¿Un humano? Magnífico. El ser más lleno de envidia y ambiciones perversas. ¿Vienes a destruir a las demás criaturas mágicas de mi reino? Stephan ya quiso destruirme a mí y no olvido ni perdono. Todos sois iguales, solo buscáis vuestro bien personal sin importar las consecuencias de vuestros actos. 

Os quiero lejos de mi páramo, inmediatamente. Para arrasar con mi territorio primero lucharás contra mí y te aseguro que perderás. No tendré mis alas pero nada me detendrá por mantener el bien.

¿Por qué miras al río? ¿Qué has visto? No puedes tomar ninguna de las gemas, debes dejarla en el lugar que pertenece, vulgar ladrón. Oye, si no hablas más alto no podré entenderte.

Eso es imposible. ¿Un escrito grabado en una gema verde? Entregádmela...¡Oh, qué obediente! Veamos. 

Codicia por una causa. 

Traición con su consecuencia. 

Pobre, rico, 

hombre, mujer,

me es indiferente quien lo lea. 

El de corazón más puro será quien pueda interpretarlo.

Solo esa persona logrará deshacer el mal que se encuentra

en todo el reino, escondido pero al acecho.

¿Logrará alguien vencer el nuevo peligro que nos asedia?

¿Huirá el elegido o mediará por el bien de todos?

El reino fantástico y el humano deberán unirse para vencer.

En fin. Chorradas. ¿De verdad vas a creer lo que pone? Tú no vas a averiguar nada. Mis criaturas y yo investigaremos de qué se puede tratar. De momento te aconsejo que olvides este episodio, que me has conocido. Bueno, mejor dicho será mejor que te obligue a olvidarlo. No confío en ti.