CAPÍTULO CINCUENTA
pov's baek narae

No sé porque quise leerla, o porque me dolió todavía saber que yo no era importante en aquel momento. Leer lo que JungKook le escribió estando conmigo era doloroso, mis ojos se llenaron de lágrimas.

' Querida Yuh Lima.

Aunque nunca he escrito una carta antes, y no tenga experiencia sobre expresar mis sentimientos en una, hoy quise hacerlo porque hace más de cinco meses dimos el primer paso para confesarnos, y es un día especial para tí. Ojalá todo fuera diferente, y pudiera gritarle al mundo lo mucho que te amo. Sé que también me amas, y por eso seguimos juntos.

Espero pases un muy feliz cumpleaños número diecisiete. Atentamente, Jeon JungKook. '

Destrozada gemi con pesar en medio del llanto, mis mejillas se volvieron rojas, enojada tomé los extremos del papel y lo destroce en mis manos, no me detuve hasta tener cada pedazo en el suelo siendo pisoteados. La foto de ellos dos juntos tuvo el mismo jodido final, quería romper todo sobre ellos, hacer lo que meses atrás no hice. Dejé la madurez, el razonamiento, y me volví una adolescencia despechada.

El ruido de un jadeo me hizo girar. La vi, y ella me vio de la misma manera.

—¿Qué hiciste? —cuestionó, tomó mi brazo para empujarme, quedando expuesto el desastre— ¡¿Qué le haces a mis cosas?!

Mechones de cabello quedan pegados a mi rostro húmedo debido a las lagrimas, quitandolos mi puño se cierra a tal punto que mis nudillos palidecen.

—¡¿No estás feliz?! ¡Me quitas a JungKook y ahora a TaeHyung! Realmente pareces una de esas perras con falta de amor paterno, buscando hombres que la amen porque su papi ni siquiera les interesa. —dándole en su punto débil, sonreí casi con gracia.

—Y tú eres una perra con falta de amor propio. —escupió— ¡¿Era esto lo que querías decirme?! ¡Bien, ya sabes que tu estúpido noviecito prefiero acostarse conmigo antes que contigo! Felicidades, eres otra mosquita muerta del montón.

—Lima, —fingiendo tranquilidad me acerqué a su rostro— no me preocupa que ustedes se hayan acostado, porque incluso ahora me sigue buscando, mientras que tú sigues sola pidiendo por favor ser atendida. —sonreí.

No soy la mejor diciendo palabras crueles para herir a otra persona, odio hacer sentir mal a otros. Es como si un demonio se hubiera apoderado de mí, y me hubiera dado un poder inimaginable para hacerle frente a mí hermana, sin dudas, mis palabras la hirieron, al punto en que molesta se abalanzó como una bestia sobre mi. Jamás le levanté la mano, ni siendo pequeñas de seis años negadas a compartir los juguetes, ni aunque me robaba los lápices nuevos, ni aunque se metió con mi novio. Pero estaba hecha un alboroto en la mente, así que me rebaje a su nivel y le di una golpiza en el rostro apenas mi cabello se deslizó en sus manos.

Tiro del mismo lo más que pudo, hasta que caímos al suelo y empezamos a golpearnos fuerte entre gritos dolorosos.

—¿Qué sucede aquí? —nos detenemos de golpe.

—M-Mamá… —sollocé, soltando los mechones rubios.

—

Narae no está acostumbrada a pelear ni insultar a otra persona, así que me identifico en ella jsnzjsj soy muuy mala devolviendo insultos