción, pero con el pasar del tiempo fui olvidando ese sentimiento hasta el punto de no recordarlo; sin embargo, esta noche volví a sentir esa sensación que creí perdida. Esperanza. Eso era lo que había sentido cuando la he visto aparecer frente a mí con una sonrisa tan amable y cálida que te podía hacer olvidar todo lo malo que te estaba sucediendo.

Durante un tiempo soñé con el momento en que me encontraría con ella y siempre me imaginaba que nos abrazaríamos e incluso lloraríamos por volvernos a encontrar, pero lamentablemente la realidad fue completamente distinta a lo que había imaginado, ya que, la persona a la cual tanto había esperado ni siquiera pudo reconocerme y debido a ello esa esperanza que había vuelto a sentir se rompió por completo cuando mi madre mencionó: ¿Y tú eres?

Nunca me esperé este tipo de situación y por supuesto tampoco me esperé el hecho de que el sub – líder del primer escuadrón de la Toman, Chifuyu, fuera mi hermano menor. Sin duda alguna diría que lo que más me destruyó de volver a ver a mi madre ha sido el darme cuenta de que ella nunca me miraría como lo hacía con su nuevo hijo. 

Solté una risa amarga y lancé la fotografía de regreso a la caja que debí mantener oculta para toda la vida. Entonces, mientras regresaba todo a su lugar he visto como mi celular vibraba indicándome que había recibido un mensaje de texto por lo que rápidamente me acerqué a este para ver quien me había escrito y el ver el nombre de Mikey me hizo sentir más tranquila, pero esa tranquilidad se esfumó cuando me ha dicho que no olvidara pensar acerca de lo de navidad. Navidad era una época que a muchos les gustaba y que esperaban ansiosos a que llegara para poder celebrarlo en familia o incluso con sus amigos más cercanos, pero para mí era una época amarga debido a todo lo que había tenido que pasar en esa fecha.

Un 25 de diciembre fue la fecha en que nací, pero también fue la fecha en donde todo comenzó a tornarse oscuro en esta familia. Sin lugar a duda la noche de Navidad era la que más odiaba.