01

Al día siguiente.

P.O.V JIMIN

La nevada caía con gracia sobre Seúl, transformando la ciudad en un lienzo inmaculado que resplandecía con la magia única de la temporada navideña. Sin embargo, para mí, este escenario idílico no lograba disipar la nube sombría que se cernía sobre mi corazón. A pesar de la delicadeza danza de los copos de nieve que pintaba la ciudad de blanco, no podía encontrar la alegría que normalmente sentía en estas épocas del año. En cambio, había una noticia que pesaba sobre mí como una sombra impenetrable, eclipsando la luminosidad festiva y sumiéndome en una tristeza profunda.

La nevada debería ser una motivo de celebración, así como el resto de personas pasaban abrazadas y de la mano con una sonrisa en sus rostros, con sus abrigos a juegos. Para mí, solo era testigo silencioso de mi dolor interior mientras enfrentaba la realidad de un momento navideño marcado por la tristeza.

El sonido de mi teléfono rompió mis pensamientos. Al contestar, la voz festiva de mi novio resonó en mi auricular, un contraste desconcertante con las palabras que pronunciaba.

-Jimin... Necesitamos hablar -dijo, y cada palabra se aferró a mi corazón como un presagio ominoso de despedida. Aunque la atmósfera estaba teñida de pureza invernal, la temperatura emocional descendió bruscamente.

-Hola... -murmuré, mi voz salió temblorosa desde lo profundo de mi garganta.

-Yo... -su voz se tornó seria. Sentí un nudo en la garganta-. Sabes que te quiero muchísimo.

La noche anterior, luego de entregarme a él bajo la luna llena. Abrazados bajo el suave y cálido edredón, sus caricias parecían llenas de amor y de ternura. Me había dicho que me amaba una y otra vez, y ahora solo escuchaba un simple "Te quiero".

-Pero siento que necesito explorar mi camino por separado -continuó. La nevada se volvió cómplice de la abrupta tormenta emocional que se me avecinaba-. Necesito tiempo para mí. No quiero esto y...

Tenía los ojos cristalizados con lágrimas no derramadas. Asentí con la cabeza, sabiendo que no me podía ver, pero no podía articular ni una sola palabra.

-Solo quiero ser sincero contigo. No quiero una relación. Esto... Todo este tiempo fue una equivocación -apreté los labios para evitar escapar un sollozo. No quería que me escuchara débil. El corazón me dolía-. Espero que puedas entender.

Me quedé mirando a un punto fijo, mientras una lágrima silenciosa se deslizaba por mi mejilla.

-¿Jimin?

Me atreví a colgar la llamada. El peor regalo de navidad se desplegó frente a mí: Mi relación había llegado a su fin.

"Todo este tiempo fue una equivocación"

Las palabras resonaron en mi mente como un eco triste mientras dejaba caer el teléfono. Fueron como puñales, cortando a través de la ilusión de felicidad que habíamos construido juntos, incapaz de asimilar la magnitud de lo que acababa de suceder. La sala que antes estaba llena de decoraciones y luces navideñas que había puesto en casa ahora parecía un escenario desolado, un recordatorio doloroso de la felicidad que se había esfumado.

Acomodé mi abrigo y mi bufanda para ponerme de pie, sintiendo el frío mordaz acariciando mi piel. Mis lágrimas se confundían con los copos de nieve mientras caminaba sin rumbo fijo, llevando conmigo el peso de la soledad en una ciudad que ahora parecía desconocida. Se sentía como si estuviera en un sueño, pero cada paso dejaba huellas en la nieve que confirmaban la amargura de mi realidad.

La ciudad estaba envuelta en silencio, solo interrumpido por el suave crujido de la nieve bajo mis pies. Caminaba como un alma perdida, recordando los momentos felices que compartí con mi ahora exnovio. ¿Acaso era yo el problema? ¿Es mi culpa por querer tanto? Me sentía tan estúpido por haber creído cada una de sus palabras. ¿En algún momento sus te amo fueron sinceros?

A medida de que la noche avanzaba, terminé en un parque despejado, donde los copos de nieve caían sin piedad. Me dejé caer en un banco cubierto de blanco, mirando al cielo oscuro buscando respuestas que no llegarían. La soledad y el dolor se combinaban en una mezcla abrumadora en el pecho.

A través de la neblina de mis lágrimas, vi a alguien acercarse. Mis ojos se encontraron con los del desconocido, que brillaban por las luces de los faroles. No dijimos nada, en vez de eso, se sentó a mi lado compartiendo el peso de la tristeza en el aire.

-Lo que sea que estés pasando. No tienes que enfrentarlo solo -me dijo con voz suave. Sentí la calidez de sus palabras al instante. Me abracé junto a mis rodillas, aún en silencio, las lágrimas seguían humedeciendo mi rostro-. Si quieres no me des respuestas ahora. Puedo ir a tu ritmo, te acompañaré.

Sorbí la nariz antes mirarlo y volver a conectar mis ojos con los de él. El desconocido me dio una pequeña sonrisa, suficiente para abrazar a mi débil corazón. Me sentía confundido. ¿Por qué esperaría a que me calmara? ¿Por qué un desconocido se preocuparía por mí cuando debería estar junto a su familia?

-¿Debes estar pensando por qué estoy aquí, verdad? -Asentí. Me volvió a sonreír-. Me llamo Jungkook. Supongo que aún no quieres hablar así que te diré... -Inclinó la cabeza a un lado, como si estuviera examinando mi rostro-. Copito.

Fue inevitable no soltar una sonrisa.

-Deberías sonreír más. Te ves más bonito.

Esta vez solté una pequeña risa.

-Es un gusto conocerte, copito. ¿Te molesta mi compañía?

Negué con la cabeza.

Esa noche, mientras la nieve seguía cayendo, la presencia de Jungkook fue una calma reconfortante que me cubría del frío que abrazaba la ciudad. Encontré consuelo en un desconocido que inesperadamente se convirtió en la curita de un corazón roto.

[❄️]


¡Primer capítulo! Muchas gracias por leer <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top