CAPÍTULO CINCUENTA Y OCHO
pov's baek narae

Nunca dije que no volvería a hacerlo, ¿Verdad? Así que no había una palabra que cumplir, tras colgar la llamada tire el móvil sobre el sofá, para mí fortuna cayó perfectamente entre los cojines. Lo tomé como una señal del destino, la cual con alegría me decía 'sigue', yo debía seguir con mis actos insensibles. Entré a la habitación de Lima con una gran sonrisa en mi rostro, sus ordenadas cosas no fueron tocadas, nada más que el último cajón de su tocador, ese era mi prioridad.

Abriéndolo, tome aire inflando mi angustiado pecho. Lo que buscaba estaba puesto allí, parecía ser muy valioso para Lima. Tomé la caja y salí.

Ni siquiera me importaba demasiado si estaban sus recuerdos más valiosos, o que tanto le dolería perder las últimas fotografías de su difunta madre. Yo bajé por el ascensor del edificio y fui a donde el portero se encuentra, con mi típica sonrisa lo vi.

—Hola, señor Kyu. ¿Podría tirar al contenedor vecinal esto por mi?

—Bien, no hay problema. Sólo porque se trata de tí.

El amable portero Kyun me conoce desde que tengo uso de razón, cuando mis padres trabajaban y volvía sola de la escuela con Lima él nos ayudaba a entrar al ascensor e ingresar la clave del apartamento. En ese entonces éramos dos niñas unidas, caprichosas y asumiendo roles en la vida que no nos correspondían. Sé que Lima luchó mucho consigo misma por ser adoptada, incluso hoy lo sigue haciendo, pero pese a saber de su dolor, me importa poco, y quisiera desaparecerla.

—Gracias, que tenga un buen día. —con inocencia marché, sabiendo que me volví una persona rencorosa, y que la Narae centrada en su propio mundo había sido corrompida por una sombra de inseguridades.

( … )

La mañana siguiente a esa desperté a la misma hora de siempre, anoche dormí antes que Lima volviera. Me pregunto dónde es que estuvo, ¿Acaso siguió con TaeHyung todo el día? Sonaba irreal, mi novio disfruta de pasar tiempo a solas, incluso conmigo es así, y Lima no podría cambiarlo. Hablar de como mi hermana se juntó con él a escondidas es extraño, pero no fantasioso, en cierto punto me estaba acostumbrado a los disgustos familiares.

Ojerosa, con labios resecos y ceño fruncido arrastre los pies hasta el baño principal. Ciertos sollozos provocaron que me detenga, y vi hacía su puerta; no me acerqué, seguí haciendo lo mío y me preparé para la escuela. El bálsamo labial fue colado con rapidez en la salida mientras que en la otra mano sostenía una dona rellena, sus gritos no cesaron en el tiempo que pasó.

Y un pellizco incómodo me hizo forzarme a no dar la vuelta.

A Lima no le importó todas esas veces que lloré, ¿Por qué a mí sí debe importarme? ¡Puedo ser más mala!

Ni siquiera me daba cuenta de mi propio enojo, si no fuera porque en vez de morder la dona, mordí el bálsamo estaria caminando a ciegas. El sabor artificial a fresa hizo que lo escupiera asqueada en medio de la calle.

Puaj.

— La Narae de este arco es una chica insegura, molesta y cegada de venganza. Quiere herir a las personas sin ver las consecuencias de sus actos.

— Aunque quiere una familia unida como antes, comienza a reemplantearze si eran 'unidos', pues siempre ha sido así, sus celos a Lima han estado desde su infancia, pero nunca se percató de ello hasta ahora, cuando las personas que más quiere la dejan.

— Narae aún tiene diecinueve años, y pasó por un engaño, además de ser comparada desde joven al lado de Lima. ¡Espero entiendan a donde quiero llegar! Nadie es perfecto y menos cuando estas tan herido, se debe madurar con el paso de los años ♡