£ Sola £
Narra Skylar
Vi como golpeaban a Lance con el mango de la espada. Trate de soltarme, pero solo consegui que me pusieran sobre el hombro de un caballero.
Me llevabaron a travez de los pasillos para luego llevarme escaleras abajo. Entrando a la oscuridad de las mazmorras. Ya no me importaban a donde me llevaban. Unas antorchas iluminaban solamente las escaleras. Como los caballeros llevaban antorchas iluminaban el camino hacias las mazmorras.
Muchos reos se acercaban a las rejas y me decian cosas obsenas.
Estaba llorando. El caballero me dio una nalgada.
-Deja de llorar.- gruño y me avento a la mazmorra del final, que estaba vacia.
Tenia mucho miedo. Me sente en una esquina frotandome los brazos para entrar en calor.
-¡Mera, preciosura, pasa por aqui para darte amor!- grito uno de los reos y los demás se echaron a reir.
Una lágrima bajo por mi mejilla seguida de más.
-No llores, linda.- me dijo Skaar tratando de consolarme.
-Me van a violar, Skaar Y quien sabe que le van a hacer a Lance.- solloze más.
-Nadie te va a tocar mientras yo este aqui y a Lance, tranquila, él se sabe defender.-
Iba acontestarle cuando un caballero abrio la reja con un mirada lujuriosa. Me sonrio levemente para ni que "calmarme".
-Tranquila, no dolora nada.- dijo cerrando la reja detrás de si.
Esyaba asustada y él hombre comenzo a tocarme la mejilla.
-Sk-Skaar...- balbucee.
El caballero se trepo encima de mí y veia como una neblina azul salia de mi collar formando a Skaar detrás del caballero para que este no se diera de cuenta.
Metio su mano en mi muslo y yo sollozaba cuando alzo la cabeza fue devorado por Skaar para no dejar pistas.
Cerre mis ojos mientras escuchaba el crujir de los huesos de él. Luego senti algo suave jalarme. Abri los ojos y vi la imponente ala de Skaar jalarme hacia él y acostarme junto a su lomo. Limpio mis lágrimas con su hocico.
-Tranquila, todo estara bien.- me susurro a la misma vez que cubria mi cuerpo con sus plumas y su cola.
Queria salir de alli, queria volver a casa, que esto solo fuera un sueño, pero era la cruda verdad. Estaba en unas mazmorras donde han intentado violarme y en donde tienen a mi amado en una habitación de la reina. No se que ella le estara haciendo allá. Volvi a abrir mis ojos que no me di ni de cuenta cuando los cerre y vi los ojos amarillos de Skaar y su cuerpo rodeado por una capa blanca que brillaba.
-¿Que es eso?- le pregunte en un susurro.
-Asi la reina no me vera cuando venga a chequear si de verdada te han hecho algo. Acabo de tirar la ropa del caballero por la ventana, yu simplemente di que el escapo y asi sucesivamente con todos los que vengan. Acabare con todos y podremos salir de aqui, los tres. Juntos.-
Le sonrei y me acurruque mas contra él. Mi dragón azul. Lamio mi frente y reposo su cabeza en mis piernas.
Narra Lancelot
Desperte en una habitación lo bastante grande. Mi espalda ardia.
Me incorpore lentamente escuchando el crujir de esta. Habia una cama king en el medio, una alfombra a los pies de esta de colo verde, muchos cuadros de los antiguos reyes de Antorchas, un espejo en donde tenia todos sus perfumes y el maquillaje, un armario en donde deberia estar esos horribles vestidos que usa, la zapatera y un montón de otras cosas que no hacen falta.
Rose...
Era lo único que mi mente repetia. La habian llevado a las mazmorras, pero ¿en donde se quedaba eso? ¿Estaria en el palacio?
Espero que Skaar la cuide bien porque estar dentro de este palacio es como entrar en un bosque donde lo único que viven son animales salvajes que te devorarin sin piedad.
La ira me flue por las venas. Esa maldita habia dicho "vamos a ver si con cada caballero que te viole seras feliz". Ella mas que nadie sabe el trauma que puede tener tantas violaciones.
Ella era violada por su padre, tio y primo siempre que a ellos le daba la regalada gana. Su madre no le quiso creer hasta que esta cayo embarazada y regalo al bebe a unos Atheneanos que iban pasando por alli. Ellos lo recibieron con gusto teniendo la obligación de nunca hablarles de ella ni por más que le dijeran al niño que no se parecia a sus padres.
En eso la puerta se abre y Loweyn entra con una estupida sonrisa plantada en el rostro. Me dan ganas de quitarsela a los puños.
-Hola, querido.- dijo dando unos pasos hacia mí, los mismos que yo di hacia atrás.
-Yo no soy ni fui ni sere tu amado asi que metetelo en la cabeza hueca qie tienes.- gruñi. Le habria dicho de cinco cuatro palabras malas, pero por la seguridad de Rose, no lo hacia.
-¿Que es lo que tengo que hacer para comquistarte?- pregunto con un tono dolido.
-¿Que es lo que tienes que hacer? Dejar se hacer el daño a otras personas. Esa muchacha no te ha hecho nada a ti ni a mi ni a Antorchas. Todos aqui sabemos, no se si tu lo sabes, pero esa niña fue rechazada por la realeza. Ella carecio del amor de padre, tios, primos o lo que sea.-
-Tu sabes muy bien cual es mi historia, Lance.- dijo.
-¿Y por tu pasado tienes que hacer que los demas sufran? Cuando dejes de hacer daño, tal vez solo tal vez me fija en ti.- dije volteandome de perfil... Aunque mi corazón le pertenezca a otra.
-¿Conociste a otra no?- pregunto.
-¿Si lo sabes para que preguntas?-
Me dio una bofetada que dolia, pero no tanto como ardia mi espalda. Matuve mi rostro de lado, esta acababa de sentenciar su muerte.
-Pagaras muy caro por haber roto mi corazón. Igual que aquella chica que esta en las mazmorras.- dijo con una sonrisa. -¡Caballeros!-
Cuatro caballeros aparecieron por la puerta.
-Al menos dejela que trabaje de mayordoma, reina Loweyn.- le dije. -Tu mas que nadie sabes el dolor que es ser violada. Si pasasto por ello fue para que no dejaras que otras personas lo vivieran en tu reino.-
Loweyn bajo la cabeza y asintio.
-Saquenla de las mazmorras. A ella la perdonare, pero a ti...- dijo fulminandome con la mirada. -... pagaras por mi corazón. Caballeros, llevenlo a la celda y denle con latigazos.-
-¿Cuantos, mi señora?- pregunto el más alto.
-Eso los dejo a discreción de ustedes.-
Dicho esto me cogieron por los brazos y me sacaron de alli hacia las celdas o como yo le decia cuando yo era uno de los que golpeaba "La celda del Dolor".
Narra Skylar
Otro guardia aparecio y sus manos le temblaban mientras trataba de abrir la reja.
-La reina la ha liberado de este castigo, pero sera mayordoma.- dijo en un susurro el caballero abriendo la reja. -Sal ga para darle su ropa.-
-Skaar, ¿estaras conmigo?-
-Siempre, pequeña.- dijo y se envolvio en otra capa para que el caballero ni nadie lo pudieran ver, mas sim embargo, yo si.
Me sacaron de alli y Skaar camimaba detrás de mí mientras nos llevaban a no se donde.
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Me encontraba limpiando las alcobas con la atenta mirada de Skaar en mí. No habia mentido en no dejarme. Luego tenia que limpiar la mesa en donde la reina comia con sus invitados.
Termine la última y me encamine con Skaar siguiendome atrás. Cambie el agua, le eche el detergente, mi frente estaba cubrida con una capa de sudor que hacia que varios de mis flecos se adirieran a mi piel. Fui a la mesa y comence a limpiarla.
Cuando estaba apunto de terminae vi una pequeña manita tratar de coger una manzana del recipiente.
Me doble un pocp y pude ver unos ojos violetas identicos a la reina lo único que piel tenia uno que otro tono azul por lo negra que era. Se asusto al verme y se acurruco en una esquina. Comence a escuchar el sonido de tacos chocar contra el suelo, pero no me importo.
Cogi una manzana y camine lentamente hacia el niño.
-Toma.- le dije.
Me miro por unos minutos y extendio lentamente su mano hacia mí. La cogio y le dio una morida sonriendome.
-¿Como te llamas?- le pregunte cariñosamente mientras me sentaba al lado de él.
-Me llamo Muz, ¿y tu?- dijo con la boca llena por la comida.
-Amelia, pero me puedes decir Amy. ¿Que haces por aqui solo?-
-Mi mamá no me deja ver a los mayordomos o los caballeros y mucho menos los reos, pero a veces se olvida de llevarme comida y por eso me escapo a buscar.- contesto con una mirada triste. -¿Te puedo decir "Ángel"?-
-Claro.-
Iba a preguntarle que quien era su madre cuando una potente voz me sobresalto.
-¡¿Que crees que estas haciendo?!- grito una voz femenina.
Me voltee y vi la reina con una mirada furiosa. Me sobresalte y choque contra la pared. Estaba asustada.
-¡Alejate de él!- grito y corrio hacia el niño mientras yo me alejaba lo suficiente para no estar cerca.
-¿Mama, porque le hablas asi al ángel?- pregunto Muz un poco timido.
¿Mama?
-¿Acabas de decir ángel?- pregunyo la reina mirandome fijamente.
Muz se alejo un poco de mí y toco mi hombro y yo chille de dolor. Muz se asusto y unas cuantas lágrimas se acumularon en sus ojos.
-Tranquilo, estoy bien.- dije con una mueca de dolor. -Solo fue un golpe. Ve con mama.-
-Hablale como una sirvienta lo hace a su amo.- rugio la reina.
Asenti. ¿Asi de hullimados es que se siente los mayordomos cuando los obligamos que nos digan "realeza, "su majestad", "mi reina", o "princesa"?
-Su majestad, estare bien no debe preocuparse.- gruñi. -Vaya con du madre yo... terminare de limpiar esto.- dije volteandome y limpiando la mesa mientras mi espalda ardia.
-Vamonos, cariño.- logre escuchar y luego unos pasos alejarse.
¿Porque no dejaba que él sociliazara con las personas que trabajaban en el palacio? ¿Porque lo mantenia encerrado como si fuera una mascota?
Termine de limpiar la mesa y me recoste de ella. Mi espalda ardia al igual que mi cintura, ¿que rayos pasaba?
Estaba a punto de ver que era lo que tanto me caudaba dolor cuando un caballero entro.
-Necesitamos que cambie las sabanas de la habitación de la reina.- me dijo mientras me cogia por el brazo y me arrastraba. -Pero asi vestida, no lo hara.- gruño.
Mire mi vestido. Admito que estaba muy desgastado y suscio, pero era algo comodo para mí. Me llevo a una habiyación y comenzo a rebuscar entre los cajones hasta sacar un traje gris, horrible.
-Este.- dijo tirandolo a un lado de mí.
Gruñi. Lo cogi del piso y él se cruzo de brazos en la misma posición que estaba.
-¿No se ira? Necesito privacidad.- gruñi nuevamente.
-Usted es una simple mayordoma, no veo el porque necesita privacidad si aqui no es nadie.- sonrio de lado.
-Pues, tendra que quedarse todo el día ahi porque no me voy a vestir con su asquerosa presencia.-
Una bofetada no tardo en aparecer en mi mejilla.
-Tengame respeto que puedo ir donde a la reina y decirle que es una ofrecida.-
-No creo que lo necesite.- dijo una voz en la puerta.
Esta se abrio lentamente y se dejo ver Muz con la reina. Ella fulminaba a el caballero con la mirada mientras Muz estaba desesperado en soltarle la mano a su madre y correr hacia mí. EL caballero bajo la mirada.
-¿Necesita algo, su majestad?- pregunto.
-Necesito su trasero en las celdas, hay un erizo que acaba de ser torturado y este no tiene las fuerzas para levantarse.-
-Como ordene.- dijo haciendo una reverencia y se fue.
Desvie mi mirada y una lágrima bajo por mi mejilla.
-Oh, no llores, ángel.- dijo Muz. -No es tan malo estar aqui, ¿verdad, mami?-
-No.- dijo atonita mirandome.
-No es eso, su majestad. Yo solo queria hacer una...- comence mirandolos. -Olvidenlos. No quiero molestarlos con mis problemas.-
No deje que ninguno contestara y me adentre a la puerta que quedaba cerca. Era el baño, pero... mala suerte... No habia espejo. Me desprendi del traje y me puse el gris.
Peine un poco mi pelo aunque este solo se erizo más, levantandose. Solte un bufido, no iba a funcionar. Sali y los encontre parados en la habitación. ¿Que es lo que quieren?
-¿Hu? ¿Puedo servirles en algo, su majestades?- pregunte timida.
Ambos me miraron. Tenian la misma intensidad de la mirada. Si la reina no tiene su rey, ¿quien es el padre de este niño?
-Necesito que...- dijo, pero por primera vez vi como sus ojos se volvieron cristalinos en tan solo segundos.
-No llore.- le dije.
Quise acercarme, pero un gruñido proveniente de Skaar me detuvo a hacerlo. ¿Desde cuanto llevaba ahi? Di un paso hacia atrás.
-Todo estara bien.- le dije. -Muz, ¿porque no me vas a buscar una toalla al baño?- le pregunte.
-¡Claro!- grito el niño de cuatro años y aproveche para acercarme a su madre con los gruñidos de fondo de Skaar.
-Usted es una reina, su reino la necesita, su hijo la necesita...-
-¡¿Que es lo que necesitas del baño, Ángel?!- pregunto asomandose en la puerta.
-Las toallas, estan en los gabeteros.- centre mi vista nuevamente en ella. -Se que no soy la persona ideal para dar consejos, pero las cosas pasan por algo y si le fue brindado un hijo a esta edad, es para que sea más fuerte d elo que es. Duele ser abandonada por tu familia, lo entiendo, pero no le demiestres lo mismo a su hijo, su majestad. Y... ahg.- dije tocandome la espalda. -Y... y siga hacia adelante.-
-Tome.- me dijo Muz poniendo la toalla en mi campo de visión.
La cogi y con ella le seque las lágrimas a la reina.
-Ahora me tengo qye ir ya que tengo ordenes de cambiar unas sabanas.- dije y sali lo más pronto de alli.
Sentia que iba a estallar en cualquier momento. Camine por los pasillos hasta que un nombre me llamo la atención.
-Lance, estas mal.- le dijo una voz más progunda y ronca.
-No lo estoy, mierda...- gruño.
Sus tipocos gruñidos.
-Dejame curarte.- le pidio. -La reina no se enterara.
¿Curarlo?
-Claro que se enterara, ¿no entiendes que esa bruja tiene oidos hasta en las paredes? Solo espero que...-
-Si vas a hablar de la chica, ella esta bien. La reina te hizo caso y la saco de las mazmorras para ponerla como mayordoma. Veo que esa la rein Loweyn esta muy clavada por ti... ¡Auch!- grito. -¡Solo decia!-
-Pues, no lo hagas.-
-Ninguna chica caera rendida a tus pies si sigues con ese humor de perros... ¡Carajo! ¡Calmate, hombre! Ese lanza chaos es muy fuerte.- susurro.
-Callate, que nadie puede saber lo que corre por mis venas también.- le advirtio. -Ahora vete. Antes que ella se entere que estuviste más tiempo de lo concebido aqui.-
Me aleje de esa puerta y segui el camino hacia la alcoba de la reina con una sonrisa plasmada en mi rostro, sintiendo las pisadas de Skaar detrás de mí.
-No debio mostrarse debil ante ella.- me dijo.
-Yo no soy asi, Skaar.- dije abriendo la puerta que decia "Loweyn Black".
-Pero recuerde que esta entre las garras y el abismo al igual que su caballero.-
-¿Que él tiene que ver en esta conversación ahora?- pregubte serciorandome que nadie escuchara.
-Es obvio... Estamos en el palacio de una loca que esta obsesionada de él. Si se entera que él fue el que le quito su vieginidad... Creo qye botara humo hasta por las orejas... Literal.-
-Tampoco es para tanto.- dije quitando las sabanas cuando el dolor comenzo en mi hombro.
Iba a caer de bruces en el suelo cuando vi las potenyes patas de Skaar posicionarse debajo de mí y atraparme en la caida. Rasgo el traje en mi espalda y senti como su lengua fría, lamia mi piel.
Lo veia un poco nervioso y temblar atravez del tacto o por lo que sea que haya en mi espalda.
Al primcipio dolio, pero despúes comenzo a bajar hasta que Skaar se canso de lamer.
Me levante y saque mi cabeza por la puerta logrando ver una mayordoma con un carrito con algunos platos.
-¿Podria traerme un vestido?- le prehunte y esta se volteo.
-Oh, claro, linda.- dijo y entro en una de las habitaciones.
¿Que rayos hay en mi espalda y que tiene todo el mundo con llamarme linda? Bufe. Odiaba esto.
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