──── 013.

Mientras regresaba a casa he podido percatarme de que mi hermanastro se encontraba en un local de comida rápida junto a Takemichi y Chifuyu. Verlos juntos se me hizo extraño, ya que se podía saber que no se llevaban bien debido a la forma en la cual actuaban en la pandilla. Pensé en ignorarlos y continuar con mi camino, no obstante, en ese preciso momento pude presenciar como Chifuyu rompía un vaso para luego apuntar con un trozo de vidrio al cuello de mi hermanastro. Sinceramente, eso me sorprendió, pero a pesar de ello no tuve ninguna intención de moverme e ir a detenerlo.

Me quedé mirando aquella escena desde fuera del local hasta que vi como Hanma colocaba un cuchillo en el cuello de Takemichi, por lo que no tardé en ingresar al lugar para así saber lo que estaba sucediendo. Cuando ingresé al local y me acerqué a ellos pude escuchar como mi hermanastro mencionaba algo de un topo que se encontraba dentro de los Black Dragons.

—¿Qué está sucediendo aquí? —pregunté captando la atención de los presentes—. ¿Y qué sucede con los Black Dragons?

—Que sorpresa verte por aquí —mencionó mi hermanastro, quien claramente demostraba que no estaba contento de verme—. Había oído que te habías ido directamente a casa luego de la reunión y por eso no te han contactado sobre la pequeña reunión que mantuvimos en este lugar.

—¿Recuperaste lo que olvidaste? —preguntó Hanma mirándome con una expresión de que se la estaba pasando excelente.

—Sí... —respondí inquieta ante la mirada juzgadora de mi hermanastro.

—Como sea. Odio perder el tiempo —mencionó Kisaki al instante en que miraba la salida—. Vengan conmigo.

Me quedé solo un momento inmóvil y dudosa sobre si debiera de seguirlo o irme a casa, pero como realmente me daba curiosidad el tema de los Black Dragons he decidido ir junto a ellos a donde sea que mi hermanastro nos estuviera dirigiendo. En el camino Hanma me iba explicando brevemente sobre lo que estuvieron hablando y me sorprendió bastante oír que Hakkai tenía planeado matar a su hermano mayor.

El topo que mencionó anteriormente mi hermanastro se encontraba frente a nosotros para darnos información sobre Taiju Shiba; Líder de los Black Dragons. Sin embargo, antes de que pudiera mencionar algo fuimos interrumpidos por un chico de estatura alta y cabello de color negro que utilizaba el uniforme de los Black Dragons.

—Koko – Kun —mencionó asustadizo el topo de los BD—. Yo estaba...

—Esto es tortura para ti —mencionó con una sonrisa siniestra Koko al momento en que miraba a otros dos miembros de los BD que se encontraban en la entrada del lugar donde nos encontrábamos—. Llévense a esta mierda de aquí.

—¡Espera, Koko – kun! ¡¿No puedes solo ignorar esto?!

El chico gritaba desesperado que no le hicieran nada, pero el chico llamado Koko no demostró ningún tipo de interés en dejarle ir. Simplemente, se mantuvo callado hasta que ya no se lograron oír sus gritos de auxilio.

—¿Cómo debería de tratar con ustedes?

—No estamos aquí para pelear —le informó mi hermanastro.

Koko se quedó callado únicamente por un momento, ya que su mirada se quedó fija en el fajo de billetes que se encontraba sobre la mesa.

—Cien mil... —mencionó apartando la mirada del dinero para así mirarnos con una sonrisa satisfactoria—. Por cien mil les diré, bastardos, lo que quieren saber.

Sin siquiera pensarlo mi hermanastro le extendió el fajo de billetes para así obtener la información que tanto quería. Entonces, tomando el dinero Koko comenzó a informarnos que solo existía un día en el cual Taiju Shiba se encontraba completamente solo y ese día se trataba nada más que el día de navidad, ya que, el líder de los Black Dragons se dirigía cada año a la iglesia para rezar.

—El jefe es fuerte incluso estando solo —informó Koko cuando terminó de darnos la información—. ¿En verdad creen que los cinco pueden ganarle? Sinceramente, eso suena divertido, así que no puedo esperar para navidad.

—¿Por qué traicionas a Taiju? —preguntó Takemichi.

—Me gustan los tipos fuertes —respondió Koko mientras se dirigía a la salida—. Si quieres saber más... Serán otros cien mil.

Ninguno volvió a mencionar algo por lo que Koko se fue con una sonrisa satisfactoria mientras miraba el dinero que había conseguido. Entonces, cuando exclusivamente quedamos miembros de la Toman, mi hermanastro decidió que nos enfrentaríamos a Taiju en la noche de Navidad, sin embargo, Chifuyu y Takemichi no estaban de acuerdo en unir fuerzas con nosotros por lo que Kisaki les ha dicho que lo pensaran mejor y que le dieran una respuesta mañana a primera hora.

Cuando abandonamos el recinto todos tomamos caminos diferentes o eso creí al principio porque después de unos minutos me volví a encontrar con Takemichi y Chifuyu, donde este último se encontraba completamente molesto e imaginaba que se trataba por el tener que decidir si unir fuerzas con mi hermanastro o no.

—Yo no quiero volver a ver un mal futuro para nosotros —oí mencionar a Takemichi—. Trabajaré con Kisaki si es necesario, así que, por favor, Chifuyu... ¡Ayúdame con esto!

Las palabras de Takemichi ocasionaron que Chifuyu estuviera de acuerdo con él mientras que en mí ocasionó una confusión por lo que no tardé en acercarme a ellos.

—¿A qué te refieres con volver a ver un mal futuro, Takemichi? —pregunté atrayendo la atención de ambos—. ¿Podrías explicarte? ¿Acaso ya has visto nuestros futuros?

La sorpresa no tardó en llegar al rostro de ambas personas haciendo que la curiosidad que comenzaba a sentir se intensificara. No obstante, el sub – líder de la primera división comenzó a soltar una gran risa mientras mencionaba que era una forma de decir que quería un buen futuro para todos nosotros.

—¿Takemicchi viendo el futuro? —reía Chifuyu como si le hubieran contado el mejor chiste del año—. ¿Eso no sería algo extraño? Sí que tienes una imaginación, Senpai.

Sin duda alguna algo estaban ocultando debido a la manera en la cual se encontraban actuando. Tal vez debería de insistir con el tema, pero preferí no hacerlo y vigilarlos adecuadamente hasta averiguar lo que estaban ocultando.

—Tienes razón. Es algo extraño, así que olviden lo que he dicho —mencioné mientras soltaba un suspiro para luego verlos seriamente—. Como sea, los dejo pensar sobre la decisión que deben de tomar, sin embargo, yo no lo pensaría demasiado y aceptaría unir fuerza con nosotros porque somos la mejor opción que tienen.

—¡Ah, cielos! —exclamó Chifuyu—. De nuevo no tendré suerte con las chicas esta navidad.

Al mencionar esas palabras ocasionó que Takemichi sonriera felizmente e incluso iba a mencionar algo, pero antes de que eso sucediera fue interrumpido por la voz de una mujer mayor que llamaba a su sub – capitán.

—¿Estás yendo a casa? —preguntó la mujer al chico que ahora mismo se encontraba sorprendido—. ¿Son estos tus amigos?

—Mamá... —mencionó Chifuyu quien no salía por completo del trance en el que se encontraba—. Eh... Sí... Son mis amigos.

—Es un placer conocerla —mencionó Takemichi—. Soy Hanagaki Takemichi.

—También es un placer —mencionó la mujer al momento en que me miraba con una sonrisa—. ¿Y tú eres?

Antes de que pudiera responder hemos sido interrumpidas por Chifuyu que se posicionó en medio de nosotras mientras mencionaba que era momento de volver a casa para así preparar la cena por lo que sin esperar un solo segundo comenzó a llevarse a su madre al momento en que le mencionaba a Takemichi que se encargara de avisarle a "ya sabes quién".

—¿Qué hay con esa reacción? —pregunté mientras los veía irse para luego percatarme de que Takemichi me miraba inquieto—. ¿Sucede algo?

—¿Estás bien?

—¿Sí...? —dije dudosa por su pregunta—. ¿Por qué lo preguntas?

—¡Por nada! Solamente quería saber —mencionó soltando una risa que sonaba realmente nerviosa—. Contactaré a Kisaki para decirle que nos uniremos a ustedes.

—Está bien —asentí—. Yo volveré a casa. Nos vemos, Takemicchi.

—¡Sí! Nos vemos.

Cuando comencé a irme he recibido un mensaje por lo que me detuve y revisé mi celular para saber quien me había escrito, entonces, al ver un mensaje de Mikey preguntándome si había llegado bien a casa me hizo sonreír.

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