£ Un año sin tus consejos £

Narra Cream

Un golpe...

–¿Recuerdas cuando me engañaste aquella vez? –rió mientras sus ojos brillaban bajo la luz de incontables estrellas.

Reí. Crei que ya te habías olvidado de eso –susurré mientras mis mejillas se sonrojaban–. ¿Estás molesto por ello?

Me miro con una cálida sonrisa mientras sus ojos adquirían un brillo extraño.

¿Por qué debería de estarlo? ¿Por qué me dejé engañar por una chica linda? –inquirió mientras enarcaba una ceja–. ¿O porqué caí en una mentira tan patética como esa? –se encogió de hombros y volvió su mirada al horizonte–. A las dos preguntas, la contestación es negativa. Sólo encuentro cómico haber sido engañado por una peque de once años.

Dos golpes seguidos sintiendo la transpiración adueñándose de mi cuerpo...

¡Cream! ¡Detente!

¿¡Qué es lo que quieres? –rugí mientras sentía las fuertes gotas de la lluvia impactar contra mi rostro.

¿Cómo se había atrevido a hacerme algo como eso? ¡Yo lo amaba! Jamás le había hecho dudar del enorme amor que sentía hacia él.

No es lo que crees... –susurro mientras me miraba con sus grandes ojos verdes.

¿No? ¿¡No!? Entonces, ¿¡qué!? ¿Qué era un simple juego? ¿Un accidente o una apuesta? –reí sin gracia mientras colocaba mis manos en mis caderas–. Te dí todo, Mephiles, te dí mi corazón... y, ¿tu qué hiciste con él? Lo pisoteaste, mataste todos lo sentimientos que tenía hacia ti y, ¿porqué?, por haber querido escoger a una rubia oxigenada en lugar de una estúpida niña que se había enamorada perdidamente de ti.

Déjame explicarte, cerezita –pidió mientras trataba de tocar mi brazo, me aleje rápidamente de él como si su mera presencia sólo me causará asco, repulsión lo cual era imposible, aún lo amaba.

¿Y, qué me vas a decir? ¿Me vas a decir el típico discurso que todos utilizan para salir de estos problemas? ¿Vas a decirme que me amas y que debería de perdonarte? –negué con la cabeza mientras las lágrimas se camuflameaban por la lluvia–. Estas equivocado si crees que te escucharé.

¡Déjame hablar, joder! –gritó endemoniado mientras me agarraba con fuerza, pero sin lastimarme, por los brazos–. ¡Fue ella que se me lanzo encima! La aparte, joder, pero ella volvió a avalanzarse sobre mi, yo sólo quería que llegarás lo más rápido posible para poder irnos de allí, pero para mi mala suerte, llegaste cuando trataba de quitarmela encima. Le había repetido millones de veces que tenía novia, y que estabas en el mismo lugar que nosotros. Yo te amo, Cream, y, aunque entiendo que fue estúpido lo que hice, esto y dispuesto a recibir todas las bofetadas que quieras siempre y cuando me prometas que podré reconquistarte.

¿Cómo poder enojarme con él?

Se abalanzó sobre mi, tomándome desprevenida, y junto nuestros labios en un delicado beso bajo la lluvia.

Sentía como las lágrimas comenzaban a deslizarse por mis mejillas a la misma vez que mis nudillos se desgarraban por las largas horas golpeando el saco.

¿Porqué tenía que irse? ¿Acaso lo nuestro no significó nada para que se fuera así porque sí?

Me mordí la lengua mientras sentía que ya no podía dar un golpe más, mis músculos estaba agarotados, pero aún la adrenalina circulaba por mis venas.

Sabes que te quiero, ¿no, pequeña?

Otro golpe mientras gemía...

¡No es que seas un estorbo, Cream, entiende que no quiero que nada te ocurra!

Dos golpes seguidos y unas pequeñas gotas de sangre salpicaron en el saco...

Pequeña, ¿qué tienes? Sabes que puedes confiar en mi, ¿no?

Pateé el saco y lo golpee con mis puños sintiendo un poco de polvo cayendo sobre mi pelo.

¿A dónde vas, Cream? ¿Puedo ir contigo?

Me abrace al saco y comencé a llorar, pero no duró mucho cuando me encontraba golpeando el saco endemoniada.

¿Qué es esto que siento por ti, cerecita? ¿Qué es esta sensación de enojo siempre que otro chico te toca? –agarró mis mejillas mientras provocaba que mis labios se justasen y formarán la boca de un pez–. ¿Qué es lo que me has hecho, Cream the Rabbit?

El saco cayó del techo, pero mi mente estaba tan sumida en sus pensamientos/recuerdos que no me dí de cuenta de los pares de ojos que me miraban sorprendidos desde la puerta.

Eso es amor... –sonreí mientras hablaba en un sonido extraño por la posición–, además de celos.

¿Amor? ¿Celos? ¿Puedes explicarte, linda? inquirió mientras fruncía el entrecejo de una manera adorable.

Claro, pero cuando te dignes en soltar mis cachetes –sonreí inocente mientras sus mejillas se teñían de carmesí y las soltaba rápidamente–. Gracias.

Lo siento, es que... –se atragantó con su saliva y me vio nervioso de reojo.

¿Es que qué? –sonreí mientras acariciaba mis mejillas adoloridas. No me había dado de cuenta de que las agarraba fuertemente hasta que las había soltado.

Te veías tierna así –susurro mientras desviaba su mirada hacia la puerta, pero logre ver un pequeño sonrojo en sus mejillas.

Ah –fue lo único que dije mientras sentía como el calor se subía a mis mejillas.

Entonces, ¿me vas a decir? –inquirió después de unos minutos volteándose. Ya el sonrojo no estaba en sus mejillas. Que lástima...

¿Eh? ¿De qué estás hablando? –cuestioné mientras me fijaba en sus hermosos ojos verdes.

¿De qué estábamos hablando hace unos minutos? –pregunto mientras su mirada se encendía.

De... ¿Mis mejillas?

Estalló en carcajadas, echándose de espaldas en mi cama, sosteniendo su estómago con sus manos como si se le fuera a caer.

¿Qué le causaba tanta gracia? De eso era lo que estábamos hablando, ¿no?

¿Qué te causa tanta gracia, erizo? –inquirí mientras me cruzaba de brazos. Su risa era..., hermosa, contagiosa. ¿Porqué no sonreía con más regularidad?

Eres tan inocente y distraída, pequeña –susurró mientras sus risas habían cesado–. No estábamos hablando de eso, linda...

¿A no? –fruncí el ceño mientras un escalofrío se deslizaba por mi espalda al ver como una mano se alzaba hacia mi rostro, pero trate de ocultarlo–. ¿Y, de qué estábamos hablando si se puede saber, erizo?

De esto que siento por ti... –susurro y, de un momento a otro, nuestros labios se encontraban entrelazados.

El saco se vino abajo y yo lo miraba con mi respiración irregular y con los puños apretados. Debía de saber que no todo duraba para siempre..., iba a llegar el momento en donde él tenia que irse y, nunca volver, pero jamás pensé que iba a ser tan pronto.

–¿Qué esta sucediendo aquí? ¡Cream! –gritó horrorizada mi madre mientras veia como de mis nudillos caían gotas de sangre–. ¿Cuántas veces te he dicho que no le pegues tan fuerte al saco? –espetó.

–Estoy bien, madre –susurré apartando mis manos de las suyas y desviando la mirada.

–Pequeña... –susurró después de un suspiro profundo. No tenia que preguntar para saber lo que me ocurría..., él–. Tienes que olvidarlo, hija, hay muchos chicos en esta urbanización que darían todo para que estés a sus pies –bromeó, pero no le encontré el sentido del humor.

–Yo lo quiero a él –informé mientras una lágrima se deslizaba por mi mejilla–. Aún lo amo, mamá, y..., todavía se me hace imposible entender que él ya no esta aquí... Ni Shadow.

–Sé que es difícil, Cream, pero con el paso de los días te darás de cuenta que de todas formas iba a terminar.

Vaya apoyo...

–Eso ya lo sabía, no todo dura para siempre, ¿verdad, mamá? –alejé mi rostro y con paso apresurado subí las escaleras escuchando un suspiro estrangulado de parte de mi amada madre.

(...)

–¿Necesitas algo más, Tails? –cuestioné mientras me limpiaba las manos con una toalla la grasa a la misma vez que escuchaba un par de herramientas caer al suelo.

–No. Eso a sido todo por hoy, Cream –contestó asomando su cabeza por debajo del tornado-X–. Te debo una.

–No ha sido nada, Tails, para eso están los amigos, ¿no? –utilice su frase a la misma vez que le daba una sonrisa forzada que él no tardó en identificar.

–Todo va a estar bien, pequeña –dijo mientras tiraba una herramienta a la caja roja que habia a unos metros de nosotros–. Ya veras que Shadow va a mejorar y, con él va a venir Mephiles...

–No mientas –espeté mientras golpeaba sus brazos que ya estaban listos para envolverme en un abrazo–. Todos dicen que él jamás va a recordar y que de quedaran para siempre por alla..., tu mismo lo has llegado a decir.

–Bueno... –balbuceó mientras se rascaba la nuca nervioso–. ¿Ya te había dicho lo radiante que te ves hoy?

Bufé.

(...)

–¿Ya te habia dicho lo linda que eres? ¡Ay, que cosita mas linda! ¡Mi bebe! ¡Mi niñita! ¡Mi regalito! –gritaba una y otra vez Mephiles mientras me jalaba por mis cachetes y, los apretaba ocasionando que mis labios se juntará y formarán la famosa boca de pez.

Limpie la lágrima que descendía por mi barbilla a la misma vez que ayudaba a mi mamá a ordenar los platos.

–¿Cómo has estado, mi niña? –inquirió mientras fregaba un plato y, luego me lo pasaba para enjuagarlo.

–Bien. ¿Por qué preguntas? –fruncí el entrecejo mientras colocaba el plato detras de otro.

–No mientas, Cream. Has estado distraído y de muy mal humor durante toda esta semana –murmuró mientras secaba sus manos en su delantal de flores y se volteaba para mirarme–. ¿Qué sucede? ¿Has tenido problemas en la universidad? ¿Te has peleado con tus amigas? ¿Se trata de un chico? –la última pregunta la hizo moviendo las cejas y sonriendo maquiavélica.

Habían momentos en donde mi mamá me daba miedo...

–¿Qué te hace pensar eso, mamá? –gruñí cerrando el grifo y apoyándome del lavamanos Mientras la miraba–. Ya te he dicho que estoy bien, ¿porque simplemente no me puedes creer? ¿Acaso he hecho algo malo para que desconfíes de mi?

–No, no... No es eso, hija, es... –suspiro mientras se mordía el labio inferior a la misma vez que bajaba la mirada. En cuestión de segundos, la volvió a subir, pero habia alfo diferente en su mirada... Habían lágrimas y su labio inferior temblaba–. Ya no me cuentas las cosas como lo hacías de niña... Te he notado esquiva conmigo... –una lágrima descendió por su mejilla–. ¿Acaso he hecho algo mal? ¿Te he defraudado, hija? Quiero que me seas sincera...; es como si la relación entre madre e hija que habíamos forjado durante todos estos años se estuvieran hiyendo por el desagüe por simplemente una mala acción de la otra.

» ¿A dónde se ha ido la niña que le contaba todos sus problemas a su madre? ¿Qué se desahogaba sin que yo tuviera que sentarla en mi pierna y preguntarle la razón de sus lágrimas? ¿A dónde se ha ido mi niña? ¿La que sonreía aun cuando el mundo se caía en pedazos sobre ella? ¡La quiero devuelta! –se acerco a mi y me agarro por las mejillas con delicadeza; su voz ya estaba rota para aquellos momentos y las lágrimas habían dejado hipos como secuela–. No te estoy pidiendo que vuelvas a ser la niña que le contaba todos sus problemas a su madre..., simplemente te estoy pidiendo que no pierdas esa conección, no permitas que se rompa. He perdido a tu padre; no te quiero perder a ti. ¿Esta claro?

Abrí la boca para decir algo, mas no salio nada de ella por lo que la tuve que cerrar instantáneamente. Ella sonrió compresiva y, subió las escaleras a paso lento, tal vez esperando una contestacion de parte mía que (por culpa del shock) no pude dar.

¿De verdad así se estaba sintiendo mi mamá? ¿Creía que estaba molesta o dolida por algo que ella había hecho? ¡Pero si era le mejor madre que podía existir en este mundo! ¿¡Cómo podía creer que me habia hecho daño cuando lo único que ella estaba haciendo por mi era darme felicidad, buenos consejos y siempre alentándome cuando las cosas se ponían feas!?

Estaba segura de que ya nada faltaba en mi vida que, porque mi novio se haya ido detras de su hermano ese no es motivo para tratar de quitarme la vida..., como en un pasado lo había intentado.

Suspire y comencé a subir las escaleras en dirección a la habitación de mi madre cuando, la encontré entreabierta y se escuchaban sollozos provenientes del interior de esta; volví a suspirar. Esto tal vez iba a ser mas difícil de lo que creía. Si algo me había encargado de guardar perfectamente durante estos años habían sido los sentimientos, como Amy me había dicho: "Los sentimientos son una arma de doble filo, Cream. Cuando menos te lo esperas, recibiese una apuñalada de la persona a la que le entregaste tu mas preciado objeto: tu corazon. Ya sea en la espalda o en el pecho; siempre recibirás una apuñalada. Por ello, sé segura y precavidas cuando lo vayas a entregar a aquella persona que crees que se lo merece... Piensa bien y conocelo a fondo, porque... Puede que mas tarde te arrepientas de tu decisión". Tal vez el golpe que ella había sufrido la habia hecho ver la vida y al mundo con otros ojos... La admiraba. Admiraba la forma en que daba a conocer sentimientos y sensaciones farsas, confundiendo a las personas superficiales, pero... No a aquellos que habían experimentado al amor en carne propia ta que se podía ver el dolor y la soledad reflejaba en los ojos de aquella hermosa y rota eriza. Si un día yo queria parecerme a alguien, era a ella. La manera tan ruda que se enfrentaba al mundo sin importarle las consecuencias...

En ello se parecía a su amado; creo que por ello se enamoró de él... Porque de sería identificada con él, ademas de que había comenzado a detienes cosas por él a lo largo de los días, meses...

–¿Mamá? –cuestione a la misma vez que tocaba la puerta, pero con mi peso (sin querer) la abrí–. Mamá, no llores... No fue mi intención hacerte sentir mal... –susurré al verla arrodillada junto a la cama y escondiendo su rostro entre sus brazos que se encontraban flexionados sobre el colchón de la cama–. Jamas harías algo de lo que me avergonzaría, es mas, soy yo la que vive con ese temor cada día. El de avergonzarte porque... –mire hacia la ventana mientras hacia remolinos en su espalda–, tu has hecho todo por mi; no te dejaste vencer cuando te enteraste de la muerte de tu esposo, el mismo día que le ibas a decir que estabas embarazada... Soy ya la que teme avergonzarte. Has hecho tantas cosas por mi que... No sé como agradecerte.

» Y, no es que no quiera contarte lo que me sucede sino..., es que quiero aprender a ser dependiente. No es que estés estorbando en mi camino, simplemente que no quiero recibir ayuda de nadie, quiero vencer esto por mi misma.

Ella me miro con sus ojos mieles rojos e hinchados por las lágrimas... Se me partió el corazon al ver así. Tan rota y dolida. ¿Cómo podía atreverse a pensar que yo seria capaz de avergonzarme de la maravillosa madre que me habia sido otorgada?

» Vamos... –sonreí y ella me miro con el ceno fruncido–. ¡Arriba! ¡Que te ves horrible llorando! –grité sonriente y, luego ella rió–. ¡Hoy nos vamos de compras! Tenemos que distraernos un poco, creo que mucho trabajo y estudios nos han estado estresando en estos días... Merecemos una salida, ¿no?

Ella asintió limpiando las lágrimas con el dorso de su mano mientras tiraba de ella hacia la puerta.

Hoy iba a rememorar todos los momentos que habia tenido junto a mi madre... Ni importaba que.

–Valora lo que tienes, pequeña, porque no sabes cuando lo puedes perder.

Aquel erizo podía ser charlatán, estúpido e imbécil, pero siempre estaba dando buenos consejos. Consejos que desde ahora en adelante los iba a emplear en mi vida.

Gracias, Mephiles...

Lamento hacerlo muy corto, pero es que no se me ocurría nada mas de parte de esta conejita que ha cambiado por completo... Ademas, me gusto mas darle esta final que cualquier otro.

¿Qué pasará con el amor que se tiene Mephiles y Cream? ¿Prevalecerá o se perderá en la oscuridad como un viejo recuerdo?

Para los que estuvieron fe acuerdo con la novela de Mephiles y Amy, ya la estoy escribiendo. Lo mas probable es que la comience a subir luego de acabar Heart's.

También quiero que pasen por Lados Oscuros. Tiene shadamy, pero quiero decirles desde ahora que no es la pareja principal. Aunque creo que con solo mencionar que tiene shadamy muchas fe ustedes irán a leerla, ¿o me equivoco?

Me gustaría que lo hicieran...

Chao
Ash.

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