|•Zero•|
Le había visto una sola vez caminando sobre la acera blanca, con los copos de nieve decorando su cabellera castaña. Llevaba un lindo abrigo de lana rosado, casi tan rosado como sus mejillas y nariz enrojecidas por el infernal frío del invierno y la nieve. Sus manos cubiertas por unos cálidos guantes sostenían un café del que escapaba el vapor y ella sonreía amablemente tendiendole su billetera, pues en medio de su alterado corazón, ni siquiera notó el momento en el que sus pertenencias cayeron en algún lugar de la nieve.
Mientras la observaba anonadado, con la boca entreabierta, perdiendo el control de su cuerpo y sin saber qué hacer o qué decir, ante los ojos de HyunJin la chica parecía desprender un aura repleto de colores pasteles y florecillas, y aunque en su mente el shock había durado toda una eternidad, la realidad era que solo habían sido un par de segundos.
Rápidamente e intentando parecer menos estúpido, el pelo asabache tomó la billetera que le tendió la castaña, se inclinó apenado y aún con esa sonrisa tan cálida, sin dar tiempo a que el chico escupiera un tímido "gracias", la chica colocó sus auriculares y dio media vuelta.
La vio partir, aún con las inmensas ganas de preguntar su nombre picoteando las plantas de sus pies, él permitió que se fuera. Para sí mismo era una tontería acercarse y para su corazón un gran error, pero lo cierto era que en ese momento el bullicioso coraje con el que había salido de primera instancia de su horrible hogar, se había esfumado de solo verle, aunque fuese por cinco segundos; aunque fuese la primera y última vez.
(···)
Ha pasado mucho tiempo, ¿cierto?
Deseaba hace mucho subir algo de mi bias de otra banda, recién hoy me animé a hacerlo, aunque quizás el ambiente sea algo cliché, me esforzaré en incluír en la trama temas un poco más controversiales e importantes de la actualidad.
Si les gusta Hwang HyunJin, sean bienvenidas.
Si les gustan mis historias, sean bienvenidas.
Si les gustan todas las anteriores, sean doblemente bienvenidas.
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