XXIII
Unos años atrás
Aquella pareja estaba teniendo sexo salvaje como Dios manda, sus pieles chocaban y aquel chapoteo era uno de los varios sonidos que se escuchaban
Musica para sus oídos al parecer
-¡A-ah!~ ¡T-TN!- gemía el rubio mientras rasguñaba su espalda
-Ngh-
El azabache daba sus últimas embestidas y ambos llegaron al clímax; Adrien cayó rendido y de inmediato se durmió
En cambio el moreno se le quedó viendo por un buen rato y una sonrisa maliciosa apareció en su rostro
(...) La mañana siguiente
Adrien abría sus ojos con pesadez, TN no estaba acostado
Sus caderas dolían a más no poder y sentía algo en su entrada, a su mente se le vino que pudo haber sido el semen de su novio pero lo descarto de inmediato
-Agh ¿Que es esto?- se pregunto incomodo mientras movía sus caderas
Su mano viajo hasta su entrada pero no había nada fuera de lo normal a excepción de que salia un pequeño cordón
-¿Que mierda?-
Lo iba a retirar pero sintió como aquel objeto comenzó a vibrar lentamente, torturando lo y haciendo que sacará jadeos; las vibraciones se volvieron cada vez más presentes y el chico gemía y gemía
Gritaba de placer mientras se aferraba a las sábanas blancas, su miembro estaba efecto, necesitado así que lo tomo y comenzó un vaivén
Cada movimiento que hacía lo volvía loco; pasaron unos minutos y se corrió al igual que las vibraciones, acabaron
El chico con la respiración agitada se cubrió la cara con su mano limpia; la puerta se abrió
-¡Hola Honey!-
-T-TN-
-¿Te sentiste bien?-
-¿Ah?-
El chico confundido vio a su pareja y este tenía en su mano su teléfono con una aplicación abierta; era la aplicación de la balita que Adrien tenía dentro de el
-Tu-
-Jejeje, quería escuchar tus gemidos ¿Me perdonas?-
-Agh- se quejo y se cubrió hasta la cabeza
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