O26
CAPÍTULO VEINTISÉIS
pov's baek narae
Hoy me levanté tarde. ¿La razón? Jeon Jungkook, mi novio, o bueno, mi ex novio, me pidió la noche anterior transcurrir a su casa. Era la primera vez desde hace mucho tiempo en que él solicitaba mi presencia, tras eventos donde mi autoestima fue cruelmente sepultada por él y su enorme ego, ahora venía pidiendo un poco de mi cariño. Gracioso de pensar, pues era yo quien rogaba algún día merecer sus caricias. Lima me arrebató a un idiota, uno que amaba. Lloré toda la noche, no creí que pudiera terminarle, el plan cayó en la basura, y no sé si eso es bueno. Esto se trata de verlos sufrir, ¿pero por qué me perturba la idea de ya no estar con TaeHyung?
En la mañana fui a la escuela desarreglada, hice mi cabello un moño y partí sin siquiera desayunar o maquillar las ojeras que cargo. No fui consiente de la falta de mi corbata hasta que el portero me retuvo en la entrada, era un día gris por donde lo viera.
—No puedes pasar sin tu uniforme completo. —me dijo— Ve a dar seis vueltas en la cancha.
—Espera. —el rubio apareció por detrás, se quitó un auricular y lo guardó dentro de su chaqueta— Te daré la mía.
—Sí le das la tuya entonces deberás asumir el castigo tú. —advirtió el hombre.
—Está bien, pero déjela pasar.
—TaeHyung, no hace falta. —negué.
Mis súplicas no fueron atendidas, se quitó la corbata y la deslizó por mi cabeza, rodeándola en el cuello de la camisa. Le hizo un perfecto nudo, no tan ajustado, ni tan suelto. Aunque era obvio que pertenecía al uniforme masculino, la punta rozaba más abajo del inicio de mi falda. Sonreí, es graciosa nuestra diferencia de altura.
—Gracias.
—No es nada.
Pellizcó mi mejilla y se alejó.
( … )
Mi relación con TaeHyung mejoró significativamente en estas últimas semanas, era mi consuelo, o más que eso. No volvimos a sacar el tema sobre aquella noche de excursión, quedó en el aire como un momento donde yo estaba triste, y él intentó darme una distracción. No mentiré, sus labios se asemejan a la miel más dulce del mundo, me tocó como si fuera una rosa hermosa en el jardín de una princesa. Nunca estuve tan segura en los brazos de una persona. Ayer en la casa de JungKook era diferente, él era diferente, pero mi corazón tenía una pequeña llama de ilusión que añoraba éste arrepentido.
¿Por qué pensé que él cambiaría? JungKook nunca podría ser como TaeHyung.
Al pronunciar un 'te amo', mil rosas se marchitaron en los prados y jardines más bellos, porque él mentía con descaro.
Iba a olvidarme del Jeon sin decírselo a TaeHyung, no quería que se alejara por la finalización del plan. Lo necesito cerca.
—Abran la página cuarenta del libro…
Un suspiro en el asiento de atrás me hace dar la vuelta, olvidó el libro de historia.
—Podemos compartirlo. —le susurré, una sonrisa avergonzada se formó en sus labios.
Cuando el profesor se dio la vuelta para escribir en la pizarra, yo acerqué mi silla a su banco, demasiado pegados. Deje el libro en el medio para que podamos leer sin inconvenientes, pareciera que no habría ninguno, si no fuera por él. Su estruendoso golpe con el puño cerrado llamó la atención de todo el salón, se levantó de la silla y dio la vuelta para vernos.
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