Narra Shadow

Habia pasado una semena de mi supuesto accidente en Northamer, otro planeta y mi familia no paraba de viajar hacia allá. Simplemente no me acordaba de las cosas recientes que habia hecho.

Siempre que respiraba mis pulmones sentian que faltaba algo en el aire.

Pero, ¿que?

¿Mi verdadero nombre es Shadow Lancelot? ¿Y quien es esa eriza rosa de ojos jade? Solo recuerdo de toda mi vida como ella y yo jugamos de, ¿chiquitos? En una casa.

-Lance.-

Escuche que me llamaban y me voltee. Era Lewis.

-¿Que quieres?- pregunto cortante mientras miraba hacia el horizonte.

-Nunca cambiaras, ¿eh?- bromeo. -Solo venia a decirte que tus familiares han llegado.-

Asenti mientras lo seguia por los pasillos del castillo. Se decia que yo habia negado a la reina en mi última venida y que fui cruelmente torturado.

-Lewis, ¿es verdad que regrese?- pregunte fulminando a las personas que me miraban raro.

-Si y igual regresaste con una hermosa erizo de ojos jade.- se rio. -No dejabas que nadie la tocara y ella nunca se despegaba de ti.-

-¡Lance!-

Ambos volteamos y vimos a un camaleón correr hacia nosotros. Lewis estuvo a punto de sacar su espada, pero yo lo detuve.

-¿Quien eres?- le pregunte.

El me miro con el ceño fruncido.

-¿No te acuerdas de mí?-

-Si te pregunto es porque no.- gruñi.

-Crei que era mentira. Soy Lion, el que fue tu compañero de habitación cuando te toruraron.-

Mi cabeza comenzo a doler. Recuerdo que una mano tan fría que quemaba tocaba mis heridas, estuve a punto de rompersela cuando un chillido se escapo de su garganta y al voltearme vi esos ojos jade.

-¿Estas bien?- preguntaba Lewis.

-Si, ahg... Solo es un dolor de cabeza.- dije tratando de no hacer una mueca de dolor.

Ambos asintiero y me llevaron a donde estaban mis familiares.

-Lance, hijo, ¿como estas?- me pregunto mi abuelo.

-Bien.-

Note a Ikne un tanto triste y no dude en acercarmele.

-¿Que sucede, Ikne?- le pregunte parandome a un lado de él.

-No la vere hasta la semana que viene.- susurro.

-¿A quien?-

-Mi otra mitad.-

Suspire. ¿Porque tuve que perder la memoria? ¿Porque me olvide de todos ellos? ¿Tampoco me acuerdo de mi propia madre?

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Estabamos todos comiendo en el comedor tranquilamente de momento, comiezo a sentir como algo jala mi pantalon.

-¿Hu?-

Un niño con los mismo ojos de la reina Loweyn me miraba fijamente.

-¿Y ángel?- pregunto mirando por encima de la mesa.

-¿Angel?-

-La chica que vino contigo la primera vez, ¿ya la olvidaste?-

-Muz, Sir Lancelot no recuerda nada.- le dijo la reina tirando levemente de su brazo.

-¿Mama, ella volvera?- le pregunto mientras esta lo ponia sobre sus piernas.

-Le he dado algo de tiempo. Perdio a su tía en la tragedia que ocurrio en su mundo.- dijo con una sonrisa. -Pero nos prometio que iba a volver y que te iba a traer muchos cuentos, ¿no es asi?-

-¡Si!-

¿Porque todo el mundo la conocia y yo no? ¿Fui el único desgracaido que perdio la memoria?

Me estaba cansando de esta vida. Sabiendo que podria venir cualquiera y alterar mis recuerdos con una simples palabras. Saber que podria vemir cualquiera y usarme a sus antojos.

Me dolia saber que podria estar sufriendo una amada o que se yo por mi perdida de memoria.

Me dolia saber que mi madre murio y que yo no tenga ni un recuerdo de ella.

En eso senti como ponian una mano en mi hombro. Al mirar quien era me encontre con el rostro de mi padre sonriendome calidamente.

-La recuperaras. Ya lo veras.- dijo palmeandolo.

¿Seria verdad?

Me sentia como si me faltara algo, como una presencia, un olor, unas acaricias, unos mimos, unos besos o hasta unas simples palabras con esa voz. ¿Pero, que es o quien es?

Termine la comida y me dirigi hasta una de las torres a ver el sol ocultarse al final del horizonte aunque aqui fuera total oscuridad.

-No todo es dolor, mijo.-

Al voltearme vi a Vylon apoyandose en su bastón.

-Te estas alejando de nosotros, mi pequeño.- dijo parandose a mi lado.

-No lo tomes a mal, pero me siento imponente. Sabiendo que puede venir cualquiera y alterar mis recuerdos.- dije sin mirarlo mientras el viento sacudia mis espinas.

-Se que ese es tu miedo, por eso te tienes que dejar llevar por nosotros, por tus instintos.-

Suspire. Tenia razón. Nos quedamos en silencio viendo como el sol se ocultaba, ocultando consigo los últimos rayos de este.

-¿Me puedes describrir a mi madre?- esas palabras salieron sin permiso de mis labios. Tenia esa duda.

-Mirate en el espejo y tendras una imagen de ella.- dijo caminando hacia la puerta.

-¿Que?-

-Tienes sus mismos ojos.- y con esto desparecio por la puerta.

Volvi a mirar hacia al frente viendo como las estrellas comenzaban a tiritear en el cielo. Se que la vida es injusta, pero nunca pense que lo fuera tanto. Estaba como un libro que habian escrito en el, pero que habian arrancado sus paginas, sin saber su contendido, el desenlace que habia en la historia. Me dolia saber que hubo personas que participaron en mi viaje y ahora no podia ni darle un simple gracias... Sin saber si me enamore o no, si encontre mi otra mitad.

Por lo que he visto mi hermano la encontro en una chica de Northamer y que esa era una de las razones por la cual no dudaba en montarse en agarrar las manos de mi abuelo y padre. Ellos me miraban, pero yo temia con que podia encontrarme por alla.

Estaba corrompido y no encontraba mis piezas faltaban.

-«Vuelve pronto, Shadow.»-

Una voz tan dulce se escucho en mis oidos, pero cuando me voltee a ver si habia alguien detrás de mí, me encontre con nada.

Decidi volver a mi habitación en donde pasaba el resto del día pensando o que se yo, durmiendo. Y me encontre con mi padre sentado en la cama.

-¿Que paso, papa?- le pregunte sentandome a su lado.

-Toma.- dijo dandome algo. -Es lo único que tenemos de ella.-

Abri mi puño y me encontre con una foto de una eriza negra y de ojos rubíes con dos niños. Ikne y yo. Papa no salia.

-¿Porque tu no estas en la foto?- le pregunte confundido.

-Porque cuando ella te tuvo yo estaba prisionero en Athens. En donde hace unas semanas me tope con ustedes.-

-¿Nosotros?-

-Si, Ikne lloraba mientras tu estabas desmayado en sus piernas. Te habiando golpeado, Lance.-

En eso me empezo a doler la cabeza. ¡Lo recordaba! Habia echo llorar a la eriza rosa de ojos jade.

-¿Quien es la eriza de ojos jade?- pregunte mientras golpeaba la almohada.

-Tenemos prohibido hablar de athenenos en Antorchas.-

-¿Y entonces como ella llego hasta aqui?-

-La reina la habia mandado a buscar junto contigo.-

-¿Conmigo? Pero, ¿yo siempre vivi aqui, en Antorchas, no?-

-No, tu y Ikne escaraparon. Lo demas dejo que lo recuerdes por ti mismo.- dijo levantandose para luego salir por la puerta.

Mire de nuevo la foto. La eriza sonreia felizmente hacia la camara con nosotros.

Entonces un recuerdo me vino de golpe provocandome un dolor horrible en la cabeza. Aquella eriza de ojos jade estaba haciendo el amor conmigo. Recuerdo sus facciones como si fuera ayer. Su boca ligeramente abierto cuando me introduci en ella.

-¡Mierda!-

Eche la cabeza hacia atrás. ¿Porque esto me tuvo que pasar? No se si era verdad, pero su rostro era como si hubiera pasado eso. Tengo que buscar respuestas... Sea como sea, pero las tengo que buscar. No puedo dejar esos recuerdos vagar sin ser vistos por ahi, tampoco puedo estar preguntandole a cualquiera. ¿Una eriza de ojos jade, eh? Al menos se su fisico. Recordarme de esos ojos jade me roban el aire, me hacen suspirar profundamente.

Creo que es hora de averiguar quien era el viejo Shadow Lancelot hace unos meses o semanas atrás.