CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO
pov's baek narae

TaeHyung es alguien amable, la primera vez que oí sobre sus travesuras al lado del inseparable grupo de amigos, llegué a creer que era alguien estúpido. Eso cambió, me ha demostrado ser una persona diferente a lo que mostraba en el exterior, es dulce, atento, y… me gusta, lo vuelve más especial aún. No sé si sea correcto debido a la condición en que nos conocimos, pero, si mi novio me fue infiel con alguien de mi familia, ¿No puedo yo estar con quien era su mejor amigo? Oh, estoy dando muchas cosas por sentado, cuando ni siquiera sé si él siente lo mismo por mi.

Escuchando el ruido agitado de mi respiración, seguí corriendo a la estación de tren. El Kim se fue en cuanto vio a JungKook actuar romántico conmigo, no llegó a ver mi rechazo, debe pensar en que quiero darle otra oportunidad, no es así.

Diablos, odio correr.

¡¿Por qué debe tomar un tren tan lejos? De acuerdo, son cinco calles, aún así es bastante para alguien quien apenas se ejercita.

Hice dos pasos más, y ya estoy aquí. Entré sin siquiera pagar mi boleto, las puertas estaban por ser cerradas pero me avalance lo más rápido que pude al interior del vagón. Casi caigo, me enderecé enseguida. La mochila pesa más de lo que jamás ha pasado.

Vi hacía adelante. Una cabellera rubia recarga su cabeza contra la ventana, escucha música, como siempre.

Avancé hasta su asiento, tiene su costado vacío.

—Lamento lo que viste. —dije, me cuesta hablar bien. TaeHyung se dio la vuelta sorprendido.

—¿Viniste corriendo? —asentí— Mierda. —sonrió— No estoy molesto, entiendo que la historia entre tú y Jungkook es larga, debes tener muchos sentimientos por él todav…

—¡No es así! —negué repetidas veces— Ya no siento nada por Jungkook, lo juro. No hay forma de que lo nuestro vuelva a ser lo mismo después de eso, a mi… me gustas tú.

No me había confesado a una persona desde hace años, y se siente más vergonzosos que nunca. Puede que sea debido a la intensa mirada que me da, es inexplicable en cierto punto, nunca he podido adivinar lo que piensa, pero esta vez cambió la forma, de un segundo a otro sus mejillas se volvieron tan rojas como un tomate, balbuceo en lo que diría.

—Ah… —se quitó ambos auriculares, y los guardó dentro de la chaqueta que utiliza— esto es vergonzoso, Narae.

—Lo siento. —reí.

—Te quiero. —soltó a la ligera.

Las confesiones entre dos personas que se gustan son tan… difíciles, ambos miramos a un costado, dudamos en que deberíamos hacer. Bien, sentimos lo mismo. Es un jodido amor correspondido. ¿Qué significa?

Volvió a verme, mordiéndose el labio.

—¿Puedo…?

—Sí, puedes. —acepté su gusto por querer besarme.

Estoy un noventa por ciento segura de que TaeHyung tuvo muchas aventuras de una noche, novias a corto plazo y chicas en cualquier momento que lo admiran. Sin embargo, cuando me besa es como si yo fuera la primera en hacerlo sentir querido, me toma de tal forma que hace que quiera estar ahí eternamente. No hay muchas personas en el vagón, aunque nos observan negando. 'Los jóvenes de hoy en día.' Sí, me gusta ser ese tipo de parejas, la que puede mostrarse al público, donde no soy rechazada.

Me toma, y me causa cosquillas en el estómago.

¿Qué haré con tanto amor?

— ¿Qué les pareció hasta ahora? ¿Y qué esperan de la segunda parte?