𝘁𝘄𝗲𝗹𝘃𝗲. the road

❪ pre season 3 the walking dead ❫

012. ┊໒ ⸼ | 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗧𝗪𝗘𝗟𝗩𝗘 | 🐝•˖*

❛ 𝗍𝗁𝖾 𝗋𝗈𝖺𝖽 ❜

Conducir hacia la carretera no les había ofrecido un mejor panorama a aquel pequeño grupo que había logrado escapar del infierno en el que se había convertido la Granja de los Greene.

Alaska fue la primera en bajar del auto, corriendo hasta llegar a un vehículo abandonado. Ella trepó hasta quedar por encima de la cabina del conductor, y desde ahí comenzó a mirar a todas partes, pero no había ni un solo rastro de vida.

─ No nos pudieron dejar, ¿verdad?

Balbuceo la menor, mientras Glenn y Brooke terminaban de bajar, notando como era cierto que no había nadie aquí. Ni una sola pista de vida humana, y solo se encontraron con sangre en el piso y varios autos abandonados, lo que ciertamente no pensaron encontrar, porque kilómetros atrás, cuando se acercaban, lograron escuchar el motor de una motocicleta, y pensaron (erróneamente) que era de Daryl Dixon. O tal vez sí lo era, pero ellos se habían tardado tanto que se había ido.

Glenn comenzó a sentir un poco de culpa. Él había intentado desviarse muchas veces, buscando un lugar seguro, al menos hasta que finalmente escucharon aquel ruido de motocicleta y decidieron llegar a esta carretera.

─ Estas parecen huellas frescas. ─señala Glenn, poniéndose de cuclillas y señalando un rastro en el suelo, el cual tenía un tono más oscuro.

─ Seguro pensó que no había nadie más vivo. ─dedujo Brooklyn, casi sin pensarlo. Colocó sus dos manos en las caderas y miró al frente, como si estuviera tratando de buscar algo en el horizonte, tal vez una pista que le indique lo contrario.

Alaska frunció el ceño, enojada. ─ ¡Leo no se iría sin buscarnos, y tal vez esta con Nirvana!

─ Bueno, así está tu gran hermano. ─rodó los ojos.

─ Brooke, él no se iría sin buscarnos, incluso cuando tú lo tratas mal ─suelta ella, con los ojos cristalizados. Primero, porque no le gustaba escuchar hablar a sus hermanos mal del otro, y segundo, porque cree fervientemente que su hermano es lo suficientemente fiel a la familia que no se rendiría sin antes buscar ─. Él nos buscaría. Lo sabes.

Brooklyn Miller estaba muy cansada. Tal vez no de su hermana menor, pero sí de la vida en sí. Se encontraba frustrada y enojada porque el lugar que ella comenzaba a llamar hogar se había reducido a cenizas y había sido invadido por caminantes. Es por eso que medir sus palabras no era algo que podía hacer por ahora.

─ Tienes una idea muy equivocada de Leonard. Él también era así conmigo; éramos inseparables, jugábamos, me consolaba... hasta que las cosas se pusieron feas y se fue, dejándome sola con todo. Ese es tu "gran hermano".

Termino de decir, mientras metía su cabeza por la ventana de uno de los autos, solo para ver qué cosa útil podía encontrar ahí dentro, y recién, comenzando a analizar la gravedad de sus palabras en una niña de diez años.

Alaska por su lado, solo se sentó en el borde de la cabina del auto, dejando que sus pies cuelguen mientras los movía de atrás hacia adelante, con la mirada fija en sus converse rojas, con un sentimiento extraño en el corazón. Porque aquella descripción que dio Brooklyn de Leo, no se acercaba ni lo más mínimo a su hermano mayor. 

Ella había creído erróneamente que todo el tiempo que habían pasado en la cabaña sirvió para que sus dos hermanos mayores se amisten, pero no era así. Incluso puede que detrás de todo ese odio hay una historia entre ellos que nunca contaron.

─ De todas formas creo que debemos buscar a nuestros hermanos, a papá, al resto del grupo ─comentó Alaska ─. Hicimos amigos ahí. Los Greene eran nuestra familia.

─ Ella tiene razón. ─coincidió Glenn.

─ Mejor busquemos donde pasaremos la noche. 

─ Brooklyn, son como las nueve de la mañana. Tenemos tiempo de buscar al grupo, fijarnos en los alrededores. No pueden estar tan lejos. Daryl no pudo arrancar y llegar a Japón en media hora.

Puntualizó Glenn, quien al parecer no estaba dispuesto a escuchar opiniones, pues giró sobre sí mismo, colgándose la escopeta en el brazo. A paso firme, se adentró en el bosque, pero al cabo de unos segundos se dio cuenta que las chicas Miller no lo seguían, así que desde su posición, grito:

─ ¡¿Qué esperan?! ¿¡Que las lleve cargando?!

Alaska bajo del auto de un brinco, Brooklyn salió de un auto que estaba investigando. Ambas aceleraron su paso y terminaron llegando hasta Glenn, quien aún no comprendía como logró convencer a dos chicas tercas.





















Leonard Miller estaba caminando con un rifle en mano, estaba atento a cualquier señal de peligro a su alrededor. Su audición estaba enfocada en captar cualquier movimiento, por más mínimo que sea, porque de eso se trataba la casa. Incluso cuando concentrarse era una tarea un tanto complicada, y más por su acompañante.

Nirvana estaba hablando de una banda de rock (o varias, era muy confuso). Ella contaba la historia de como empezaron a crear canciones, su discografía, e incluso que significaba el título de cada álbum. Sin embargo, su hermano mayor no prestaba atención a nada de eso. No porque no le importara, sino porque se dio cuenta que no entendía nada. Incluso se cuestionó si eso era más confuso que las explicaciones que le daba Alaska sobre cada criatura que aparecía en la caricatura "Coraje, el perro cobarde".

─ Sabes, Leo ─mencionó Nirvana, quien codeó juguetonamente a su hermano mayor mientras avanzaba, para que así despegará la vista del frente por unos segundos ─. Nunca creí que diría esto, pero: es bueno que estés aquí. No creí que me caerías bien.

─ Crecimos juntos doce años, ¿acaso ahí no te caía bien?

─ Bueno ─se encogió de hombros ─, te fuiste. Y en la casa había un club anti-Leo. Teníamos camisetas y hacíamos nuestras reuniones todos los viernes.

Trato de ponerle un poco de humor al asunto, porque lo último que ella quería es que todo esto se torne sentimental.

─ No debí irme.

─ Yo sé por qué lo hiciste. La verdad es que tampoco me hubiera quedado en la casa si hubiera sabido qué hacer con mi vida, y claro, si no hubiera sido tan pequeña en ese entonces.

Leo soltó un suspiro, continuando con el camino. Ambos habían recordado otra vez a su familia, y eso no era algo bueno.

Habían pasado unos días desde el incidente de la granja. Y claro que Leo y Nirvana buscaron a sus hermanas por los alrededores, incluso escribieron un mensaje en el vidrio de un auto diciendo que avancen al norte... pero no había rastro de ellas. Incluso fueron ayudados por Daryl Dixon y Rick Grimes, pero nada de nada.

La única esperanza era que Glenn Rhee estuviera con ella, pues el coreano tampoco había aparecido, y a palabras de Dixon: "Ese chino tiene agallas, no morirá tan rápido".

─ Es bueno tenerte aquí, hacemos un buen equipo cazando.

─ Si, claro. Yo te cuento qué significa cada canción de The Smiths y tú matas animalitos del bosque ─soltó con burla ─. ¿No te da miedo que algún día se revelen y te ataquen? Escuche que las ardillas son vengativas.

─ ¿Por qué las ardillas serían vengativas?

─ ¡Porque son malvadas! ─ella hizo que su voz saliera con un tono siniestro, acompañado de unos movimientos de manos y muecas extrañas.

El chico sonrió. Aquella acción le recordaba mucho a Alaska. Así que posiblemente la niña lo aprendió de Nirvana. Ya dicen que los niños copian lo que hacen las personas a su alrededor, así que su hermana menor era un poco de cada uno de sus hermanos mayores.

Nirvana decidió ser útil, volviendo a lo suyo. Tratar de llevar un arma no era algo que a ella le gustase, porque tenerla encima es como cargar un elefante que apretujaba su corazón a cada instante. Además, el olor a pólvora le resultaba desagradable, y se sentía muy incómoda la posición en la que debían ir sus dedos en el gatillo... gatillo del cual debía tirar alguna vez.

El solo pensarlo le hacía estremecer todo el cuerpo.

─ Puedes guardarla si quieres,  yo me estoy encargando ─ofreció Leo luego de un rato, observando como Nirvana se había quedado con la vista enfocada en su arma ─. Pero tendrás que acostumbrarte.

─ Alaska lo hacía parecer tan fácil.

─ ¿Siempre lo supiste? ─cuestionó.

La chica frunció el ceño. ─ Sí, cuando Brooke le enseñaba.

Se quedaron callados por un rato más, recordar a la familia era pesado en estos momentos, así que en lugar de recuerdos tristes, se encargaron en buscar un animal que sirviera para alimentar al grupo y a ellos mismos.

Nirvana seguía rehusándose a usar su arma, pero era muy buena siguiendo pistas, incluso cuando estas eran casi imperceptibles a la vista. Ella había sido quien viendo pequeñas huellitas, terminó llevándolos hacia un pequeño ciervo.

─ Les fue bien. ─señaló Rick, dejando una palmadita en la espalda de Leonard, quien dejó caer el animal en el suelo, frente al resto del grupo.

─ Nirvana lo rastreo. ─dijo, pasando su brazo por encima de los hombros de su hermana, atrayéndola hacia él en un rápido abrazo.

─ Las huellas era muy obvias.

La chica le resto importancia. Nirvana nunca se había considerado una buena Miller, ella era invisible a comparación del resto de su familia.

Brooke era la hermana mayor, siempre destacaba por sus notas y por hacerse cargo de la casa, incluso era reconocida por Derek Miller. Leonard era el único hombre, además que la hazaña de escaparse de casa era algo para recordar, no había mucho más que agregar ahí. Alaska era la menor de todos, la única rubia por su parecido al padre Miller, y pues, es una niña, siempre sobresale aunque no lo intente.

Nirvana no era nada de eso. No poseía las buenas notas de Brooke, ni era la responsable del hogar. No era hombre ni se había escapado de casa para perseguir sus sueños. Ni tampoco tenía otro color de cabello ni era la menor.

Era un fantasma. 

Nirvana quería mucho a Brooke, pero siempre fue la sombra de su hermana mayor, siguiéndola a todos lados, apoyándola en sus decisiones, incluso cuando estas muchas veces no eran las correctas. Sin embargo, siempre la va a querer. 

─ Yo me encargo.

Las palabras de Daryl hicieron que saliera de sus pensamientos, así que solo sonrió levemente, y se fue hacia un lado. Apoyó su espalda en un árbol y se dejó caer lentamente, mientras veía como Dixon destripaba al pobre animal.

─ Largo de aquí.

Travis se había cercado, y ante las palabras de Nirvana, se dejó caer junto a ella. Claramente, no le haría caso luego de verla en ese estado. Quizá sus pequeñas actitudes eran imperceptibles para el resto, pero no para él. En algún momento también estuvo en ese lugar, no sintiéndose suficiente en una familia que nunca lo noto.

─ ¿Por qué esa cara larga?

─ Es la única cara que tengo.

─ ¿Peleaste con tu hermano?

─ ¿Me dejarás en paz en un futuro cercano? ─preguntó con una falsa sonrisa en rostro.

Travis y ella nunca habían cruzado palabra alguna. Es decir, sí, en una que otra ocasión habían hablado por cortesía o algo parecido, pero Nirvana no consideraba que fueran amigos, así que no le quería contar nada sobre el plan que comenzaba a crearse en su cabeza desde que en la pequeña aventura con su hermano, recordaron a sus hermanas.

Así que para distraer un poco a Travis, soltó un suspiro.

─ Solo quiero que aparezcan mis hermanas, también Glenn. Él es un buen chico, no como otros. ─señaló con molestia, pero al fin y al cabo había respondido la pregunta

─ Deben estar juntos, ya sabes, estaban en la camioneta tratando de distraer a los caminantes, como tú y yo.

─ Eso no me tranquiliza. ¿Y Alaska? ─la preocupación invadió su ser, así que su plan cada vez sonaba más lógico en su cabeza.

─ No lo sé. ─murmuró con pena.

Ya había pasado mucho tiempo desde que llegaron a carretera y no encontraron a las personas del grupo que faltaban, incluso esperaron y las buscaron, pero nada. Andrea, Alaska, Glenn y Brooke habían desaparecido. Posiblemente estén muertas.

Claro que Leonard había buscado a sus hermanas, pero no había ni una sola pista de ellas. Incluso Derek Miller por un momento salió de su caparazón para intentar buscar a sus hijas, pero nada.

Después de eso, tuvieron que detenerse, porque llegó la noche. Rick Grimes se declaró a sí mismo líder del grupo luego de revelar la muerte de Shane. Ninguno de los presentes objetó ante ello, así que ahora todos esperaban órdenes nuevas para como seguirán.





















El grupo estaba durmiendo en la intemperie. Hicieron una fogata y las personas estaban durmiendo cerca de estar para obtener un poco de calor de las llamas del fuego. 

Los niños Grimes acompañados de su madre se encontraban durmiendo a un lado, encima de unas mantas que habían encontrado antes. Todos coincidían que Lori tuviera prioridad en algunas cosas, ya que se encontraba cargando en ella otra vida, incluso cuando su embarazo aún no estaba muy avanzado.

Maggie estaba apoyada en el tronco de un árbol, mientras Beth apoyaba su cabeza en el regazo de su hermana mayor. Y ambas hermanas Greene, eran protegidas por su padre, que estaba durmiendo con arma en mano para velar por la seguridad de sus hijas.

Leo estaba dormido, porque la noche anterior apenas había pegado el ojo por vigilar a los alrededores. Hoy en su lugar, aquel trabajo lo cumplía Daryl, y en parte Rick, aunque este último siempre estaba un poco en todo.

Nirvana fingió dormir. Y aludiendo que "estaba enojada con Leo", hizo una improvisada cama junto al sitio de Daryl. Espero a que la noche siguiera su rumbo, y cuando vio que ya la mayoría estaban dormidos, y que Dixon se había ido a hacer sus rondas, se levantó con mucho cuidado y dio marcha a su plan.

Se acercó a su hermano mayor, y entre sus brazos dejó una nota que decía:

El club anti-Leo solo funciona si están todos sus miembros y también sus defensores. Así que iré a buscar a la líder del club, y la defensora. No me busques, sigue tu camino junto al grupo, lo haces bien, y yo también lo haré.

- Nirvana Miller.

Tomó su arma y se mentalizó para tener que usarla. Ella ni siquiera sabía por dónde empezar a buscar, aunque tenía la ligera sospecha que tal vez sus hermanas tomaron el camino contrario al de ellos.

Antes de irse, le robo una caja de municiones a su hermano, para de inmediato adentrarse en el bosque, en dirección contraria a donde Daryl se fue, y claro, lejos de la vista de Rick. Ella era buena escabulléndose entre las sombras, y sus pasos eran como plumas, no se hacía notar.

Después de caminar por un rato, salió a carretera, desde aquí comenzaría su camino.

Colocó sus manos en las caderas, y se tomó un segundo para analizar exactamente en qué dirección comenzaría a caminar. No tenía un mapa ni nada por el estilo, así que debía usar los conocimientos de astronomía que tenía. Se podría guiar con las estrellas.

─ ¡Nirvana! 

Por un segundo creyó que era su hermano, pero la voz era muy diferente. Así que giró sobre sus talones, encontrándose con Travis Rhee, quien tenía una mochila en su espalda y su arma en mano.

─ Callate. ─soltó Nirvana.

─ Cenicienta huye a media noche, ¿acaso acabo tu hechizo y debes regresar?

─ Te odio.

Dijo, y luego siguió con su camino, esperando que en unos segundos el chico regrese por donde vino, dejándola en paz. Quizá incluso Travis ya alertó a Leo sobre su huida, así que pronto se encontraría así.

Debía ser más rápida, más lista y salir de aquí.

─ ¿Por qué te vas?

─ Porque...no te importa.

Nirvana no podía comprender por qué a él tanto le importara lo que hiciera. No tenía porque. No eran amigos, no eran familia, no tenían vínculo alguno. Incluso le resultaba molesto.

─ No has hablado con Beth desde la granja, y no quiero ofenderte, pero tú usas tu arma como yo uso tangas.

Nirvana frunció el ceño ante la última frase, aunque no se detuvo a pensar en ello. Y referente a lo de Beth, era extraño. Es decir, tenían una relación (o eso creía). Siempre se daban besos y demás muestras de amor, pero nada pasaba de las sombras. Nunca habían formalizado ni le habían dicho a los demás sobre ello.

Además, después de la muerte de Patricia, Beth tampoco se animaba a hablar con Nirvana, o así era como lo sentía esta última.

─ Mira, solo déjame ir contigo ─pidió Travis, dejando su actitud juguetona de lado ─. Hay una enorme posibilidad que Glenn esté con ellas, y él es mi hermano. Vamos por el mismo fin.

─ Tú no sabes si yo voy por mis hermanas.

─ Oh, claro, estás yendo a un concierto de rock ─soltó con burla ─. Por favor, no soy ciego.

Nirvana lo pensó por unos segundos. Tal vez una persona a la cual ofrecer a los caminantes por si tenían que huir podría resultar útil.

─ ¿No le dijiste a nadie?

─ No. Nadie sabe.

Señaló su espalda, y Nirvana notó como él traía una de esas metralletas que habían conseguido. Así que era verdad, él estaba listo para irse, listo para buscar a Glenn.

─ Bien, pero haces algo extraño, y juro que te doy un balazo.

Travis accedió.

Ambos jóvenes siguieron una ruta que Nirvana planteó. Caminaron por carretera hasta llegar a cierto tramo, y luego de ahí, entraron hacia un espeso bosque, su plan era regresar hacia la granja. Bueno, no como tal, pero sí ir en esa dirección, tal vez ellas (y posiblemente Glenn), tomaron la otra desviación de la carretera, y se fueron hacia el lado contrario.

─ ¿Cómo te diste cuenta? ─preguntó Nirvana, ya que Travis sabía cuáles eran sus intenciones.

─ Bueno ─hizo una mueca, mientras miraba el cielo lleno de estrellas ─. Yo también era invisible en mi familia. Muchos hermanos, vida dura. Con el tiempo aprendí a notar a gente como yo.

─ Glenn es un buen hermano como para no notar tu presencia.

─ Él no es mi hermano ─confesó ─. No de sangre, pero lo conozco desde que tengo memoria. Vivimos en el mismo barrio, y perseguimos un sueño de repartir pizzas quedándonos en un viejo apartamento. Cuando inicio el apocalipsis, intentamos buscar a nuestras familias... pero ya sabes... las personas mueren. Desde ahí estamos juntos, no le cuentes mi secreto a nadie.

─ Soy una tumba. ─prometió.

─ Y tú, ¿algún secreto de Estado?

─ Nada interesante. No hermanos secretos, ni nada.

─ ¿Qué hacías antes de esto?

─ Lo de todos ─se encogió de hombros ─, estudiar, buscar el secreto de la vida.

─ Suena muy aburrido.

─ Era un fantasma, era aburrida ─vio a Travis hacer levantar sus cejas, así que decidió revelar un poco más de ella misma ─. Tenía mi propia banda, me la pasaba dibujando, ayudando a Brooklyn, no hacía mucho.

─ ¿Y como se llamaba esa banda?

Nirvana lo miró por unos segundos, y no puedo evitar sonreír, aunque sea de lado. Travis en verdad parecía interesarse por algo que a ella le gustaba, eso se sentía bien, incluso le emocionó.

Nirvana y sus bananas.

─ Estás jugando conmigo.

─ No teníamos nombres, todos los buenos ya estaban ocupados.

─ ¿Solo tocaban y ya?

─ Sí. Yo escribía las canciones, mis amigos ponían el ritmo, y entre todos colaborábamos. Solo hacíamos presentaciones en la escuela, pero fue divertido.

─ Tú, chica, estabas viviendo el sueño de todo adolescente.

─ La verdad que sí, era bueno. ─soltó un suspiro.

Sin darse cuenta, ella y Travis hablaron por horas, incluso había amanecido y seguían contándose cosas o debatiendo sobre temas que solo ellos dos conocían. Les resultaba gracioso como durante todo el periodo que estuvieron en la granja se ignoraron.

Y es así, sin pensarlo, sin planearlo, se convirtieron en un dúo inesperado.







































▬▬ 𝗟𝗨𝗖𝗬'𝗦 𝗦𝗣𝗔𝗖𝗘 🐝

Travis y Nirvana

▬ With love, Lucy Rhee (Dixon)
palabras; 3478.

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