CAPÍTULO VEINTIOCHO
pov's baek narae

Para nadie es sorpresa que haya terminado con JungKook, y decir las razones ni siquiera eran necesarias en el momento que mis amigas se acercaron en busca de declaraciones. Apenas la campana sonó, el rubio se fue del salón junto a otro cúmulo de personas no gratas; Yui, Jian y MiYoon se sentaron alrededor de mi pupitre con unas expresiones hambrientas por información, exhale el aire retenido. Pensé que pasaría muchísimos años con mi novio, me ilusionaba la idea de ser 'eternos' en el tiempo, de permanecer unidos pese a todo. No era más que una cruel fantasía en mi cabeza. Aún no le he dicho a mis padres sobre la separación, tengo miedo de decir que Lima fue la causante. ¿Cómo reaccionarían?

—Eso fue muy loco. —dice MiYoon— JungKook estaba a punto de golpear a TaeHyung.

—¡Nunca escuche a TaeHyung decir más de dos palabras juntas en una misma oración! —comentaba extasiada Jian.

Sonreí triste— Él es un chico genial, solamente es tímido.

—¿Está enojado contigo? —Yui sostiene mi mano, le preocupa que debido a JungKook o Lima mi relación con TaeHyung se torne incómoda. Ladee la cabeza, no sé si 'molesto' es la palabra, tal vez es… confundido— Habla con él, se nota que tienen chispa, Narae.

—Iré a buscarlo. —me decidí— Vamos juntas a casa hoy, ¿Bien?

Las tres asintieron a mi petición, y tras agradecerles sus palabras de aliento corrí por el pasillo en busca de su larga figura y cabello rubio. Doble en la esquina, y salí a los pasillos del exterior, pero entonces no fue necesario continuar con la búsqueda porque él estaba ahí, con sus auriculares de bluetooth y mirando el paisaje, observa la cancha donde sus ex amigos juegan fútbol. El recuerdo de esa primera vez que me ayudó cuando fui golpeada por una pelota llega a mi mente, haciéndome sonreír. Había sido amable.

Caminé a su lado. Nos gusta sentir la brisa veraniega.

—Perdón por no decírtelo.

—Está bien. —niega— Quería que terminaras con él.

—Lo sé. —nuestros brazos chocan cuando son apoyados sobre los tubos de protección, recarga la cabeza en sus extremidades— JungKook me besó. —su cuerpo se tensa.

—¿Fuiste a su casa? —asentí— ¿Tú… sentiste algo?

—¡No! Por eso le terminé. No podía seguir con él sabiendo lo que hizo, y como me mintió.

—Me alegra saberlo. —más relajado, su rostro gira en mi dirección, tiene esa jodida sonrisa moja bragas a la cual ninguna mujer se resiste— Así que… ¿Soltera?

—TaeHyung, creo que hay algo que nos quedó pendiente la otra vez. —dije con burla— ¿O lo seguimos evitando?

Ese beso fue el mejor detonante, ocasionó una explosion en mi corazón y una batalla campal en mi cabeza. Había una parte correcta dentro mío alardeando que, a diferencia de otras chicas, yo sí pude llegar al popular Kim. Me mira con cariño, lo identifico de esa forma, me gusta hablar con él porque ambos somos honestos, decimos lo que pensamos, lo que creemos, lo que disfrutamos a espaldas de otros. Es un chico tímido, durante años tuvo la imagen de 'malo' por rodearse de personas desagradables, pero aunque su uniforme huela a cigarrillos con mezcla de colonia, y a veces de miradas similares a las de un gato enojado, él es encantador, una buena persona. Y mi corazón palpita de emoción por su culpa.

TaeHyung se incorporó, lo imite bajo sus atentos ojos marrones, no hay nadie por aquí, y eso aumenta la emoción.

Sus manos van hacia mi cintura, las mías a sus hombros.

Es atractivo desde cualquier ángulo.

—Esa vez tus labios se llenaron de lágrimas. —me dijo— Odio pensar en que fue culpa de JungKook.

—Olvidalo, ya no importa.

—Me importa porque te hizo sufrir, y no puedo perdonarselo.

Una risilla escapó de entre mis labios— Hum, eres adorable.

—Tch. —sonrió— ¿Qué tal si dejamos de hablar y me besas?

—Bésame tú. —pedí con las mejillas rojas.

En mis dos años de relación podría decirse que las veces que he besado son menos de veinte –unas doce–, mi poca experiencia no es impedimento para que TaeHyung devore cada una de mis vergüenzas. Tiene unas grandes manos que apretando la carne de mi cadera hacen que quiera suspirar, aprieto los ojos, extasiada de su juego vil..

Me gusta mucho.