A veces, los mejores momentos, duran poco tiempo, por eso muchas veces son incluso mucho más apreciados que los demás, Yoongi lo sabe perfectamente, por eso aprecia cada uno de esos momentos con sus compañeros de grupo, por eso ahora mismo, haber disfrutado del almuerzo, había sido uno de los mejores, porque podía ver a Taehyung refunfuñar por no obtener el pedazo de carne que quiere, porque podía escuchar a Namjoon burlándose de las muecas de Hoseok al ver algo que no le gusta ni siquiera probar, porque podía escuchar la escandalosa risa de Seokjin al ver como discutía por cualquier tontería con Jungkook, porque podía ver que Jimin dejaba de lado esa mala costumbre de comer poco cuando estaban las cámaras frente a él, amaba ver a todos unidos, como una familia, pero no todo siempre tiene los colores más brillantes del arcoíris, y por cada gramo de felicidad, a veces podía haber dos más de pesimismo.

—¡No, no, no! —la exclamación de Hoseok llamo de nuevo su atención—. ¿Cuántas veces debo repetírtelo?

—¿Qué? —Taehyung frunció el ceño—. No necesito que me repitas las cosas de nuevo, sé como hacer ese maldito paso.

—Pues no parece que lo sepas —reclamo Hoseok de nuevo, soltando un bufido, cansado de repetir de nuevo—, sólo mueve bien los brazos y...

—Te dije que no necesito que me repitas las cosas —la interrupción de parte de Taehyung, hizo que el silencio se quedase implantado en la sala de ensayos.

El coreógrafo a pesar de estar hablando con Jimin y Jungkook, explicándoles lo que harían en la siguiente parte de la coreografía, no pudo evitar mirar en dirección hacia aquellos dos, Namjoon hizo lo mismo, sabiendo que tenía que ponerse totalmente firme y alerta ante cualquier cosa que pudiera suceder a continuación, Seokjin mordía levemente su lengua dentro de su boca, esperando que no comenzarán una discusión, y Yoongi simplemente miraba, porque no sabía como reaccionar, no en ese preciso momento, no le gusta involucrarse en las discusiones de los demás, prefiere que se arreglen por su propia cuenta, pero de algún modo, algo dentro de él le decía a gritos que debía preocuparse, pero ¿para qué hacerle caso a una suposición?

—No soy un niño pequeño, Hoseok —hablo de nuevo Taehyung—, no necesito que me repitas lo que tengo que hacer, y no necesito que me corrijas, lo estoy haciendo bien.

Hoseok sonrió ladino mientras negaba con la cabeza.

—¿Lo estás haciendo bien? —su tono era levemente burlón, cosa que le amargo la boca a Taehyung—. Lo estás haciendo pésimo.

—Quizás no estás siendo un buen instructor —ataco Taehyung, y en cuanto dijo eso, Namjoon comenzó a caminar hacia ellos.

—Más bien, no eres ni siquiera la mitad de buen alumno.

—Hey, hey —Taehyung no alcanzo a responder, no cuando el líder se acercó a ellos—, cálmense chicos, no es necesario que sigan con esto, podemos... —fue interrumpido por Hoseok.

—¿Qué? ¿Dirás que debemos practicar más y por separado? —Namjoon apretó levemente los labios—. No hay tiempo, estamos a pocos días de sacar el bendito MV, y todavía no podemos terminar bien la tonta coreografía todo porque algunos ni siquiera pueden aprenderse bien los pasos.

—Hoseok —la voz de Jimin se escuchó, haciendo que el mencionado lo mirase—, sólo cálmate, tendremos la coreografía a tiempo.

—¿A tiempo? —Hoseok rodo los ojos—. Ni siquiera has perfeccionado tus propios pasos, eres igual o peor que Taehyung al bailar.

—¿Disculpa? —Jimin cruzo sus brazos sobre el pecho y comenzó a caminar a pasos lentos en dirección a Hoseok—. Por si no lo recuerdas, tú no eres el único bailarín principal aquí, además de que no eres el único que tiene que lidiar con los otros para que hagan bien la coreografía.

—¿A qué viene lo último, Park? —Namjoon hablo, no podía creer las palabras de su compañero—. ¿Insinúas que no te gusta lidiar —puntualizo aquella palabra—, con los demás?

—Sí aprendieran desde un principio como debe hacerse, sería más fácil —comento Jimin en respuesta.

—¡Mira quien habla! —dijo Jungkook—. Park, tú eres quien menos puede aprenderse los pasos desde un principio —Hoseok soltó una risa ante el comentario.

—Pues no es como si tú fueras tan experto, Jeon —ataco Jimin.

—Chicos, ¿por qué no mejor dejamos esto por terminado? —hablo esta vez Seokjin, porque los tonos de voz de todos estaban llenos de ira contenida, de burla, y no quería que llegará a más esto, sabe como empiezan las discusiones entre ellos, y quiere evitarlo a toda costa.

—¿No crees que quien menos deba decir eso, eres tú? —pregunto Jungkook, Seokjin lo miro—. Mira, que seas el mayor no te da derecho a que todos debamos estar en silencio cuando te plazca.

—No tienes porque comentar algo como eso —dijo Seokjin—, ni siquiera es relevante.

—Tampoco tu primer comentario.

—¿Podrían solo guardar silencio? —de nuevo Namjoon tomo la palabra—. Sólo concentrémonos en la coreografía, olviden lo demás, no tiene relevancia.

—¿Qué no lo tiene? —hablo Hoseok de nuevo—. La coreografía tiene más importancia, debe ser perfecta, debemos de hacer bien las cosas, hay que avanzar, no quedarnos retrasados por los demás.

Yoongi soltó un resoplido, sólo esperaba que esto no terminase mal, no quiere volver a escucharlos gritarse unos a otros por una tontería como esta, sí, la coreografía es importante, para todos lo es porque saben que es una de las cosas que más les gusta a sus fanáticos, pero discutir por esto no tenía nada de sentido, Yoongi sabe que todos se sienten presionados, las promociones siempre les crispan los nervios y los mantienen de malhumor la mayor parte del tiempo, entrevistas, presentaciones en televisión, todo, absolutamente todo los hace sentir emocionados, pero también el estrés se acumula más y los pone más tensos que nunca.

—Suficiente —el coreógrafo por fin hablo—, vamos, sigamos con el ensayo y dejen sus discusiones para después, tienen un compromiso y lo saben, no dejen que algo pequeño como errores en la coreografía los haga pelear, mejor utilicen esa energía para la práctica, así que vamos, vamos...

A pesar de que todos estaban dispuestos a continuar, Yoongi pudo notar algo, y es que las miradas nada discretas de fastidio, estaban presentes en cada uno de sus compañeros, Yoongi ya no sabía si confiar en su sexto sentido que le decía una y otra vez que algo no estaba bien de nuevo, que tarde o temprano aquella pequeña flama se acercaba cada vez más hacia la bomba para tarde o temprano hacerla explotar.

Sólo esperaba estar equivocado.