CAPÍTULO DIECIOCHO
pov's baek narae

'Podemos hacerlo juntos.' el papel con aquellas palabras escritas fue deslizado al pupitre del rubio, quien se sienta detrás mío. Me giré cuando la respuesta nunca fue llegada, al hacerlo, me encontré con su mirada en la ventana y brazos dentro del pantalón. El pedazo de hoja estaba escrito: 'No me gustan los amantes.' sonreí casi como una niña pequeña recibiendo su dulce favorito, me apresure a escribir la respuesta. 'Amantes falsos, ¿Va?' carraspee para llamar su atención, aunque no demasiado alto para tener a la clase con sus ojos sobre nosotros. En un suspiro bajo TaeHyung tomó su pluma y redactó con suma lentitud la siguiente oración. 'Mañana en la tienda de convivencia de la última vez, a la salida de la escuela.'

Me quedé más tranquila sabiendo que hay un rayito de esperanza.

( … )

Afuera el cielo se muestra oscuro, con una leve ventisca que amenaza con moverme la falda del uniforme. Después de la escuela me encuentro aquí, con mi estómago gruñendo por un poco de comida. La misma cajera de hace años me recibió con una sonrisa, HyeWok es una chica de un metro ochenta, con cabello corto y pestañas largas. Es atractiva, además de amable. Debido a que la tienda queda en la esquina del edificio donde vivo, suelo venir aquí a comprar las cosas necesarias, o cenar cuando estoy triste y no quiero que nadie lo note. En esas situaciones es ella quien me saca plática, he descubierto que tiene veintidós años y su sueño es ser modelo de revistas.

Con lo bella que es no dudo de que algún día se hará realidad.

Afuera hay mesas donde podemos sentarnos, he pensando en comprar comida para los dos. ¿No sería lo mínimo que merece?

—Hola, Narae. ¿Vienes de la escuela?

—Sí. —asentí— Cenaré afuera con un amigo.

Pase a la zona de ramion, miles de sabores se presentan en un estante repleto de paquetes. Picante, super picante, no tan picante, de pollo, sin pollo. Opté por dos de pollo picante y volví a la caja, HyeWok comenzó a prepararlos. Ansiosa miraba cada tres segundos a la puerta corrediza, esperando que llegara con su encanto natural, no fue necesario golpear más el suelo con mi pie o morder mis uñas, porque la campana sonando alertó a todos de que un joven estudiante estaba ahí. Mis pupilas se dilataron de la emoción, o eso creo, nunca me había pasado en realidad. TaeHyung me sonrió en pequeño, tratando de disimular su expresión. Es un chico reservado.

—Pedí ramion para los dos. —dije tan rápido como lo tuve en frente. Abrió sus ojos con sorpresa y asintió— Pollo picante, no muy picante porque luego mi estómago duele.

Sus hombros se movieron con una risa suave— Bien.

HyeWok nos dio los dos tazones con la comida y fuimos al exterior, las mesas de afuera son cómodas, me gusta estar aquí con Yui, Jian y MiYoon porque a veces la cajera nos regala soju en días importantes como nuestros cumpleaños. Es divertido, y supongo que para TaeHyung también serán buenos momentos los que pasó aquí, Lima suele pasarse con su grupo de amigos y fuman en el callejón a unas calles, los he visto hacerlo, no le dije nunca a nadie.

El Kim no parece ser como ellos, aunque sí ha fumado, jamás cometió extorsión para obtener los paquetes, es un buen chico. La última vez que los vi por acá, él la abrazaba.

Y eso era extrañamente incómodo de ver.