"Mami, ¿por qué llamas a papá cielo?" pregunta el niño pequeño de ojos verdes.

"Porque tu padre es mi cielo, cariño" responde la mujer mientras sigue cortando las hojas secas de su planta favorita.

"¿Cómo es tu cielo mami? El cielo está arriba de nosotros y es el único que hay, eso me dijo la profesora hoy" dice el pequeño metiendo su dedo a la boca.

"Si cariño, pero ves que el cielo es inmenso y al mirarlo nos entrega paz y felicidad, el cielo nos hace sentir bien. Con tu padre me siento de esta forma hijo, me siento querida y segura" le explica quitando el dedo del pequeño de la boca y acariciándole la mejilla. "Algún día, mi amor, tu encontrarás a alguien que te haga sentir de la misma forma, y cuando la encuentres no dejes por nada del mundo que se separé de ti. Debes cuidarla, quererla y respetarla por siempre, ¿si nene?".

"Si mami" contesto el niño sin saber mucho sobre lo que su madre le habla.

...

"¡Cállate joder! ¿No entiendes que no quiero escucharte?" alza la voz el hombre mientras aleja de forma violenta a la mujer de él.

"Cielo por favor, Edward está en su habitación, silencio" suplica la mujer.

"Deja de llamarme así, no lo soporto" habla el hombre manteniendo el volumen de voz. "Tanto que lo defiendes se comporta de esa forma, un estúpido adolescente sin control por tu maldita culpa. Siempre has sido una buena para nada".

"¿Cuándo mierda pararas Alex?" interrumpe Edward mientras entra en la habitación hablándole grosera y bruscamente a su padre con solo unos pocos dieciséis años.

"Edward, cariño, vete por favor".

"No mamá, este imbécil debe parar con toda su mierda" suelta atrevidamente tomando del brazo a su madre.

"No tienes ningún maldito derecho de hablarme así" habla el hombre acercándose peligrosamente a Edward.

"Vete a la mierda" responde el chico llevándose a su madre de la habitación.

Del brazo la lleva hasta su habitación y cierra la puerta dando un portazo.

"No deberías haberle hablado así Edward, es tu padre" dice la mujer mientras está sentada en la cama de su hijo con él a su lado.

"Y una mierda, no debería hablarte así. ¿Dónde ha quedado tu cielo mamá, eh?".

"Sigue ahí cariño, solo que esta nublado" responde y le acaricia la mejilla como lo hacía cuando era pequeño.

"Yo no quiero tener a mi cielo nunca".

"Hijo, llegará y créeme que me entenderás de lo que hablo, apenas la veas te darás cuenta de que ella es".