CAPÍTULO TREINTA
pov's yuh lima

—No te muevas, Narae. Puede infectarse la herida.

Mamá limpia la herida de Narae con sumo cuidado, coloca vendaje en su mano entera y besó su cabeza. Ella se encuentra acostada sobre el sofá, con lágrimas secas en sus mejillas. La empujé en un momento de furia, logrando cortar su mano, hubo sangre, llantos, y enfado. No fue la única lastimada, en mi talón hay una cortada de la cual nadie se dio cuenta, no quise decir nada, ver como la cuidan con tanto afecto me mantuvo callada. Iba directo a mi cuarto, sin la intención de ocasionar más alboroto, pero papá dijo mi nombre en lo alto. Va a regañarme, lo sé.

—¿Te lastimaste también? —preocupado se colocó de cuchillas, vio el corte con su ceño fruncido— Oh, Lima. Debiste decirnos.

—Estoy bien, papá. Me siento cansada, iré a dormir.

—Pero…

Cerré la puerta de mi cuarto. No quiero llorar en frente de ellos, odio admitirlo, amo a mamá y a papá, quisiera que sean mis padres biológicos. Desde el día que me aceptaron, he tratado de mentalizarme con la idea de que nunca me amarán, al menos no de la misma manera que a Narae. Aún sabiendo ésto, y que soy una intrusa en el hogar, quiero quedarme, quiero ser hija de ellos. Me pregunto si mi verdadero padre pensó en mí alguna vez.

No, no lo hizo.

Me quité el uniforme y lo cambié por mi pijama. Estando en la cama vende la herida sin mucha atención, no fue tan profunda como la de ella.

TaeHyung mañana verá su herida, sentirá lástima. ¿Por qué me dejó? ¿Por qué la prefiere a ella? Nosotros hablábamos seguido, era atento, incluso más que JungKook, estaba dispuesta a dejarlo con tal de ser novia del Kim, pero entonces… Narae se interpuso, y todo lo que quería fue destruido. Antes de siquiera pensarlo bien, mis dedos ya escribían un mensaje para él. 'Llámame, quiero hablar.' los primeros treinta minutos esperé, los siguiente diez aceptaba que no respondería, y los otros cinco apagaba el móvil, en ese momento su mensaje llegó. Apresurada volví a buscar el chat. 'No estoy interesado.'

Jodido idiota.

( … )

—Woah. —su ceño se frunce, y toma mi tobillo— Debió doler.

Me encuentro sentada por encima de la mesa del laboratorio, con JungKook de cuclillas para ver mi herida vendada.

—No tanto. 

Me gusta cuando se preocupa por mí, me cuida más que cualquier otra persona. A veces no sé si está enamorado, o si yo lo estoy de él, de cualquier forma seguimos juntos, hablamos todo el día sobre muchas cosas, me pregunta cómo estoy, si he comido, si necesito algo, y eso… me fascina. JungKook no era mío desde un comienzo, logre cautivaron con una sola cosa que Narae no la ha sabido dar: indiferencia, y por supuesto, sexo.

Mi hermana es la chica correcta, no se atreve a desobedecer a sus padres, esa misma razón es la que le ha prohibido pasar al siguiente nivel de su relación con el Jeon.

—¿Cómo sucedió? —pregunta.

La imagen de su ex novia tratando de comprenderme, para luego ser empujada por mi al suelo, con un vaso de vidrio… me perturba. Yo la herí.

—Resbale en la ducha.

—Auch. —se levantó— ¿No deberías descansar en la cama?

—Ya te dije que estoy bien.

—Me preocupa que empeore. —suspiré— Bien, sube. Te llevo en mi espalda.

—JungKook. —me quejé avergonzada.

Subí a su espalda, escuchando sus risas. Papá hace mucho que no me carga de esta manera, creo que he crecido. El hecho de que sea JungKook quien lo haga por mí, llena mi corazón. Aunque no lo suficiente. Cierro los ojos, y me aferro a sus hombros.

Me duele no amarlo honestamente.

— volví, perras 🥵