Estar experimentando algo como el amor era nuevo para Alastor, le asqueaba pero le intrigaba.

Por lo tanto, después de meditarlo mucho, él terminó confesandole todo a Charlie.

Fue bastante directo, sin perder su postura y habitual sonrisa.

Ésta estando nerviosa pudo decirle que después de ese tiempo siendo compañeros de trabajo su percepción sobre él había cambiado, y que se sentía igual, por eso estaba dispuesta a intentar algo con el demonio de la radio.

La sonrisa de éste se hizo más grande y aceptó.

« Oh, querida, esto será bastante interesante... » No podía dejar de pensar el demonio con curiosidad, curiosidad disfrazada de un genuino interés en estar con la princesa.