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CAPÍTULO TREINTA Y SIETE
pov's baek narae
El discurso de la Directora Choi fue extenso, mayor a lo que creía posible, batió su récord del año pasado con dos horas y treinta minutos de una larga charla sobre sueños, metas y oportunidades en un país libre como Corea del Sur. Desde mi lugar podía ver a la distancia a Lima, ésta mañana se fue temprano, mamá me dejó un mensaje pidiéndome que me asegure que ella esté bien hoy, mi plan es no interferir, no haré el papel de chica buena, no cuando en cada oportunidad soy despreciada. Es mi hermana, la mantendré como eso, no como una responsabilidad en mi vida.
En fin, los amigos de la rubia son igual de idiotas que siempre, se sacaban fotos en medio de la charla, e imitaban los gestos de la Directora como burla a ella. Me sorprendió no ver a JungKook, durante el periodo de vacaciones no supe nada de él, vi un posteo de su madre donde se les veía en Canadá por Año nuevo, fue mi primer año sin él desde hace tiempo. No me sentí mal, pues TaeHyung estuvo ahí para mi, nos obsequiamos cosas en Navidad, y fueron momentos que nunca podré olvidar.
Cuando la charla termina, tome rumbo con las chicas directo a la pared a un costado de la salida, donde se colocan los salones y quienes conforman estos. Me hice paso entre la multitud de estudiantes desesperados para buscar mi nombre, repasé varias listas hasta que lo encontré: 3ro C, Baek Narae. Busqué los nombres de mis amigas en esa lista también, pero no los encontré, mi sorpresa fue que él estaba ahí. La única persona que no quería que esté. Jeon JungKook. En 3ro B, estaban todos ellos, mis tres mejores amigas y novio, además, Lima junto a un par de sus detestables amigos amantes de la ignorancia.
Suspiré.
¿Cómo me puede pasar ésto? Pensé que ya no volveríamos a estar en el mismo salón, y que si me esforzaba entonces ni siquiera me lo cruzaría en los pasillos. Conozco a JungKook, sé que no me va a dejar tranquila.
—Mierda. —murmuré.
—No es tan malo, cariño. —por detrás, el rubio toma mi cintura y coloca su barbilla sobre mi cabeza— Pasaré a buscarte en las horas libres, y almorzaremos juntos.
—Hum, aún así…
Pensar en que Lima estará en su mismo salón me causa un mal sabor en la boca.
—Todo estará bien.
Nos fuimos de allí para ver nuestros salones, y cuando atravesamos las enormes puertas del auditorio, pude ver sus ojos negros observarme desde la otra punta del lugar, me quemaba. Está solo, sin nadie, con una expresión llena de odio. JungKook siempre fue una persona carismática que lograba ser amigo de todo el mundo, tal vez nuestra relación hizo que los demás se dieran cuenta que clase de persona es en realidad, alguien insensible, con celos y envidia.
Lima no parece querer estar a su lado, no lo busca, ni le habla. Durante las vacaciones ni siquiera ha dado indicios de buscar estar con otra persona, se mantuvo en casa, no hablamos pero sé que tiene algo que la atormenta. Lo único que espero es que ya no busque a TaeHyung, porque esta vez no mediría mi accionar.
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